Más de Blas Altieri: violento incremento de ABL para los pinamarenses y corrupción en compra de vehículos
Altieri -intendente de Pinamar y socio del Gobernador Daniel Scioli- quema sus últimos cartuchos, recurriendo a un violento incremento de impuestos.
Los vecinos de Pinamar vienen sufriendo, desde el 7 de Enero de 2011, un saqueo sin precedentes en perjuicio de sus bolsillos. En el mes de diciembre de 2010, el Concejo Deliberante -con su presidencia regenteada por Rosana Di Pascuale ex PJ y actualmente vecinalista (MUPP)- dio forma a una nueva ordenanza surgida de negociados entre la propia Di Pascuale y Blas Altieri-. Tal legislación viene a cambiar el código tributario, pasando el módulo de $1.83 a $2,50, sumado a las tasas de ABL, que se incrementaron en más de un 200%. Estas boletas están llegando por estos días a todos los frentistas, quienes se desayunan con un incremento impagable y sideral.
El Municipio busca toda clase de artilugios a los efectos de recaudar, saqueando los bolsillos de los vecinos. Estos, por cierto, ya están pagando el precio por una de las peores temporadas que se recuerde: existe abundante suciedad en las calles, derivadas del paupérrimo servicio de recaudación de residuos de Covelia S.A. Por doquier se observan negociados y ñoquis.
Por su parte, la Municipalidad fija multas de manera absurda y arbitraria, por pago “fuera de término”. Incluso se establecen multas sobre la cantidad pagada anteriormente y -a modo de apriete- se retiene al usuario cualquier renovación de trámite, hasta tanto pague la penalidad mencionada, que no observa fundamento jurídico alguno.
Este deleznable proceder del Ejecutivo pinamarense obedece a los resultados de una pésima admninistracion, cuya cabeza es el Intendente Blas Altieri. El mencionado asumió el pasado 19 de abril, luego de triunfar en los dudosos comicios que se llevaron adelante por la vía del voto electrónico. Fue el Gobernador Daniel Scioli quien utilizó a Pinamar como “conejillo de Indias” para este experimento. Días después de la elección, se descubrieron tikets con fechas 27 y 29 de marzo, es decir, anterior y posterior a la jornada de la elección comunal que se ejecutó para reemplazar al destituído Roberto Porretti. Se hicieron los reclamos pertinentes desde el Concejo Deliberante de Pinamar, pero solo se abrieron tres urnas en La Plata -un mes después del comicio-. Nunca se revelaron los detalles del análisis, y tampoco se supo jamás quiénes estaban presentes en esa exploración.
Durante varios meses -y en forma clandestina, aunque con fondos municipales- el intendente Altieri mantuvo alrededor de 50 cargos selectivos con sueldos desde los $9.000 hasta los $13.000 mensuales, todo ello apartado del organigrama municipal. Pero, en virtud de la necesidad de devolver los favores a un grupo de personas, también se introdujeron cambios en el código tributario. Estos ingresos sirven mayormente para cubrir los suelos de los “amigos” que el jefe comunal nombró.
A partir de maniobras extrañas, derivadas de la explotación de espacios públicos, el municipio se decidió a renovar una flota de camiones Volkswagen. Las unidades fueron adquiridas por la firma ITAR, propiedad del mismísimo Blas Altieri. El alcalde pinamarense fue oportunamente “premiado” con un 30% de descuento por dicha compra: se habla de una cifra cercana al millón y medio de pesos. El periódico El Pionero de la ciudad de Pinamar se ocupó de difundir las irregularidades, en donde incluso se publicaron facturas de compra de ITAR S.A.
Por Jaime Alper
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