Uruguay: Cancillería fuera de contexto
El Semanario Búsqueda -en su edición del jueves 20 de enero- publica unas "reflexiones" emitidas por el Vicecanciller Roberto Conde. Me pareció oportuno analizar su contenido.
Leer esas reflexiones producen asombro y estupor, pues pertenecen al número dos de la diplomacia uruguaya, y pensamos que si el semanario "BÚSQUEDA" no las da a luz, las mismas pasaban inadvertidas o escondidas para el Canciller, el Presidente (que dicho sea de paso, se entera tarde de lo que declaran integrantes de su Gabinete), el Parlamento y -sobre todo- para la oposición de Blancos y Colorados, que se hallan en una actitud anestésica frente a estas situaciones que comprometen los retazos desflecados de la política exterior del país.
El Vicecanciller -en una actitud irresponsable y en una clara manifestación de desconocimiento y desprecio que tiene de las responsabilidades de su cargo y del equilibrio que deben tener siempre sus palabras- pues, no puede argumentar ahora que las hizo a título personal, ya que quienes hemos actuado y quienes actúan en la política internacional debemos saber que nunca se pueden hacer manifestaciones que comprometan la relación del Uruguay con países con los cuales mantenemos excelente relación. Alguno de los cuales, precisamente, el señor Presidente ha visitado recientemente.
El Vicecanciller, que no es la primera vez que se aparta de lo que indican las normas de las relaciones internacionales, atacó sin piedad, en sus anárquicas reflexiones "fuera de contexto", a Perú, Colombia, Chile y Estados Unidos, e hizo futurología audaz e irresponsable sobre el resultado de las próximas elecciones en la Argentina.
Expresa Conde en sus “reflexiones gargarianas” (llamémoslas así) que Perú y Colombia consolidaron un bloque neoliberal, militarista y fascistoide.
En primer lugar, sería bueno recordarle al Vicecanciller, que los gobiernos de Colombia y Perú -que él quisiera cambiar ya- fueron elegidos democráticamente por el pueblo por todo un período constitucional, y que los métodos por él propuestos para cambiar gobiernos de un día para el otro ya no tienen más vigencia, al menos en América Latina.
También sería positivo que el Vicecanciller aclare qué significa para él “fascistoide” exactamente, pues para todos estos señores de la izquierda uruguaya, todo aquel que no comulgue con el comunismo o el terrorismo es, necesariamente, fascista. Tal es la medida de nuestro Vicecanciller Roberto Conde.
Cancillería emitió un comunicado mamarrachesco, en el cual trata de proteger al funcionario, expresando que los dichos del Dr. Conde fueron sacados de contexto y que todo fue una maniobra elaborada por las publicaciones “Conclusiones” y “Frente Obrero”, perteneciente a los trotskistas-posadistas del Partido Obrero Revolucionario (Frente Amplio).
Resumiendo, el comunicado expresa que el Vicecanciller expresó algo así como: Donde dije "digo", no digo "digo"; digo "Diego".
Llama la atención, que el funcionario de Cancillería -habiendo tenido en sus manos varios ejemplares de esas publicaciones semanas antes de que el semanario “BÚSQUEDA” las difundiera- no emitiese en ese momento un comunicado, expresando que él era ajeno a lo publicado “fuera de contexto” por dichas revistas frenteamplistas, y que tampoco se lo aclararan al señor Presidente que era sabido viajaba a Perú.
Ya que estamos en el tema, bueno hacerle saber al protagonista de esta nota, que tampoco es necesario profundizar demasiado para percatarse de que la vida armónica en el medio colectivo supone la equidistancia en los dos extremos: tiranía y anarquía.
Durante mucho tiempo, prevaleció la idea de enfrentar el poder para impedir la tiranía. La aparición en el mundo contemporáneo del totalitarismo, que usa la anarquía como medio para llegar a la tiranía total -que es lo que propone “fuera de contexto” el vicecanciller Conde- halló a muchas sociedades libres sin los instrumentos adecuados para responder al desafío totalitario que las amenazaba. Perú y Colombia, mal que le pese al señor Vicecanciller Conde, tuvieron que acudir, con todo derecho, a medios extraordinarios para defender la libertad de sus ciudadanos de los ataques a sus derechos humanos de terroristas fanáticos, totalitarios y narcotraficantes.
La cuestión, señor Vicecanciller, ha sido, pues, -en aquellas comunidades que sufrieron y sufren ese ataque- de carácter dilemático: o se conservan los derechos y garantías de aquellos que forman la abrumadora mayoría, o se cede, como se desprende de sus reflexiones, ante los que las conculcan y se les reconoce más y superiores derechos a los delincuentes que intentan volver la sociedad al “Homo Homine Lupus” ( “El hombre es el lobo del hombre”) de Thomas Hobbes.
Como hasta el momento es difícil comprender las reacciones emocionales y políticas del gobierno del presidente Mujica y de sus integrantes, no sabré si para cuando se publiquen estas líneas, el señor Vicecanciller estará en su cargo; si la oposición despertará, y si el señor Presidente habrá actuado en consecuencia y lo cesó ipso facto.
Sería oportuno aprovechar estas anárquicas declaraciones del señor Vicecanciller Conde, para rever nuestro Servicio Exterior y gestar una Política de Estado al respecto, para no seguir moviéndonos sobre la base de actos dependientes de las presiones que reciba Cancillería o el mismísimo señor Presidente.
Para finalizar, llegue nuestro saludo a los pueblos y gobiernos amigos de Perú y Colombia, con el deseo de que no cejen en su lucha contra la más triste y aberrante profesión que existe sobre la tierra: el terrorismo.
Jorge Azar Gómez
Ex Representante de Uruguay en las Naciones Unidas
e-Mail: azargomezjorge@gmail.com