POLITICA: POR EL DR. NORBERTO ZINGONI, PARA EL OJO DIGITAL

"Y es así: quien no entiende al peronismo, no entiende al país" - Segunda Parte

Segunda entrega del artículo del Dr. Norberto Zingoni y su aproximación al peronismo como fenómeno político de la Argentina.

10 de Febrero de 2011

Las ideas-fuerza del peronismo que continúan vigentes

 

En mi primer artículo, sostenía que el peronismo había sido el Estado del Bienestar argentino frustrado en 1955 en dos oportunidades. Una por el inicuo golpe de Estado de Aramburu-Rojas dos ya en 1976 fundamentalmente por Montoneros y el delirio de lucha armada y socialismo nacional. Y que el peronismo que vino después había sido (y lo es) un remedo –obligado por proscripciones, fusilamientos, etc. de lo que había sido el peronismo original. Sin embargo creo que algunas ideas centrales del peronismo siguen hoy vigentes. Muy apretadamente creo que estas ideas-fuerza del peronismo (una especie de asignatura pendiente), son las siguientes:

 

El Pacto Social: El Pacto Social firmado entre empresarios y trabajadores y avalado por el Estado era el instrumento elegido por Perón para consolidar la participación de los trabajadores en la renta nacional. Hoy se habla (en distintas partes del mundo) de un imprescindible Pacto entre Sindicatos y Patronales empresarias para fijar no sólo los salarios, sino también todo el mercado de Trabajo. En Argentina fue una genuina creación del peronismo (desde 1943 hasta 1955). Para ello tuvo que darles una jerarquía que las organizaciones obreras no tenían.

Los sindicatos y organizaciones obreros pasaron de ser considerados organizaciones ilegales -según fallo de la Corte Suprema de Justicia en 1944- a elementos del estado social

El Decreto-ley de Asociaciones Profesionales Nro. 23.852 fue la llave maestra que cambiaba el panorama de la agremiación conocida hasta ese momento: prohibía la intervención del Estado en los sindicatos, reconocía la personería gremial a los sindicatos mayoritarios y evitaba la multiplicación de gremios ficticios o instrumentados por la patronal.

 

La participación de los trabajadores en la vida pública Esta fue la piedra angular del ideario justicialista. La idea central del peronismo con respecto a la función de los trabajadores en la vida nacional está contenida en el mensaje de Perón a la Asamblea Legislativa del 1ro.de mayo de 1974. Los Trabajadores –sostenía- columna vertebral del proceso, están organizándose para que su participación trascienda largamente de la discusión de salarios y condiciones de trabajo. El País necesita que los trabajadores, como grupo social, definan cuál es la sociedad a la cual aspiran, de la misma manera que los demás grupos políticos y sociales. Pero, a su vez, Perón les exigía capacitación intensa para la tarea de instaurar la Justicia Social.
 

El peronismo incorporó y fue decisivo, además de los beneficios que se otorgaban a los trabajadores, la participación de los trabajadores en la vida pública. Ese fue, quizá, el gran mérito de Perón y del peronismo original. Así como Irigoyen había incorporado al inmigrante y sobre todo al hijo de inmigrante que sentían como suya esta patria lejana, Perón les hizo sentir a los trabajadores que el futuro era de ellos o al menos no habría más patria sin que los trabajadores participaran en la vida pública. “Los trabajadores recibían un genuino aguijoneo psicológico cada vez que uno de los hombres (y posteriormente las mujeres) salidos de sus filas era nombrado en un alto cargo de gobierno” 1.
 

La distribución de la riqueza: La Justicia Social era uno de los objetivos de la Gran Década; en 1954 la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno era de entre e 47% y el 49%. En el año 2003 había bajado al 25%. Luego algunos distraídos se preguntan por qué la gente humilde o los trabajadores siguieron votando al peronismo (aún a sus máscaras y/o caricaturas) durante cincuenta años. Asimismo la brecha entre ricos y pobres que había sido una de las conquistas genuinas argentinas a partir del peronismo arroja estos resultados luego de cincuenta años de derrocado el peronismo original: en Capital y Gran Buenos aires el 10% más rico de la población gana 26,4 más que el 10% más pobre de la misma población (diario Clarín 29/7/2001). Y en todo el país el 10% más rico gana 30 veces más que el 10% más pobre (diario Perfil 16/3/2008).

 

En 1948 el salario real del trabajador industrial especializado había aumentado un 27% por sobre el nivel de 1943, mientras que la mano de obra no especializada aumentó un 37% por sobre el nivel de 1943. El aumento del nivel de vida de los trabajadores, los planes de vivienda, la incorporación a los beneficios previsionales fueron innegables. La construcción de hospitales y escuelas no ha podido negarse ni por los más recalcitrantes opositores.

 

Principio de la protección del más débil: “Para que se elimine la ley de la selva y se establezca una verdadera posibilidad de igualdad no olvidemos que aquello que no se legisla explícita y taxativamente a favor del débil, queda legislado implícitamente a favor del poderoso. No es el poderoso quien necesita amparo legal. El tiene su ley en su propia fuerza” ( Raúl Scalabrini Ortiz, Irigoyen y Perón, Editorial Plus Ultra, 1972, Pag. 105).

 

Los derechos sociales adquirían rango constitucional con la constitución nacional de 1949 y deben volver a serlo: La Constitución de 1949 consolidaba así una revolución social con la instauración de los derechos del trabajador, la ancianidad, la familia, la niñez, la mujer, etc. superando la concepción individualista del liberalismo, el cual había consagrado al individuo aislado, desgajado de las sociedades a las cuales pertenece naturalmente (familia, sindicato, localidad, etc.). Piénsese que estos derechos que la Constitución de 1949 prescribía son casi contemporáneos –y casi idénticos- a los derechos previstos en la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948.

 

La propiedad privada en función social:

La propiedad en función social: Artículo 38º: La propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. Incumbe al Estado fiscalizar la distribución y la utilización del campo e intervenir con el objeto de desarrollar e incrementar su rendimiento en interés de la comunidad, y procurar a cada labriego o familia labriega la posibilidad de convertirse en propietario de la tierra que cultiva.

 

Aquí cabría destacar que en el breve interregno del gobierno peronista 1973/1976 se implantó el impuesto a la herencia. Podría decirse que las ideas centrales del primer gobierno justicialista continuaban en ese gobierno, en este caso las limitaciones a la propiedad privada en función social. 2

 

La economía social de mercado: Otro original principio, que ha pasado casi desapercibido en los análisis del peronismo era el siguiente: el capital debía ser puesto al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar social frase repetida por Perón que luego asciende a principio constitucional. Este principio constitucional da por tierra con el tabú de la economía liberal de la intangibilidad del capital. El Artículo 39 de la Constitución decía textualmente: El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino.

 

Los recursos naturales. La ecología: ¿Qué duda cabe que fue Perón quien introdujo en la conciencia nacional el concepto de ecología y la necesidad del cuidado de los recursos naturales. Son reiterados y proverbiales sus apelaciones en tal sentido. Ya hace más de 30 años nos decía estas cosas: “Ellos (los países centrales), con su tremendo avance tecnológico, han despilfarrado los medios de supervivencia y se están quedando sin los mismos. Nosotros en cambio, no hemos comenzado a explotar esta tierra inmensa que tenemos(…)Ese mundo hambriento, dentro de pocos años, tendrá un camino como solución que es la geopolítica, produciendo más y distribuyendo mejor los medios de subsistencia” (mensaje a los altos mandos de Armada, 10/11/73)

 

El famoso Artículo 40º de la Constitución de 1949 preveía que los minerales, las caídas de agua y todos los recursos naturales son propiedad inalienable del Estado nacional en consonancia con las provincias.

 

Promover la industrialización con el diferencial de la renta agraria: Una de las claves sobre las que se trabajó fue la transferencia de recursos de la renta agraria a la incipiente industrialización. Para eso el gobierno justicialista se sirvió del IAPI que se estudiará más adelante. Galasso 3 se pregunta acerca de quién habrá sido de los tres (Perón por su experiencia en Europa, Figuerola con su estudio sistemático de las legislaciones del mundo o Miranda con su experiencia práctica) el que descubrió la clave: el diferencial de la renta agraria entre los precios internacionales y el bajo costo de producción de los productos primarios que durante años se los habían apropiado los exportadores, las cerealeras extranjeras y los intermediarios financieros, en manos generalmente de los ingleses.

 

Los objetivos económicos generales que desarrolla el justicialismo –y que ya estaban en ciernes en el gobierno militar de 1943- son:
 

-la protección de las industrias surgidas en las condiciones favorables creadas por la guerra mundial;

-el desarrollo de nuevas actividades industriales;

-las transferencia intersectorial de ingresos y la política de crédito tendiente a abaratar la adquisición de bienes de capital y de materias primas importadas;

-la expansión del mercado interno mediante mejoras de los ingresos de la población y, en especial, de los asalariados (Ricardo Sidicaro, Los tres peronismos, Estado y poder económico, 1946-55/1973-76/1989/99, Ed. Siglo XXI editores, 2002).

Hoy quizá (a diferencia de lo hecho en los dos primeros gobiernos peronistas) el diferencial de renta agraria debería ser aplicado a las agroindustrias y al desarrollo de la tecnología del sector.

 

La planificación justicialista. Los planes quinquenales (1947/51 y 1952/57). El plan trienal (1974): Perón crea el Consejo Nacional de Posguerra el 25 de agosto de 1944 mediante Decreto 23.847 que es el antecedente de los planes quinquenales. En el se va delineando el futuro que deparará a la Argentina la pos guerra y va proyectando una planificación ordenada.
 

Poco se ha dicho en los estudios sobre el peronismo acerca de la importancia de los Planes Quinquenales de gobierno. Pero ellos eran la substancia del gobierno. Y José Figuerola el alma de esa planificación. Perón le encarga a Figuerola (para entonces designado Secretario Técnico de la Presidencia de la Nación) un programa económico para su gobierno. Y Figuerola elabora un documento detallando las prioridades en una gama amplísima de actividades gubernamentales y le sugiere a Perón que lo llamara “Plan Quinquenal”. El Plan fue elevado al Congreso y cuenta el historiador americano Page que la sesión conjunta de ambas Cámaras donde debía aprobarse la planificación nacional por cinco años, fue boicoteada por la oposición por “problemas de procedimiento” al convocar la Asamblea. ¡La Asamblea donde se discutía el futuro de la Argentina de posguerra, boicoteada por problemas formales! Cuenta el historiador americano que los legisladores se encontraron en sus bancas con dos volúmenes bien encuadernados detallando el Primer Plan Quinquenal. Y que durante cuatro horas el propio Perón con Figuerola a su lado leyeron el trabajo, Perón con su entonación argentina y Figuerola con sus inflexiones catalanas. El Primer Plan Quinquenal era tan ambicioso como real.

 

La Tercera Posición:

 

La Planificación centralizada justicialista se complementa con la ejecución descentralizada del Estado y las organizaciones libres del Pueblo. Definida la naturaleza de la democracia a la cual se aspira hay un solo camino para alcanzarla. Gobernar con PLANIFICACIÓN, afirma Perón en 1974 en el mensaje a las Cámaras.

 

A diferencia de la planificación comunista que centralizaba todas las decisiones, la planificación justicialista sólo centraliza la planificación gubernamental, dejando la ejecución (y por ende las decisiones que ello presupone) en manos de las provincias, los municipios y en las organizaciones libres: Sindicatos, Organizaciones sociales, Organizaciones profesionales, etc. Y, por último, se garantiza la libertad del Pueblo. Estos tres estamentos armonizados, Gobierno, Estado y Sociedad, conforman, según el pensamiento de Perón, la Comunidad Organizada.
 

Esta idea la confirma Perón en su vuelta al país afirmando que el viejo Consejo Nacional de Posguerra de 1944 contenía las bases filosóficas del movimiento que se llamó La comunidad Organizada. De allí nació nuestro movimiento; es allí donde fijamos una nueva ideología, tan distante de uno como de otro de los extremos que en esa época el mundo se dividía (Inauguración del Curso de Doctrina Justicialista en el Teatro General San Martín, el 19 de abril de 1974).

 

La ayuda social. De la Fundación Eva Peron al Ingreso Básico de Ciudadanía: Probablemente uno de los conceptos más revolucionarios del peronismo está expresado en la frase:-Ahí donde hay una necesidad, ahí hay un derecho.

 

Hoy, sin abandonar la Ayuda Social que es consubstancial con el peronismo, el peronismo está analizando la instauración de un Ingreso Básico de Ciudadanía a través de algunos de sus dirigentes como el Dr. Eduardo Duhalde.

 

Mensaje a la juventud: Extracto, por último, algunos párrafos dirigidos por Perón a los que entonces éramos la juventud argentina politizada; aplicables hoy más que nunca; quizá por ustedes las jóvenes generaciones políticas:
 

Por eso he dicho muchas veces que nada se justifica más como organismo político que “el partido de la juventud”, en el que se consiga un real entendimiento entre todas las fracciones políticas o ideológicas en que se encuentre fragmentada la nueva generación (Las Bases, 21 de junio de 1972).
 

Creo que la situación argentina es de tal naturaleza, que es imprescindible que todos los argentinos, deponiendo todas las pasiones que puedan habernos movido y todas las controversias en que podamos habernos vistos envueltos en el pasado, nos persuadamos de la necesidad de que todos, unidos y solidarios, nos pongamos a resolver una situación que, de otro modo, puede conducirnos al desastre futuro (30 de agosto de 1973).
 

Nos encontramos con una generación en que hay un gran vacío, porque esa generación de amanuenses que ha actuado durante dieciocho años en el Estado, eso no sirve para nadie, eso no sirve ni para Dios ni para el diablo…Lo que yo les puedo garantizar es que en dos o tres años este problema puede ser solucionado y pueden ustedes encontrar la nueva generación que ha de hacer el verdadero trasvasamiento generacional. ..Hay que ir creando los seguros y reaseguros necesarios para que la juventud sea verdaderamente una juventud de emergencia…(diario Ya, 8-IX-73).
 

Yo he querido llegar a ustedes con estas palabras, que reafirman, de la manera más absoluta, que nuestro Gobierno, si es que triunfamos, será un gobierno de emergencia, porque la situación también es de emergencia. En ese gobierno de emergencia haremos lo que en los casos de emergencia hay que realizar: llamaremos a todos los argentinos y pondremos en sus manos la posibilidad de hacer cada día algo por la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de la Nación (30 de agosto de 1973).


 

Por el Dr. Norberto Zingoni, para El Ojo Digital Política

e-Mail: norberto3535 @ yahoo.es

Referencias
 

1 Joseph A. Page, Perón, una biografía, Ed. Grijalbo-Mondadori 1999

 

2 Gustavo Caraballo, Tras las bambalinas del poder, Ed. Corregidor

 

3 Norberto Galasso, Perón, formación, ascenso y caída (1893/1955), Tomo I,

Editorial Colihue, 2005

 

Por el Dr. Norberto Zingoni, para El Ojo Digital Política