El gobierno y la libertad
La tan declamada y ansiada "democracia" es solo una forma de gobierno que permite una supuesta representatividad de los ciudadanos a través del sistema eleccionario de sus gobernantes (en los niveles Nacional, Provincial y Municipal) y sus representantes legislativos.
Ello es posible porque la base del sistema democrático son los partidos políticos los que permiten la expresión de las diferentes voces de la ciudadanía.
Cuantas veces nos hemos expresado respecto de ella como que significaba la garantía de todos nuestros derechos.
A primera vista parecería un sistema perfecto (aunque ya hubo quien nos dijo que en realidad la democracia es la más "aceptable" relación entre gobernantes y gobernados –digamos “la menos imperfecta”- entre todos los sistemas conocidos), de hecho se supone que ella permitiría el mayor grado de respeto de las libertades básicas constitucionales, que constituyen los pilares básicos sobre los que la misma se construye:
1) el derecho a la vida,
2) el derecho a la libertad,
3) el derecho a la propiedad y
4) el derecho de cada uno a buscar su propia felicidad [Pursuit of Happiness, Thomas Jefferson]
Pero en democracia también pueden conculcarse estos derechos… en especial “la libertad”, sin la que los otros derechos resultan improbables de obtener.
Muchas formas permiten a los gobernantes limitar las libertades de los gobernados, como por ejemplo la manipulación de las estadísticas (de los que tenemos ejemplos varios pero en especial el INDEC), la distorsión de la información de todo tipo, la captación de voluntades (por medios poco ejemplificadores como coaptar, o comprarlas para los propios fines), la escandalosa y distorsiva publicidad oficial, el sometimiento de voluntades mediante la dependencia que generan las dádivas y prebendas políticas (hasta el empleo público constituye prenda de intercambio: en el último año – 2010 - un informe de Analytica (8) pone de relieve que el empleo público creció el doble que el empleo privado), esto es también un uso discrecional de los recursos del Estado (que finalmente son de todos los contribuyentes) y que se sostiene en un creciente gasto público (que vía impuestos y otras exacciones que salen de los que ahorran o de los que producen), el mantenimiento de un doble discurso (1) que sirve para mantener expectante y esperanzada a buena parte de la sociedad argentina que se convence así que “el discurso progresista” es el camino seguro hacia “el progreso”, cuando en realidad en el mundo de hoy solo conduce al retraso y al estancamiento.
En un país que tuvo grandes oportunidades, nos hemos ocupado de desmantelar nuestro futuro y convertirnos en una sociedad que no produce lo que podría producir (lo que significa menor cantidad de puestos de trabajo, empleos no calificados o empleos informales, todo dibujado por las estadísticas oficiales que consideran empleados inclusive a quien vende lapiceras en los semáforos o a los cuidacoches, llamados “los trapitos”). Estadísticas que esconden un abanico de situaciones como empleados atados además a las diferentes condiciones de acuerdos laborales que logran los “sindicatos fuertes” y otros que no lo son, subempleados, formales, informales, etc. y lo peor es cuando se estipulan arbitrariamente “líneas de pobreza” la que “ingresan” o de la que “salen” según la discrecionalidad del número, muchos habitantes y sus familias, sin que sus condiciones de vida cambien realmente, y su vida continúe el mismo derrotero de indignidad y desesperanza.
En su último libro Gabriel García Marquez (7) en su escrito segundo: "Como comencé a escribir", Caracas, Venezuela 3 de Mayo de 1970 (pág. 11 a 16), se refiere a “la profecía autocumplida” en el que sucede una antojadiza premonición... que finalmente se cumple en exceso. Si ninguno de nosotros piensa.. si ninguno hace nada y si acepta todo lo que le dicen (sin espíritu crítico) mansamente: se cumplirá la profecía.
Nuestro país está pasando por situaciones difíciles (aunque no se nota en la superficie - que es solo la punta de un iceberg - y los esfuerzos por disimularlas son enormes), pero para nosotros, la gran mayoría que sale a trabajar todos los días, los que luchamos por la esperanza y contra las dictaduras de dogmáticas mayorías relativas, los que pensamos posible un país mejor, los que no nos conformamos con migajas y mentiras - y que aún silenciosos somos muchos - primero se requiere reconocerlas para poder a futuro enmendarlas.
De eso se trata la libertad, de pensar que:
1) las personas (todas nacen con derechos inalienables que mencioné antes)
2)que esos derechos incluyen entrar y salir del país, pensar, expresarse sin ningún tipo de censura, disponer de su propiedad, del fruto de su trabajo y a profesar su fe
3) que el ejercicio de estos derechos no deben vulnerar los mismos derechos en otras personas
4) que no es admisible el uso de la fuerza (salvo en el caso de riesgo de vida y haber sido agredido previamente)
5) que todos los individuos en un Estado de Derecho somos iguales ante la ley
6) que los Estados se establecen para garantizar estos derechos individuales
7) que proveer justicia y seguridad son deberes indelegables del Estado y que la provisión de servicios de salud y educación deben ser subsidiarios del mismo
8) las acciones privadas de las personas que no perjudiquen a un tercero no son materia del Estado
9) que los acuerdos entre las personas son voluntarios y el Estado no debe tener facultades para intervenir entre ellos
10) que los candidatos electos representan a "todos los ciudadanos" y no solo al partido que los postuló
11) que la única finalidad de los impuestos es la posibilidad de financiar el funcionamiento del Estado
12) que el estado no debe destinar recursos para imponer una escala de valores o estilo de vida en particular.
Si aceptamos estos postulados, deberían sernos imposibles posiciones dogmáticas (9), deberíamos aceptar pensamientos distintos,.. y aún discutirlos y tanto más cuanto se lesionen o vulneren los intereses individuales y los del país en su conjunto (por esta razón, hoy veo que no vamos por buen camino)
“La Argentina muestra en el último siglo un desempeño muy inferior al de países con similares características. Si hubiese crecido como Chile o Australia tendría un nivel de ingresos entre un 50% y un 68% superior al actual. Esto sería suficiente para reducir a menos de la mitad la pobreza, aunque se mantuviera la regresiva distribución del ingreso prevaleciente. La acumulación de frustraciones es la consecuencia de que el país no fue capaz de consensuar políticas para un crecimiento sostenido. Ante el estancamiento, tendió a abusar de mecanismos de redistribución de ingresos muy rudimentarios”. (4)
Un país que ostenta con holgura un 30% de pobreza y si se analiza el grupo etario de menores de 5 años esa cifra alcanza al 50%. Quienes son además los que sufren las mayores consecuencias de una inflación que se encuentra entre el 25 y el 30% anual (aunque el Ministro Boudou lo ignore).
Nuestras relaciones internacionales (inefable Canciller Timerman mediante) son ambiguas: “yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar” (Roberto Carlos). Pero apenas podemos mostrar unos pocos e impresentables para pretendidamente insertarnos al mundo.
Entonces la libertad ha sido conculcada y la democracia ha sido solo el instrumento del discurso de los gobernantes para suponerla vigente.
”Si la tendencia natural de los seres humanos es tan mala que no resulta seguro permitir la libertad de la gente sin un gobierno que los ordene, ¿cómo es que la tendencia de estos organizadores se puede suponer siempre tan buena?” (F. Bastiat)
Cuando la democracia es conculcada y manipulada por los gobiernos de turno se ejerce "la tiranía de las mayorías" (o mayorías relativas) y por lo mismo cercenarse la libertad de las "minorías” (o de una mayoría indiferente).
No es cierto que solo en gobiernos democráticamente elegidos, pueda gozarse de un bien tan preciado como la libertad. Muchas democracias son autoritarias, deslegitiman la institucionalidad, fragmentan la sociedad, en vez de "polarizar" para confrontar ideas y conducir el país por las que se reconozcan mejores, "radicalizan" posiciones hasta lograr confrontaciones plagadas de violencia permanente.
En nuestro país esto forma parte del accionar político desde hace muchos años (ya ahora se recurre a los mismos métodos). Como no priman las ideas se recurre al enfrentamiento: solo basta encontrar un enemigo que encarne el imaginario colectivo.
Se puede generar en enfrentamiento con los medios (que no son adeptos),.. la oligarquía terrateniente, las fuerzas armadas, la oposición política, y aquel que declama "por la preciada libertad", etc. Todo en nombre de un supuesto "progresismo".
A la par se puede negociar con el “futbol para todos”, los planes de empleo (que dibujan el desempleo), el plan “milanesas para todos”,… o “pescado para todos”, o “3 millones de PC para la educación”, ”una palta $1 en el Mercado Central”, y una multiplicidad de planes anunciados e incumplidos o sin impacto, pero que incrementan -sin contar los recursos de libre disponibilidad- el gasto público (sostenido por cajas auxiliares).
Pero el 30% de las familias no es propietaria de sus viviendas (2), la educación tiene una las más altas tasas de deserción de toda Latinoamérica, dos de cada tres niños no acceden a la educación inicial (5) (lo que no permitirá a las futuras generaciones salir de su condición), los indicadores de salud deberían avergonzarnos (6), el hambre acosa a numerosas familias y la desnutrición mata muchos niños injustamente.
Pero todo sucede en democracia, y a su vez en nombre de ella, donde muchos factores de poder se debaten entre el cinismo, la patoteril metodología sindical (que silencia la expresión ciudadana), un empresariado acomodaticio y complaciente por lo protegido y el mismo gobierno que ahora pretende perpetuarse ya que representa “el modelo” vigente, representado por “el mito” que pretende inmortalizar por todos los medios posibles, dadas sus "reconocidas bondades".
No hay acto, presentación, manifestación de adeptos, inauguración pública, etc. que se lleve a cabo en la que no se llore, cante, y se eleven loas “al mito” representativo del país que necesitamos (siempre queremos uno "que nos lidere" en nuestro imaginario colectivo, aún sin analizar el camino por el que nos lleva) que nos conduzca hacia los objetivos superiores que "él" interpretó para nuestra sociedad.
En el gobierno coexisten “las palomas” y “los halcones”. Bastante “acuerdistas” los primeros (dudosos ante un futuro incierto) y guerreros hasta el final los segundos (casi seguros de su victoria), ambos harán todo lo que esté a su alcance para perpetuarse en el poder: no por la gente sino porque contradiciendo a Bastiat “ellos siempre creen ser "los organizadores buenos".
Es cierto: solo en tiempos de democracia la libertad se puede lograr,.. pero la democracia no garantiza que se logre. Debemos luchar por ella y ponerle límites al gobierno, esta es una de las formas aceptables en la democracia.
De otra forma llegará el momento en el que muchos (la señora vieja del pueblo -la mamá de la profecía- que relata Gabriel García Marquez) vendrán a decirnos: "Yo lo dije, que algo muy grave iba a pasar en el pueblo y me dijeron que estaba loca".
Pero será tarde.
1.- Benegas Lynch, A. (h) “Doble discurso del gobierno argentino” en:http://cepoliticosysociales-efl.blogspot.com/2011/02/doble-discurso-del-gobierno-argentino.html o http://ciima.org.ar/2011/02/22/doble-discurso-del-gobierno-argentino/#respond
2, 3, 4, 5.- Informes IDESA Nº 370, 329, 338 y 344 (http://www.idesa.org)
6.- Filgueira Lima, E. “Los indicadores de salud en la Argentina de hoy” (2011)
7.- García Marquez, G. "Yo no vengo a decir un discurso" de Editorial Sudamericana, 2010
8.- Delgado, R http://www.analyticaconsultora.com/web/index.php/medio/94/el-empleo-estatal-crece-con-ms-fuerza-que-el-del-sector-privado
9.- Hayek, F "Los fundamentos de la libertad", 1960