SOCIEDAD: POR ISABEL RUBIO - NOTICIAS.IRUYA.COM

30.001: las palabras son símbolos

Decía Borges en su obra “El Libro de Arena” que “las palabras son símbolos que postulan una memoria compartida”. Esta ha sido una semana de mucha memoria en la Argentina, con muchas palabras e incontables símbolos.

26 de Marzo de 2011

Provoca satisfacción comprobar -en mi caso, a través de la lectura y contemplando imágenes- cómo se recuerda masivamente en las calles una fecha, el 24 de marzo, de memoria trágica. Provoca tristeza y un halo de desesperanza comprobar también cómo algunos, al recordarla a través de sus palabras, mancillan símbolos que son de todos; símbolos que deberían postular -como decía Borges- una memoria que se comparte pero que no es moldeable cual plastilina. Símbolos que, precisamente por su entidad colectiva y fuerza unitaria, no deberían ser utilizados de forma torticera.

Espero no herir a nadie -si lo hago de antemano me disculpo– si digo que al escuchar a Sergio Schoklender, apoderado de la Fundación Madres, o al Secretario de Comercio Guillermo Moreno recordar a Néstor Kirchner como el “desparecido” 30.001, vinieron a mi mente, (dicen que los extremos se tocan hasta unirse), aquellas patéticas imágenes en rueda de prensa de Jorge Rafael Videla. En ella, éste disertaba sobre la categoría jurídica o existencia cierta, no ya del término “desaparecido”, sino de las personas que por serlo lo hicieron carne.

Videla se permitía, en plena represión ilegal, definir a los desaparecidos con la palabra “incógnita” y afirmaba con frío aplomo y crueldad infinita que “no tenían entidad, no estaban ni muertos ni vivos, sino desaparecidos”. Aquel uso maniqueo de las palabras y el lenguaje no podría justificar ahora (ni nunca), por el sagrado respeto que deben provocar todas aquellas muertes, que la palabra y el símbolo “desaparecidos” se ensucie.

Puedo comprender en el plano afectivo -y, si me apuran, hasta político- el sentimiento de gratitud y añoranza que transitan todos aquellos que son seguidores del kirchnerismo o que, sin serlo, profesan afecto infinito por el señor Kirchner. Puedo comprender que, al recordarle en el primer 24 de marzo en el que no está físicamente, se desborden emocional e incluso verbalmente. Pero, aún comprendiendo lo anterior, no puedo avalar con mi silencio  que símbolos trágicos que pertenecen a todos y cada uno de los argentinos, se transformen en una suerte de cajón de sastre. Creo que debe señalarse todo esto, precisamente para que no se vuelvan a cometer ciertos errores que muchos de ustedes conocieron y que traen consecuencias muy graves. Es, pues, inaceptable, aún en el dolor, que se diga públicamente que el señor Kirchner es el “desaparecido” 30.001.

Se ha llegado al 24 de marzo de 2011 a costa de muchas vidas y gracias a la entrega, la labor y el trabajo de mucha gente. Gente que ha tenido o tiene –¿no los tuvo también el señor Kirchner?– su cara y su cruz, sus aciertos y sus errores, sus brillos y miserias: Ricardo Alfonsín padre, Luis Moreno Ocampo, Julio César Strassera, las Madres y Abuelas, decenas de jueces, y fiscales, periodistas, escritores, intelectuales, personas anónimas... y, cómo no, también Néstor Kirchner.

No voy a entrar a detallar qué hizo cada uno en vida o qué dejó de hacer y aquello que podría haber hecho para ser considerado impoluto o impecable, sino que resaltaré que todos ellos contribuyeron de algún modo a que hoy se pueda recordar con libertad y sin miedo en las calles. ¿Son todos los que ya no están y aportaron su grano de arena a ello “desaparecidos”? ¿Son todos los que todavía están físicamente entre nosotros, igual y justamente reconocidos y aplaudidos? Pensemos seria y honestamente en todas estas cuestiones porque, como también decía Jorge Luis Borges, “todas las teorías son legítimas y ninguna tiene importancia. Lo que importa es lo que con ellas se hace”.

Es cierto que hoy hay, en la Argentina, más conciencia política, más participación juvenil y más presencia masiva en este y otro tipo de aniversarios. Es igualmente cierto que ese camino no nació -por mucho que algunos se empeñen en referirlo- en el 2003, ni que sólo unos cuantos y no la mayor parte lo han recorrido con firme convicción democrática y las mismas esperanzas de un país mejor y más libre para sus hijos. Hijos de algunos que, como he visto en una serie de fotos, celebraron este 24 de marzo salivando o escupiendo imágenes de algunas personas mientras recibían un premio por hacerlo, y mientras sus padres aplaudían el gesto. Imágenes de personas muy conocidas que han sido sometidas al escarnio y la acusación pública, sin que la Justicia –elemento imprescindible en democracia– los haya juzgado o encontrado culpables de delito todavía. Delitos que, por otra parte, en caso de que existieran y fueran probados, la Ley –esa que se espera igual para todos– debería determinar si son de lesa humanidad o comunes y, por lo tanto, prescriptos. Esa Ley y esa Justicia han declarado esta misma semana, lo recuerdo por si algunos lo olvidan, prescriptos, por no poder considerarse de lesa humanidad. Delitos como el atentado de 2 de julio de 1976 contra la Superintendencia de Coordinación Federal, en el que 23 personas perdieron la vida.

Esos hijos que yo he visto en fotos y que salieron a la calle con sus padres, no vivieron la Dictadura y, por tanto, conformarán su memoria sobre la misma a través de las palabras y los símbolos que les leguemos. Considero que ese legado debe ser ante todo, ciento por ciento pacífico y respetuoso de la Ley y sus garantías, es decir, plenamente democrático.

Néstor Carlos Kirchner pudo -como antes lo hicieron otros- colaborar a que hoy pueda reivindicarse “Memoria, Verdad y Justicia”. Pero, para ello, no hubo de afrontar secuestros, torturas, picanas o "vuelos de la muerte". Su muerte, aún dolorosa, prematura y trágica, no fue consecuencia de ningún delito de lesa humanidad.

Tanto “Memoria, Verdad y Justicia” como “Desaparecidos”, son términos importantísimos que, como decía el escritor, refieren a “símbolos que postulan una memoria compartida”.

Cuidemos fielmente de ella.

 

Fotografía: Opinador Compulsivo, en http://articulos-interesantes.blogspot.com/

Por Isabel Rubio
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Artículo publicado en el portal Noticias.Iruya.com
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