Blas Altieri, Intendente de Pinamar y aliado de Daniel Scioli, en problemas

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). El lunes 30/05 no será un día cualquiera en Pinamar:  debería reasumir funciones como intendente Blas Altieri, pese a que en círculos políticos existen dudas de que así ocurra. Especialmente, luego que solicitase tres prórrogas consecutivas para extender la licencia de cinco días, que dio el lunes 16/05.
       
También, por la derivación de los hechos que lo obligaron a postergar el comienzo de aquel permiso que había previsto originalmente para el miércoles 27/04, cuando también se produciría el estreno de la norma sancionada por la Legislatura bonaerense a fines de marzo. El objetivo era conseguir que el presidente del Concejo Deliberante -y no el primer concejal electo- se convierta en su inmediato reemplazo.
           
Especulación que, alimentada por una serie de acontecimientos, configurarían el escenario más temido por el alcalde en su ausencia. Entre ellos, denuncias de irregularidades en su gestión, que echasen sombras sobre la popularidad cimentada en el poder municipal que ejerciera entre 1991 y 2007, cuando fue arrastrado por la ola del kirchnerismo. Ola encarnada en ese distrito por Roberto Porretti.
           
La destitución de Porretti -a partir de un caso de extorsión que se sustancia en el Juzgado Federal de Dolores- facilitó el regreso de Altieri, quien se impuso en las comicios para elegir un sucesor del depuesto y completar su mandato, con el explícito apoyo de Scioli, quien -de acuerdo a el diario El Día de La Plata- lo contaría como uno de los aliados vecinalistas que conformarían una lista que adhiera a su reelección.
           
El domingo 8 de mayo próximo-pasado, la televisión abierta (a través del programa CQC, por Telefe) fue el vehículo para que trascendiese la denuncia presentada en la UFI de esa ciudad contra el jefe comunal, por la distribución de viviendas sociales entre allegados al poder y familiares. Entre las beneficiarias figuran 2dosde sus hijas.
           
Una semana después, María del Carmen Falbo -Procuradora General bonaerense- dispuso la suspensión preventiva de Cristian Centurión, el único fiscal de Dolores en Pinamar y quien recibió esa denuncia. Algunos trascendidos indican que el funcionario judicial podría enfrentarse a un pedido de juicio político.
           
El atractivo  de Pinamar para la política no reside solo en su acotado caudal electoral, sino en sus playas por las que cada verano desfila el ambiente top de los artistas y empresarios. El del frente marítimo, conocido habitualmente como paradores, es otra de las urgencias que deberá atender el intendente al asumir: las concesiones precarias otorgadas durante el interinato de Rafael De Vito caducaron el sábado 30 de abril.
 

Respaldo
           
El jueves 31 de marzo, Daniel Scioli visitó Pinamar y compartió palco con Altieri y Rosana Di Pascuale, presidente del Concejo Deliberante: “Espero que en esta etapa, teniendo muy en cuenta las experiencias del pasado, que prevalezca en todo momento la unidad, la responsabilidad institucional, para buscar sin especulación lo mejor para Pinamar, acompañar el gran trabajo que está haciendo el Intendente, como lo acompañamos desde la Nación y desde la Provincia, con hechos y soluciones concretas."
           
Esas palabras del Gobernador fueron interpretadas en respaldo a Di Pascuale, cuestionada por el acuerdo político alcanzado con Altieri, de quien había sido rival en las elecciones del 2010 a instancias del vicegobernador y titular el PJ bonaerense, Alberto Balestrini.
           
Fuentes de la Legislatura local confiaron a Urgente 24 que el entendimiento entre ambos data al menos de unos meses antes y habría contado con el aval de Scioli y Balestrini, quien en público justificó la candidatura de Di Pascuale para que “el justicialismo tuviese candidato.”

En febrero de ese año, el Tribunal Número 1 en lo Criminal de Dolores confirmó los cargos en su contra, lo que le impidió volver a presentarse como intendente, pero sí mantener la banca como concejal obtenida el 28 de junio de 2009.
       
Di Pascuale -ex empleada del Registro Civil que depende del gobierno bonaerense- fue electa en la misma lista tras el acuerdo celebrado entre Roberto Porretti, presidente del justicialismo local, y su esposo, Mario Meliá, definido por el arco opositor a Altieri como “un puntero peronista capaz de movilizar 500 o 600 voluntades, definitorias de un comicio” sobre un padrón de 15 mil habilitados para sufragar.
         
Las mismas fuentes refieren que Meliá resultó un “aliado histórico” de Altieri durante los 16 años que se mantuvo en el poder, hasta que se le interpuso el Frente para la Victoria encarnado por Porretti y como parte del armado territorial de alianzas articulada por el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
           
En los comicios de 2010, Blas Altieri obtuvo casi el 47% de los votos, contra el 38,22% de la edil radical Mercedes Taurizano y el 11,51% de Di Pascuale, quien meses después, y casi sin oposición, logró presidir el Concejo Deliberante.


Alarma
 
La alarma entre los ediles sonó un año después, cuando Di Pascuale resolvió apartarse del bloque del Frente para la Victoria  y conformar otro junto a Víctor Pardo y dos representantes del Movimiento Unidos por Pinamar (MUPP), bajo el nombre de Frente Justicialista para la Victoria.
   
No era la primera división de la bancada K, de la que también se había alejado Alfredo Baldini para constituír junto a Rafael De Vito y Araceli Pavón, el bloque PJ Federal.  

Si bien es cierto que la distancia que Di Pascuale y Baldini marcaron con Porretti expresaba el desprestigio que lo rodea por la causa en que es investigado, llamó la atención que la presidente del Concejo comparta ubicación con la representación del vecinalismo, encarnado por  Juan Santoianni y Víctor Sosa. El otro bloque del Concejo es el  de la UCR, integrado por Mercedes Taurizano y Rubén Vidauli.
   
Pero más sorpresa  causó todavía que la Legislatura bonaerense sancionase una modificación a la Ley Electoral para que los intendentes electos sin lista de concejales fuesen reemplazados por el presidente del Concejo Deliberante.

Aprobada por unanimidad en ambas Cámaras el lunes 21/03, el proyecto fue presentado por Osvaldo Goicochea, presidente del bloque oficialista en el Senado y envuelto en versiones que aluden a su alejamiento del cargo después de las elecciones del 23 de octubre.
 
La necesidad de “cubrir un vacío legal” como dijo el legislador al diario Hoy, de La Plata, sienta un precedente curioso si, como ha sostenido recientemente la presidente Cristina Fernández, las leyes atienden cuestiones generales. El único caso alcanzado por la norma en la actualidad es el de Altieri.       
           
Junto a  Federico Scarabino, presidente del Senado, Carlos Mosse y Marta Helguero, Goicochea constituye la rotulada “mesa chica” de conducción en la Cámara alta ligada al viejo aparato del peronismo bonaerense que responde a Cacho Alvarez, Ministro de Desarrollo Social, ante la ausencia forzada de Balestrini, convaleciente de un ACV.
     
Al Vicegobernador se le atribuye haber sido el gestor del acuerdo mediante el que Di Pascuale se habría prestado a “perder” frente a Altieri, bajo la palabra de convertirse en su inmediato reemplazo en una ausencia que algunos imaginaron prolongada y como el inicio de la campaña proselitista de la edil para aspirar a la Intendencia.
         
Las versiones del alejamiento de Goicochea, con mandato hasta 2013, y la de Scarabino, quien concluye en 2011, se relacionan con el interés de los intendentes del Conurbano, vencedores en las elecciones de 2007 y que vienen pugnando por desplazar a la conducción del PJ. Razón por la cual la precandidatura a vicegobernador de Alvarez jamás prendió entre ellos.
       
El supuesto acuerdo entre Di Pascuale y Altieri habría incluído la designación de Meliá en un cargo que -dijeron algunas versiones- debía crearse para entender en las concesiones del frente marítimo que, de acuerdo a la oposición legislativa al Intendente, representó históricamente el 2% del Presupuesto Municipal. El presupuesto ronda, en la actualidad, los $120 millones.
       
De acuerdo a fuentes municipales, el decreto de Blas "Biaggio" Altieri para crearlo existió, pero no llegó a ver la luz luego que la oposición lograse remover a Di Pascuale de la presidencia el martes 12 de abril para elegir a Baldini. Ello tuvo lugar en medio de una tumultuosa sesión que incluyó el intento de la ex presidente por levantarla, a raíz de los disturbios que ocasionaron en el recinto funcionarios del propio gobierno municipal, según reflejaron medios de prensa locales. Di Pascuale fue reemplazada por Baldini, quien suplanta a Altieri durante su licencia.
 

Repercusiones
 
El escenario más temido por el intendente, y que habría incidido en demorar la solicitud de licencia al cuerpo legislativo, comenzó a cobrar cuerpo en mayo con una serie de novedades judiciales.

Entre ellas, la desestimación del recurso de amparo que Rosana Di Pascuale presentó ante la Corte Suprema bonaerense para reclamar por el desplazamiento del cargo.
 
Casi en simultáneo, la Procuradora María del Carmen Falbo ordenó la suspensión preventiva del Fiscal Centurión quien, en la primera semana de mayo, recibió la denuncia presentada por Lucas Ventoso sobre la entrega irregular de viviendas sociales de Altieri a familiares y amigos del poder.
   
En la presentación de Ventoso -asesor del bloque radical en Pinamar-, se refiere que las hijas del Intendente, María Constanza y Elena María, ocupan parte de los inmuebles financiados por el Instituto Provincial de la Vivienda. Lo propio sucede con una de sus sobrinas, María Laura Altieri, y Aquiles Linfante, un ex concejal vecinalista.
 
Los días en que se especuló con que Di Pascuale podría suplantarlo por un largo período, circuló la versión de una grave enfermedad que afectaría al Intendente, a quien habrían recomendado sus médicos permanecer lejos de las tensiones que produce la función pública.

La denuncia de Ventoso logró un eco atenuado en los medios masivos. Apenas CQC le concedió unos minutos durante la emisión del domingo 8 de mayo, con el estilo de ironía de las noticias que caracteriza a ese ciclo.