Cómo reducir los daños que las partículas de la erupción volcánica provocan en la salud
Las cenizas volcánicas son una mezcla de partículas minerales de diversos tamaños. La mayoría son abrasivas y lastiman las superficies del organismo donde se depositan. Recordemos que la piedra pómez y los polvos limpiadores de utensilios metálicos se extraen de las cenizas volcánicas.
Los volcanes también eliminan sustancias gaseosas, compuestas por vapor de agua mezclado con dióxido carbónico, dióxido sulfúrico, sulfuro de hidrógeno y flúor. Muchos de ellos -peligrosos para la salud- se filtran hacia la atmósfera, contaminando el aire y luego el agua y el suelo, con peligro para la vegetación, animales y la salud de los seres humanos. Por otra parte, cabe la posibilidad de producción de lluvia ácida, en virtud de la combinación del agua de la lluvia y dióxido de azufre, que ocasiona corrosión y severos daños ambientales.
El flúor puede ser absorbido por las partículas de las cenizas, y si se hallan en alta concentración, puede envenenar el ganado que se alimenta de pastos cubiertos por cenizas. También puede contaminar los suministros de agua potable.
Las cenizas volcánicas pueden provocar alteraciones en la salud, irritando y lesionando la nariz, bronquios, conjuntivas oculares y la piel. Las partículas inferiores a 10 micrones penetran profundamente en los bronquios, provocando síntomas que pueden ser severos, en especial en individuos que padecen enfermedades crónicas en las vías respiratorias como asma, EPOC y otras patologías.
Cuanto mayor sea la concentración en el aire de las cenizas, mayores serán los daños en la salud de las personas, en especial si las partículas muy finas son elevadas y si esto ocurre en aquellos lugares próximos a la erupción volcánica.
Medidas para reducir la exposición
* Evitar la entrada de las cenizas en los hogares y lugares de trabajo
* Usar lentes para proteger los ojos en las personas más expuestas
* Evitar beber agua de vertientes naturales
* Evitar la acumulación de cenizas en los techos
* Colocar toallas húmedas en umbrales y marcos de ventanas
* Al ingresar al hogar, cambiarse de ropas
* Aspirar los ambientes para disminuir la cantidad de cenizas
* No sacudir ni pasar el plumero
* Usar máscaras de alta eficiencia que filtran partículas muy pequeñas
* Los barbijos no filtran la totalidad de las partículas, en especial las muy pequeñas, ni gases tóxicos.
Para mayor información comunicarse con el Dr. Samuel Azar (Estación Aerobiológica Buenos Aires), en el teléfono móvil (011) 15 4 408 8557