SOCIEDAD: POR EL DR. ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO

Luis Muro de Nadal

Hoy ha muerto Luis Muro de Nadal, mi suegro pero, antes que nada, mi amigo.

17 de Junio de 2011

Fue un hombre culto, un hombre sano, un hombre valiente, un hombre trabajador, un hombre de profunda fe y, sobre todo, un hombre bueno.

 Nacido en España, en 1915, llegó a Argentina con pocos años, traído por sus padres, que ya vivían aquí. Sin embargo, siendo un joven estudiante de  ingeniería, sintió que Dios y su Patria estaban en peligro y, sin dudar, regresó para poner su vida a servicio de esa causa, y lo hizo durante tres años, en el frente de lucha.

Al terminar la contienda, nuevamente volvió a la Argentina para graduarse y comenzar a trabajar en su especialidad. Se casó en 1944 con Olga Gagliardi Vionnet, de quien enviudó hace muy poco tiempo. Juntos, fueron fundadores del Movimiento Familiar Cristiano en la Argentina.

En su digna vejez, su vocación por servir hizo que se integrara a esos samaritanos que, diariamente, llevan consuelo y compañía a los enfermos terminales en los hospitales públicos.

Su familia, encarnada en sus seis hijos, hoy se encuentra representada por sus nietos y bisnietos en Nueva York, en México, en España y en República Dominicana.

A poco de conocernos, hace hoy mismo cuarenta años, se transformó en mi gran amigo, reemplazando de algún modo a mi propio padre, muerto en 1979.

Me despido de él con enorme tristeza, pero con la certeza de que Dios lo está esperando en el Cielo para sentarlo entre los justos.

Que Cristo lo acompañe. ¡Adiós, Luis!

Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro -Abogado-, para El Ojo Digital Sociedad