INTERNACIONALES - URUGUAY: POR JORGE AZAR GOMEZ

Uruguay carece de capacidad de lobby y de inteligencia internacional

El gobierno de Montevideo no se ha percatado de que a Uruguay le ha faltado y le siguen faltando lobby e inteligencia internacional, a efectos de iniciar y dar continuidad a una política exterior, así como a una seria estrategia de comercio exterior y captación de inversiones.

27 de Noviembre de 2011

En política exterior, se hace difícil comprender cuál será la estrategia del Uruguay luego de la acusación directa del presidente de Francia, acompañado por el permanente acoso de la presidente de la Argentina hacia nuestro país.

Sucede lo mismo al elaborar una teoría sobre las relaciones actuales entre Argentina y Uruguay. Para algunos, estas han evolucionado en línea recta e ininterrumpida; para otros, en forma de espiral.

Lo expresado por Sarkozy en el G20 demuestra que el gobierno sigue sin rumbos ni estrategias, pues lo expresado por el mandatario galo era un tema que se encontraba en las agendas de la autoridades uruguayas. Estas no actuaron en su momento con un buen lobby, ni activando la inteligencia internacional.

Cuando existen problemas, nuestra diplomacia debe actuar. Cuando surgen dificultades, se mira a la falta de previsión del estado sobre los tiempos cíclicos en que los problemas aparecen.

Tal es así que debió salir el Presidente Mujica en una rápida gira, a los efectos de apagar el incendio, y hasta el momento tuvo una respuesta concreta del presidente de México y una declaración difusa del Brasil, tan propia de Itamaraty.

Es así que el canciller, Antonio Patriota, en una breve declaración a la prensa junto al canciller uruguayo, Luis Almagro, con el que se reunió, dijo: "Dilma Rousseff transmitió al presidente Mujica la inconformidad de Brasil con declaraciones de ciertos dirigentes que puedan dar margen en el tratamiento del tema tributario a estigmatización indebida de países".

Como se desprende de las declaraciones de Patriota, Itamaraty no menciona a Sarkozy. Habla de la inconformidad de Brasil con “declaraciones de ciertos dirigentes”, sin mencionar quiénes son. ¿Se refieren al mandatario francés, a la presidente argentina? Resulta tan vago este punto de la declaración, que se puede prestar a múltiples interpretaciones.

Finaliza el comunicado, expresando que esas sentencias "Pueden dar margen en el tratamiento del tema tributario a estigmatización indebida de países"... No mencionan directamente al Uruguay, ni desmienten que seamos un paraíso fiscal.

La Argentina se encuentra, hasta ahora al menos, sumida en un profundo y prolongado silencio del Gobierno, que sólo se atrevió a tildarnos por medio del canciller Timerman de "Guarida Fiscal" ("guarida": lugar donde se refugia y esconde un delincuente. Amparo, refugio, asilo. En este sentido, especifica el diccionario, guarida se toma a mala parte: guarida de ladrones, de contrabandistas, etc.).

De estas situaciones se desprende que necesitamos ubicar en los mejores lugares del planeta a nuestros mejores negociadores, para que cumplan la tarea de adelantarnos a las situaciones que pongan en situación incómoda al Gobierno y la imagen de la República Oriental del Uruguay.

En lo que a comercio exterior se refiere, teniendo en cuenta las trabas que encontramos en forma permanente dentro del Mercosur para colocar nuestros productos, hoy debemos dar respuesta eficaz a dos preguntas correlacionadas: ¿somos competitivos en otros mercados? ¿Tenemos una estructura de venta en el exterior acorde a nuestras necesidades inmediatas?

Aún nos falta mucho para ser competitivos. Se ha tenido temor de innovar. Jamás se ha creado una red de promoción y venta de los productos "Made in Uruguay".

Esta política debe complementarse, como he referido anteriormente, con la designación de negociadores con experiencia internacional, que concreten un lobby serio, efectivo y permanente en distintas zonas del planeta. Con el objetivo de abrir nuevos mercados, reafirmar y ampliar los que ya están y que políticamente le abran las puertas que nuestro gobierno necesita para hacer conocer sus estrategias políticas y comerciales.

Debemos estar preparados para realizar aportes de calidad. Como analistas, nuestras principales obligaciones son ofrecer información y proponer iniciativas a nuestros gobernantes pero, a la vez, abstenernos de cooperar con políticas erróneas.

Desde un ángulo productivo, la exportación es un fin que requiere una organización específica para promoverla y es lo que me lleva a sugerir, junto a otras acciones, la integración de nuestras embajadas al sistema de comercio exterior junto con un equipo de lobbistas.

Contabilizo, entre otros procedimientos, la reducción eficiente del gasto público; el dictado de una moderna reglamentación de protección de los mercados conquistados, declarándolos "Mercados de Interés Público o Nacional” (con severas sanciones para el exportador que perjudique la continuidad de la colocación de productos uruguayos en ese lugar por casos de mala praxis); y la reorganización eficaz de las agencias estatales, vinculadas a la exportación.

Si somos capaces de promover iniciativas inteligentes, el Uruguay puede convertirse en un importante exportador de productos elaborados, hacia mercados hasta hoy inexplorados.

Para ello, confianza y dirección con un sólido respaldo técnico son indispensables para recuperar la confianza para nuestro comercio exterior. Debemos y podemos desafiar el futuro.

Producir sin vender no lleva a nada, el Estado si no promueve una dimensión activa del comercio está ausente de las políticas fundamentales.

Al dejar librado todo a las reglas del mercado, que se arregle por sí solas, el Estado estuvo ausente en la definición de una política de comercio exterior.

Por eso debe existir una interrelación permanente entre el sector privado y el Estado, una verdadera alianza entre el Estado, los que producen, los que comercian y los que exportan. Esto debe ser una actividad de todo un país, así como una acción permanente de un lobby profesional que actúe en el lugar y en el momento adecuado.

Cuando hoy nos planteamos los problemas de competitividad, vale preguntarse: ¿por qué hoy? Porque la crisis nos llama la atención. Habiendo sido más competitivos ayer, mayores hubieran sido los ingresos, y mejor la posición para acceder a determinados mercados. Por ello, no debemos pensar en analizar las causas y actuar tardíamente: debemos vender hoy.

Made in UruguayLa imagen comercial de nuestro país en el exterior es baja, el marketing de nuestra nación, inexistente. El sistema de promoción internacional del Uruguay, en el mejor de los casos, resulta ineficiente. Y tenemos poco trabajo de inteligencia internacional.

Considero que nuestro país tiene la fuerza de lo natural frente a los países desarrollados que han abusado de fertilizantes y productos químicos. Esa variable de naturaleza también se encuentra en la fuerza de nuestros paisajes para la atracción del turismo, que es una manera de exportación.

Por ello, insisto, lo importante que es el lobby sea permanente. Esa inteligencia internacional, el comercio exterior, la imagen del país y nuestros productos en el exterior hacen a la imagen del país.

Es necesario crear esa corriente de simpatía y aplicar aquel principio que refleja que se debe producir en función de la demanda, antes que trabajar sobre la base de la oferta, el mundo se configura de esta manera. Atendamos a los requerimientos de la demanda y de los mercados y podremos ofrecer más presencia uruguaya en el mercado internacional.

Por Jorge Azar Gómez, ex representante de la República Oriental del Uruguay ante Naciones Unidas, para El Ojo Digital Internacionales