Economía 2012: la otra cara de la luna
Economía repetida, errores repetidos, crisis repetidas. No pueden esperarse resultados distintos. Los precios de los commodities, la capacidad instalada, su propio conservadorismo (paradoja) al desapalancar la economía, en especial el sector financiero, la falta de crédito privado para el sector público, han permitido prolongar el actual estado de cosas.
Ninguno de los aspectos mencionados permite sostener indefinidamente esta suerte de pseudokeynesianismo.
Sostenido en la caja, que se agota; en el sector agropecuario, que sufre la sequía; en las reservas, que disminuyen constantemente, tanto en valores absolutos, como en relación con los pasivos.
El respaldo de pasivos con reservas ha descendido al 58%, aún sin considerar reservas afectadas a eventuales préstamos del BIS.
El 50% de los activos del BCRA (mas de 4 veces el patrimonio) son adelantos transitorios al Tesoro y letras emitidas por el Tesoro a largo plazo y sin liquidez en el mercado.
El INDEC continúa mintiendo. No existen parámetros serios para negociar salarios, alquileres o deudas a largo plazo.
La eliminación de los subsidios en un estadio de precios relativos imposible de realinear, sin provocar conmoción en los presupuestos familiares y en el de las empresas (por derivación en salarios), con su consecuente traslado a precios y eventual caída de demanda.
El drama de los jubilados, que financian deuda pública a través del ANSES y perciben en su inmensa mayoría una jubilación mínima que colinda con situación de pobreza. Situación que afecta a los que han aportado poco, a los que no aportaron nunca y a los que aportaron para mucho más que esa jubilación paupérrima.
El drama ganadero, que se agrava día a día con cierre de frigoríficos, precio artificialmente bajos -por ahora- por caída de demanda, con tendencia a explotar en el mediano plazo, por falta de oferta.
Repatrian científicos y reiteran críticamente frases desafortunadas del pasado mientras que, al mismo tiempo, prescinden de los servicios de 1600 pasantes en el Conicet.
Critican la convertibilidad que defendieron en su momento a ultranza, porque esas voces críticas aparecen ahora como políticamente correctas, aportan votos y alejan a la ciudadanía de la posibilidad de adoptar conductas racionales.
Discriminan al interior en beneficio de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, para ganar electorado en los sectores geográficos de más alta densidad demográfica, con mejor relación costo/beneficio no sólo en términos económicos sino también en cuanto al esfuerzo logístico necesario.
Desprestigian y censuran a quienes alertan acerca de sus errores y peligros inherentes.
Prefieren el proteccionismo y la informalidad laboral a la creación de fuentes de trabajo transparentes y económicamente viables.
Fomentan la minería a cielo abierto, con el consecuente daño ecológico, como un método mas de mantener apoyo de gobiernos provinciales.
Presupuesto subestimado y mentiras del INDEC contribuyen a distribución discrecional de recursos por encima de una coparticipación federal de impuestos que ni el Gobierno Nacional ni los gobiernos provinciales tienen interés en dilucidar conforme lo dispone la Constitución Nacional.
Quienes se asustaron en el 2001, sembraron la semilla que los hizo sufrir en el 2002.
Hoy, se están terminando de generar las condiciones para un sufrimiento socio económico mayor aún.
Ojalá me equivoque.