Hugo Chávez Frías: su operación y la política del engaño
El 21 de febrero, el presidente Hugo Chávez dijo a los venezolanos que pronto se someterá a otra ronda de cirugía. La noticia de última hora fue característicamente breve y poco informativa...
El 21 de febrero, el presidente Hugo Chávez dijo a los venezolanos que pronto se someterá a otra ronda de cirugía. La noticia de última hora fue característicamente breve y poco informativa. Chávez dijo que los médicos habían detectado una nueva lesión en la misma zona de la cirugía del cáncer anterior. Afirmó que la lesión es pequeña.
Después de la extirpación de un tumor maligno, sin precisar el tipo, en junio de 2011 y de repetidas rondas de quimioterapia, Chávez aseguró a sus compatriotas que estaba libre de cáncer. Los venezolanos leales a Chávez se consolaron al ver que su presidente parecía más saludable, le volvió a crecer el pelo perdido e incluso fue capaz de dar un discurso sobre el estado de la nación por espacio de nueve horas a principios de enero. Chávez también estuvo lo suficientemente bien como para organizar una gran conferencia, darle la bienvenida a Mahmud Ahmadineyad de Irán y acusar a Estados Unidos de provocar el cáncer a líderes izquierdistas latinoamericanos. Chávez insistió en que estaba listo para un nuevo mandato de seis años – las elecciones presidenciales de octubre 2012 están cada vez más cerca.
Tras las primarias del 12 de febrero que vio surgir victorioso a Henrique Capriles Radonski como candidato único de la oposición, Chávez lanzó un feroz ataque contra su oponente, lo tachó de “majunche” y de “cochino”. También se reunió con Sean Penn, el actor americano y adulador de Chávez. Al tiempo que elogiaba a Chávez, Penn criticó a los candidatos presidenciales republicanos de Estados Unidos por sus actos de “demonización”.
Sin embargo, las afirmaciones de buena salud e invencibilidad política no han logrado impedir lo que parece ser el avance inexorable de la enfermedad potencialmente mortal de Chávez.
Comportándose con secretismo estatal, como es su costumbre, Chávez viajó a La Habana para más exámenes médicos durante el fin de semana del 17 al 19 de febrero.
Y con el jefe de Estado de Venezuela ausente, rápidamente empezaron a circular los rumores sobre su salud. El 20 de febrero, el ministro de Información de Chávez denunció el informe de que Chávez estaba de vuelta en La Habana para un tratamiento de emergencia afirmando que “Sobre rumores, guerra sucia de la canalla” y que es parte de la campaña de la oposición a causa de las elecciones presidenciales a celebrarse el 7 de octubre.
La noticia del 21 de febrero fue un nuevo bombazo en un campo de batalla lleno ya de cráteres.
La incapacidad crónica de Chávez y compañía para decir la verdad u ofrecer verdadera transparencia en un asunto tan crítico para el futuro de esa nación apuntan al actual curso de falsedad, engaño y conspiración interna que se cierne cada vez más amenazante en los meses previos a las elecciones de octubre . En estas condiciones, es importante que la administración Obama y los partidarios de la democracia en Venezuela trabajen para “restaurar algo parecido a un orden político y social en un país que se está desmoronando“.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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