Cuadragésimoquinto atentado frustrado: Estados Unidos no debe dormirse en los laureles
El viernes, las autoridades arrestaron a un hombre que intentaba llevar a cabo un atentado suicida contra el Capitolio de Estados Unidos. El intento marca por lo menos la cuadragésima quinta vez que se da a conocer públicamente un intento de atentado terrorista contra Estados Unidos desde el 11 de septiembre y es el sexto atentado de este tipo dirigido contra Washington, DC.
Este último intento de atentado sirve como un recordatorio más sobre la importancia de mantener robustas herramientas contraterroristas. Los terroristas siguen buscando hacer daño a Estados Unidos. La nación no debe caer en la complacencia.
Intento de atentado suicida
Amine El Khalifi, un marroquí de 29 años de edad que se encontraba en situación ilegal en Estados Unidos, fue arrestado el viernes camino al Capitolio de Estados Unidos. El Khalifi portaba un arma automática y un chaleco bomba con lo que se cree eran explosivos.
Un comunicado de la policía del Capitolio indica que el “arresto fue la culminación de una larga y amplia operación durante la cual el individuo se encontraba estrecha y cuidadosamente monitoreado” [1]. Las fuentes indican que El Khalifi ha estado bajo investigación durante más de un año.
Agentes encubiertos del FBI, que El Khalifi creía que eran de al-Qaeda, le proporcionaron lo que él pensaba eran explosivos y una pistola para llevar a cabo su atentado. El público, sin embargo, nunca estuvo en peligro ya que los agentes del FBI habían dejado las armas inutilizadas. El Khalifi presuntamente barajó una serie de objetivos, incluyendo instalaciones militares, generales del ejército americano, un restaurante y sinagogas, antes de decidirse por el Capitolio de Estados Unidos.
No dormirse en los laureles
La desarticulación de esta trama terrorista es otro ejemplo del éxito de las fuerzas de seguridad y del sistema de inteligencia de Estados Unidos en la lucha contraterrorista. Sin embargo, este éxito no debe darse por sentado. Los terroristas siguen buscando hacer daño a Estados Unidos y frustrar el próximo complot terrorista requiere que la nación permanezca vigilante.
A la luz de los recientes cambios drásticos hechos en la reciente National Strategy for Counterterrorism (Estrategia Nacional para Combatir el Terrorismo) de la administración, es el momento para que el país tenga un serio debate sobre si la actual estrategia de lucha contra la constante amenaza terrorista hace que estemos más seguros. Dejando a un lado la política partidista, hay serios problemas, incluso con esta última exitosa intervención, sobre si el país está listo para la próxima ola de terrorismo [2].
Con el fin de ayudar a frustrar el próximo atentado terrorista el Congreso y la Casa Blanca deberían:
- Examinar los vacíos en el intercambio de información y mejorar la cooperación entre agencias. Las iniciativas para incrementar el intercambio de información entre el gobierno federal, las fuerzas de seguridad estatales y locales así como con los aliados internacionales –al tiempo que se mejora la cooperación entre agencias en todo el gobierno federal– son vitales para proteger a Estados Unidos de la constante amenaza terrorista. El arresto en el más reciente complot al parecer revela un importante grado de cooperación entre el FBI y la policía del Capitolio. Si bien el nivel de comunicación entre estas dos fuerzas de seguridad y organismos de investigación aún no ha sido revelado, el complot sirve como crucial recordatorio de la importancia de una fuerte cooperación entre agencias y del intercambio de información para detectar complots terroristas mucho antes de que la ciudadanía esté en peligro.
- Mantener herramientas contraterroristas esenciales. Respaldar importantes herramientas de investigación tales como la Ley PATRIOT es fundamental para mantener la seguridad de Estados Unidos y luchar contra las amenazas terroristas. Disposiciones claves dentro de esta ley, tales como la autoridad para vigilancia itinerante y la disposición para acceder a documentos de las empresas, han demostrado ser esenciales para frustrar planes terroristas, sin embargo aún requieren una nueva autorización cada año. Con el fin de asegurarse de que las fuerzas de seguridad y de inteligencia tengan las esenciales herramientas contraterroristas que necesiten, el Congreso debería solicitar que la Ley PATRIOT no prescriba automáticamente y hacerla permanente.
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Aplicar plenamente una estrategia de lucha contra el extremismo violento. La lucha contra el extremismo violento es una importante iniciativa complementaria para una eficaz estrategia contraterrorista. Este pasado mes de agosto, el gobierno de Estados Unidos lanzó un plan denominado “Empowering Local Partners to Prevent Violent Extremism in the United States” (Empoderando a los socios locales para prevenir el extremismo violento en Estados Unidos) [3]. La estrategia se centra en esbozar cómo las agencias federales pueden ayudar y capacitar a las autoridades locales, grupos y organizaciones privadas para prevenir la violencia del extremismo. Esto incluye el fortalecimiento de la cooperación de las fuerzas de seguridad y ayudar a las comunidades a entender cómo protegerse de la y contra la propaganda extremista (especialmente vía Internet). Lamentablemente, este plan no es una verdadera estrategia. No es capaz de asignar responsabilidades, de dirigir acciones ni de invertir recursos. Se debería hacer más para transformar una larga lista de buenas ideas dentro de un programa eficaz para apoyar a las comunidades en la protección y el fortalecimiento de la sociedad civil.
La necesidad de una vigilancia continuada
Han pasado más de 10 años desde los atentados del 11 de septiembre. Desde entonces, por lo menos conocidos públicamente, se han frustrado 45 atentados terroristas. Este último complot sirve como un importante recordatorio de que la amenaza del terrorismo no ha disminuido. Estados Unidos debe seguir alerta.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
Referencias
[1]Billy House, ‘Suspected Capitol Bomber Was Under FBI Scrutiny”, National Journal, 17 de febrero de 2012, en http://www.nationaljournal.com/suspected-capitol-bomber-was-under-fbi-scrutiny-20120217 (17 febrero 2012).
[2] Grupo de Trabajo de Contraterrorismo de la Fundación Heritage, “Una estrategia de contraterrorismo para ‘la próxima ola’”, Fundación Heritage Informe Especial Nº 98, 24 de agosto de 2011,en http://www.heritage.org/research/reports/2011/08/a-counterterrorism-strategy-for-the-next-wave
[3] Comunicado de prensa, “Empowering Local Partners to Prevent Violent Extremism in the United States”, La Casa Blanca, 3 de agosto de 2011, en http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2011/08/03/empowering-local-partners-prevent-violent-extremism-united-states (17 febrero 2012).
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