El Dr. Afridi, Paquistán y los Estados Unidos
Los oficiales militares pakistaníes se sintieron muy ofendidos por la operación unilateral de Estados Unidos del año pasado en su país para eliminar al terrorista más buscado del mundo, Osama bin Laden...
Los oficiales militares pakistaníes se sintieron muy ofendidos por la operación unilateral de Estados Unidos del año pasado en su país para eliminar al terrorista más buscado del mundo, Osama bin Laden. Y con el enjuiciamiento la semana pasada del Dr. Shakil Afridi, que ayudó al gobierno de Estados Unidos a rastrear a bin Laden, parece que los líderes pakistaníes están tratando de restituir su orgullo herido y reafirmar la soberanía pakistaní. Lo más probable es que unas medidas tan torpes sólo denigren la imagen internacional de Pakistán y eso haga que sea más difícil de convencer a la comunidad internacional sobre la determinación de Islamabad a combatir, no a posibilitar, el terrorismo.
El Dr. Shakil Afridi fue detenido por las autoridades pakistaníes unas semanas después de la operación del 2 de mayo de 2011 que acabó con Osama bin Laden. El Dr. Afridi, a instancias de Estados Unidos, al parecer llevó a cabo una campaña de vacunación en Abbottabad en un intento de conseguir pruebas de ADN de los residentes en el complejo de bin Laden. Afridi no pudo obtener las muestras, pero las autoridades de Estados Unidos han reconocido que proporcionó información que los ayudó localizar a bin Laden.
Una corte tribal pakistaní lo sentenció la semana pasada a 33 años de prisión. Los informes de los medios de comunicación dicen hoy que la corte tribal lo condenó pero no por cooperar con el gobierno de Estados Unidos, sino por cooperar con combatientes en las áreas fronterizas tribales. Casi sin lugar a dudas, las autoridades pakistaníes han falseado los cargos contra Afridi para poner en duda su carácter y hacer más difícil que Estados Unidos lo defienda. Lo más probable es que la torpeza pakistaní sólo enfurezca más a las autoridades americanas.
Estados Unidos tiene la obligación de hacer todo lo que pueda para ayudar a asegurar la segura liberación del Dr. Afridi. Algunos informes de medios de comunicación indican que el Dr. Afridi podría haber rechazado un ofrecimiento por parte del gobierno de Estados Unidos para abandonar el país inmediatamente después de la operación contra bin Laden. Aunque, a posteriori, su decisión fue terriblemente imprudente, Afridi dice que nunca imaginó que sería castigado por ayudar a localizar al ideólogo del 11 de septiembre.
La sentencia de Afridi es el más reciente escollo de la serie de problemas a los que se enfrentan las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán. Al aplicar una condena de prisión tan larga a Afridi, Pakistán está demostrando que está adoptando un torpe planteamiento de las relaciones con Estados Unidos. Los oficiales militares pakistaníes deben dejar de ver la operación contra bin Laden como un desaire y en cambio reconocer la amenaza que los terroristas suponen para el futuro de su propio país. Las constantes tensiones entre Pakistán y Estados Unidos ponen a ambos países en desventaja frente a los terroristas. El caso Afridi es una distracción del verdadero trabajo que es necesario hacer.
El enjuiciamiento del Dr. Afridi por parte de Pakistán bajo cargos falseados no sólo es un mal indicativo de las credenciales antiterroristas de Pakistán, sino que supone una burla al Estado de Derecho en este país. Sin embargo, al tratar de desagraviar lo de su soberanía, los líderes pakistaníes están reforzando el porqué Estados Unidos actuó unilateralmente contra bin Laden desde el principio y por qué la confianza internacional sigue siendo esquiva respecto al compromiso de Pakistán en la lucha contra el azote terrorista.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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