ECONOMIA: ROBERTO CACHANOSKY

Confirmado: se nos ríen en la cara

Las delirantes afirmaciones sobre pensar en pesos de la presidente y Aníbal Fernández, senador nacional por la provincia de Buenoas Aires, más otras perlitas más de la semana pasada, confirma que se nos rién en la cara.

07 de Junio de 2012

Roberto Cachanosky es Profesor titular de Economía Aplicada en el Master de Economía y Administración de ESEADE, profesor titular de Teoría Macroeconómica en el Master de Economía y Administración de CEYCE, y Columnista de temas económicos en el diario La Nación (Argentina).

Las delirantes afirmaciones sobre pensar en pesos de la presidente y Aníbal Fernández, senador nacional por la provincia de Buenoas Aires, más otras perlitas más de la semana pasada, confirma que se nos rién en la cara.

Mientras Cristina Fernández afirmaba que viene un nuevo mundo, pero algunos están atados al viejo y reclamaba que los argentinos no piensen en dólares, que lo hagan en pesos, Aníbal Fernández, en una entrevista radial con Magdalena Ruíz Guiñazú, casi a los gritos decía que el tiene dólares porque se le canta. También a los gritos le respondía a la periodista, cuando le preguntaba si tenía dólares: “Y usted qué le importa”.

Si esa preguntara me la formularan a mí, la respuesta de Fernández sería la correcta, pero resulta que el ex duhaldista devenido en ultra kirchnerista fue jefe de gabinete, ahora es senador por el oficialismo y pocos días atrás afirmaba, en otra entrevista radial, que los argentinos tenemos que ir acostumbrándonos a pensar en pesos.

Si todo el gobierno viene afirmando esta pavada de tratar de pesificar de facto la economía, la respuesta de Fernández es un descaro. En efecto, él dijo que había comprado dólares en tiempos pasados, no ahora, como una forma de justificar la tenencia de dólares. El problema es que esa no es una excusa para seguir teniendo dólares. Si, como él afirmó y el resto del gobierno insiste, los argentinos tenemos que empezar a pensar en pesos, lo que debería hacer Fernández, para ser creíble en su discurso, es vender los dólares al tipo de cambio oficial, de la misma forma que el gobierno obliga a los exportadores a vender sus divisas al dólar oficial, y hacer un depósito a plazo fijo en pesos al 9 o 10 por ciento anual. Total, si como dice el INDEC oficial, la inflación es del 9%, no va a perder plata. Salvo que piense que la inflación va a ser del 30% anual.

¿Acaso no es el gobierno el que dice que no hay que pensar en dólares y que los que fugan capitales son traidores a la patria? Bueno, para demostrar su patriotismo y fe en el modelo, que venda sus dólares, los coloque a plazo fijo en pesos así los bancos pueden prestarle a la gente sus ahorros. Esa es la forma en que funciona el mercado crediticio. Unos ahorran vía el mercado de capitales para prestarles a otros para que consuman o inviertan.

Pero con los dichos de Fernández quedó en claro que la inclusión social del kirchnerismo es en base a la plata del trabajo ajeno, porque de la de ellos no parecen estar dispuestos a poner un peso.

Pero aquí no termina la historia. El gobierno fue cerrando la compra de dólares para los particulares mediante mecanismos arbitrarios. La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) autoriza al que se le da la gana violando todos los principios constitucionales, persiguen a la gente con perros por la calle para ver quién anda con dólares, hay que explicarle a la AFIP dónde viajo, porqué viajo, con quién viajo, etc. para poder comprar dólares, las empresas no pueden girar utilidades al exterior, las importaciones se autorizan como se le canta a Moreno y ahora se espantan porque dicen que hay una operación mediática para asustar a la gente con la pesificación. Son ellos los que hacen lo imposible para asustar a la gente. Y hacen todo eso porque la realidad es que el Central no tiene los U$S 47.000 millones que dice tener.

Dijo Cristina Fernández: "Quiero convocar a todos los argentinos a que más que lo que leen piensen en lo que pasó en el país en los últimos nueve años, y allí encontrarán la clave de lo que somos capaces de hacer y, también, de lo que nunca seremos capaces de hacer". Coincido, en estos nueve años ignoraron los fallos de la Corte Suprema de Justicia, confiscaron nuestros ahorros en las AFJP (administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones), destrozaron el sistema energético, la política ganadera hizo que consumieran 15 millones del stock ganadero, nos prohíben comprar dólares como si fuésemos delincuentes, confiscaron las acciones de Repsol sin indemnización previa y ley, Moreno (Secretario de Comercio del Interior) es un burócrata todo poderoso que, sin firmar una resolución, da órdenes por teléfono diciendo qué hay que vender, a qué precio, en qué cantidades, adelantaron a su antojo las elecciones del 2009, y el listado sigue.

Cuando analizo lo que han hecho en estos nueve años para ver qué son capaces de hacer la respuesta es clarísima: pueden sobrepasar todos los límites imaginados a la hora de cometer barbaridades económicas, ignorar el orden jurídico y confiscar a diestra y siniestra, sabemos qué pueden llegar a hacer y qué es seguro que no van a hacer: someterse al Estado de Derecho.

En 2003 el Estado Nacional recaudó $ 72.248 millones. En 2012 ingresaron en las arcas estatales $ 540.134 millones, es decir, en pesos multiplicaron por 7,5 veces los ingresos solo del Estado Nacional, es decir, sin contar la carga tributaria provincial y municipal. Y a pesar de haber multiplicado por 7,5 los ingresos fiscales hoy tiene déficit en las cuentas públicas y no saben qué caja manotear. Eso han demostrado de lo que son capaces de hacer en estos 9 años.

Si medimos la recaudación en dólares, pasó de US$25.516 millones en 2003 a US$130.769 millones en 2012. Multiplicaron por 5,3 los ingresos fiscales medidos en dólares y encima no les alcanzan los dólares para pagar la deuda pública al punto que fuero por las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y encima no le dejan comprar libremente dólares a la gente. Eso han demostrado de lo que son capaces de hacer en estos 9 años.

Con estos datos solamente podemos advertir de lo que son capaces de hacer: despilfarrar los recursos de los contribuyentes en una orgía populista para acumular poder.

Cristina Fernández también afirmó: "Se han perdido muchos silo bolsa en Carlos Casares, en Azul, por las inundaciones, que no es nada bueno. Yo desde acá les dije no especulen, vendan que está a buen precio. La avaricia, tener mucho y querer más, es un pecado". La verdad es que el crecimiento patrimonial de los Kirchner no parece coincidir con este párrafo de doña Cristina.

Apelando a la paciencia del lector transcribo otro párrafo del discurso de la presidente: "Olviden la especulación, piensen en sus hijos y vean lo que está pasando en el mundo. A todos nos gusta tener siempre más, es una conducta del hombre, pero cuando esto traspasa algunos límites trasciende la racionalidad humana". Dígame realmente el lector si, definitivamente, no se nos ríen en la cara amparados en la impunidad que les otorga el monopolio de la fuerza que les delegamos.

Finalmente, ante las denuncias de eventuales coimas en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Ottavis dijo: “Es mi teléfono el de la foto. (...) Clarín pone una foto confusa, trucha, poco clara, y dice algo que no es real. La impunidad de este diario, de violar la intimidad de un trabajador, de una persona, asusta. Mienten porque lo de ayer es histórico". Ottavis se queja porque dicen que violan su intimidad. ¿Qué tenemos que decir el resto de los mortales que para comprar un dólar debemos darle a la AFIP información privadísima o para viajar al exterior tenemos que contar nuestra vida particular? Insisto, amparados en la impunidad que otorga el monopolio de la fuerza, si nos ríen en la cara. Pero, como dice el dicho, ojo que el que ríe último, ríe mejor. No vaya a ser cosa que un día las cosas se den vuelta y se les borre la sonrisa de la cara cuando, restablecida la república, tengan que dar explicaciones de infinidad de causas que hoy duermen en el los escritorios de algunos jueces.

Este artículo fue publicado originalmente en Economía Para Todos (Argentina) el 6 de junio de 2012.

Roberto Cachanosky | Publicado en Cato Institute, web oficial