POLITICA: LIC. GUSTAVO ADOLFO BUNSE

La calle, como último escenario

Si ella convirtiese sus depósitos en dólares a pesos (pero todos, absolutamente todos), eso significaría algo. Va a traer los fondos "desaparecidos de Santa Cruz, desde un lugar que muy poca gente conoce...

08 de Junio de 2012

Si ella convirtiese sus depósitos en dólares a pesos (pero todos, absolutamente todos), eso significaría algo. Va a traer los fondos "desaparecidos de Santa Cruz, desde un lugar que muy poca gente conoce:

Keytrade Bank
Vorstiaan 100 Bld souverain
Bruselas (Brussels) 1170
Bélgica


Y tendremos, así, una caravana de camiones de caudales para trasladar -desde Ezeiza- unos 3600 millones de pesos, a los que se deben sumar sus otros miserables 18 millones de pesos locales… a tasas siderales.

Son catorce furgones transportadores de caudales.

Twitter, Lic. Gustavo A. BunseOcupan, más o menos, una cuadra y media de vehículos blindados. Todos ellos, de sus amigos de Prosegur… si conservan distancia reglamentaria de tránsito intervehicular.

El precio de ese faraónico traslado (a tarifa módica) no puede ser menos que 300 mil dólares.

Hasta aquí, sólo resta preguntarse qué hubiese pasado si Víctor Hugo no proponía convertir a pesos las tenencias en dólares.

Siempre, uno de “los miserables” -salido de aquella famosa obra- hace alguna propuesta a una jerarquía superior que le produce beneficios.

Ella toma, pues, propuestas que provienen desde abajo de una piedra.

Una parte considerable de su dogma consiste en la reivindicación pública de la lucha armada de los años setenta. Básicamente, referida al proceder de las organizaciones civiles violentas, contra el régimen constitucional de la entonces presidente María Estela Martínez de Perón.

Una lucha en la que, reiteradamente, sugirió haber estado con su esposo sufriendo, por ella, una fabulosa pero jamás constatada persecución de la dictadura militar.

Presidente Cristina Fernández WilhelmEn eso cree. Al menos, como instrumento para sus objetivos personales.

He dicho varias veces que se trata de su "dogma", para definir aquello en lo que se ha convertido el efecto de su prédica.

Por cuanto es nada más y nada menos que eso: un dogma.

No es una ideología en sentido puro y ni siquiera es algo que deviene de sus emociones. No es, tampoco, algo que se presenta como axioma.

Axioma es una verdad que no necesita demostración (dos más dos son cuatro).

Dogma equivale a "Compórtate bien, que irás al Cielo si haces lo que digo. Mi voz es la verdad revelada que tú debes seguir ciegamente".

Las madres de los desaparecidos y los hijos son el núcleo destinatario de su palabra laudatoria permanente; los hijos son La Cámpora. A la juventud, sin excepción, trata de enviarles un mensaje amigable en el que les sugiere que actúen y sean en todo en su vida. A imagen y semejanza de aquel núcleo.

Los cánticos que deja crecer en sus actos -y que alienta con sus gestos plañideros- dicen concretamente que "Si acaso la quieren sacar, flor de guerra van a armar". Los contesta con un demencial "Vamos por todo"

Mucha gente supone que ella ha caído en las preferencias electorales.

Craso error, pues no lo ha hecho. Precisamente, por seguir irradiando un dogma y por ser refractaria a cualquiera de las impugnaciones que pueda merecer, en virtud de las gravísimas irregularidades que están arrasando con la capacidad de asombro de la población.

Ella parece seguir siendo una portadora de aquella “verdad revelada”. El trágico arquetipo de las preferencias electorales de una sociedad que se halla extasiada por su dogma, huérfana por completo de referentes.

Mantiene una imagen y una intención de voto que sólo pueden explicarse a partir del desierto político de la oposición y por la enorme irresponsabilidad de miles de ciudadanos transidos de desinterés, muy contaminados por el desdén. O atados a la administración estatal en los tres niveles.    

Se muestra en medio de una catástrofe económica provocada por ella misma. Con el robo y las mentiras de la inflación. Como una mujer débil muy preocupada por los poderosos, por los ricos… y por su avaricia. Dice que eso no es otra cosa que un pecado capital.

Pero ella tiene pecados que son “capital y provincia”.
 
Lo trágico e indignante es que ella es una de las millonarias en dólares del país, con el agravante de que su fortuna no pasa el menor examen de un contador aprendiz, en orden a la justificación de su origen.

Para decirlo sin ambages: se la robó. Y sumó a eso todo lo que heredó del desfalco perpetrado por el corrupto de su marido.

Prepara el terreno de las justificaciones. En sus tres últimos discursos, dijo una mentira enciclopédica: "Se nos cayó el mundo encima". Y las culpas las tiene Europa. Falso de toda falsedad.

Europa no está impactando en absoluto. Pero le sirve perfectamente bien como chivo expiatorio.     

Ella es una víctima de todo: de Europa. De algún “poder superior”. De los medios. O de cualquier bulto que se menee. Cualquier colectivo la deja bien en esa materia. Entre los culpables internos, cualquiera que proteste por el desastre al que estamos asistiendo a diario es candidato a ser culpable y, además, a ser imputado por cualquiera de sus fiscales con el argumento ortopédico de la Ley Antiterrorista.

Lo que se presenta hoy desde su atril como una aparente impotencia, por algunas supuestas serias obstrucciones de gestión que se aplican desde otros lugares, es lisa y llana corrupción e inoperancia de su propia mano.

La oposición saca de sus catafalcos a algunos muertos que tambalean en medio de un averno de perversos, que navegan parejamente con el desdén de los imbéciles.

Un cuadro de horrores que, por repetido, se integra a nuestro paisaje cotidiano de la vida. Sólo su cara de mármol y el desdén ciudadano se lo permitirán.

Es verdaderamente insólito. Pintoresco… y hasta panglosiano.

Lo que tiene para mostrar es esta obra maestra del abandono. Algo realmente singularísimo, que tal vez se halle íntimamente ligado al concepto de "vacío". Una especie de estado de Nirvana que muchos estudiosos occidentales llegan a pensar como una suerte de nihilismo.

El mundo de las calamidades es sólo un reflejo de la conciencia que toma un punto de vista fijo y arbitrario, llamado ego (que es la imagen mental de nosotros mismos), identificándose con este principio irreal.

Lo anterior puede hacer del Nirvana un estado de carácter eterno, en el que desaparecen las preocupaciones, la conciencia más elemental de la propia responsabilidad, el sufrimiento, el deseo y la noción individual.

Con el Nirvana, puede alcanzarse -una vez que se logra- la liberación de las leyes del karma. Ella ya ha encarnado, definitivamente, en un ser inoperante.

Por eso, ha de propiciar -en su momento- un escenario al que teme y del que se quiere curar en salud: la calle, como última ratio.

Un escenario en el que la fractura social que ella misma ha logrado fogonear se convierta en un enfrentamiento civil violento, por la toma simbólica de los espacios que son el emblema de esa calle.
 

Por el Licenciado Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política
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Lic. Gustavo A. Bunse