POLITICA - OPINION: MARIA CELSA RODRIGUEZ

Desprolijidades

Vemos últimamente que hay un evidente y desarrollado hastío social que, de pronto, se levantó en voces cansadas de soportar la ausencia de moral y la carencia de ética en todos los manejos del poder. Un poder que elude toda responsabilidad.

18 de Junio de 2012

A tal punto que se ha echado por tierra todo manejo racional y consciente que, a la larga, está depurando la poca confianza que queda, de parte del pueblo.

La imagen se ha debilitado, y exponen sus mas vicerales miserias, abiertas a los ojos de todos. Siguen satisfaciendo sus caprichos con la soberbia ciega y sorda que les brinda el poder.

CFK, furiosaHan caído en el egoísmo de priorizar sus propios intereses, sin hacer ningún tipo de análisis racional de valuación, si es que estos intereses son plausibles de cara al interés general.

De pronto, comienzan a exhibirse las fisuras de sus desinteligencias. Comienzan a notarse desprolijidades y ya parece no importarles si ven bien o mal. Lo que dicen, viene sin filtro alguno.

Demuestran un estado de omisión frente a la soberanía de la ética. Caminan con los ojos cubiertos, movidos solo por sus caprichos. Adolecen de un criterio racional por lo que no tienen un plan serio, sino que se mueven por la temperatura de las circunstancias. Toman decisiones apresuradas, donde cualquiera es vocero oficial y sale a decir prácticamente cualquier cosa. Como lo que pasó días atrás con "Vivarachol" Anibal Fernández, quien salió a hablar del tema del dólar, dando por sentado una cotización de la que no estaba seguro que pasaría. Lo que él pronosticó con tanta premura.

No existe un mensaje lineal, y ello hace que, a diario, vayan tropezando en equivocaciones, siempre distorsionando la realidad  a su antojo.

Ignoran lo que sucede genera una puesta en escena grotesca, como el episodio de Angola o lo ocurrido con la señora de La Quiaca (Salustriana), quien sostuvo un diálogo de sordos con la Presidente. La mencionada quería rutas y viviendas para su gente, y la primera mandataria solo quería demostrar que los subtes era también del interés de la gente del interior. También puede recordarse la oportunidad en que criticó a un abuelo, tildándolo de amarrete, por querer regalarle diez dólares a su nieto (tras que la AFIP se lo impidió).

Esto nos hace sentir, abiertamente, que se nos ríen en la cara.

Quizás todo sea el resultado de no tener una conciencia activa de lo que realmente sucede, y por ello deciden hacer lo que se les plazca. Sin importar que esas decisiones nos conduzcan a un abismo. O tal vez son conscientes de sus falencias, pero no les interesa realmente, y siguen yendo "por todo".

Se los observa desenfocados en su criterio; el episodio de Daniel Reposo fue un claro ejemplo al respecto. Papelón del que jamás se midieron consecuencias, pues ya conocían de antemano que el funcionario no era apto para el cargo al que se postulaba. Siguieron adelante...

Por fortuna, después de la vergüenza que Reposo experimentó en el Senado, llegó la renuncia. Gracioso fue el entorno que laboriosamente se confeccionó a su alrededor y que -cual película cómica- trataron de apuntalar, en tanto el candidato carecía de cimientos.

Presentan una imagen patética y caminan como parásitos de un sistema que comandan de modo irracional ante la vista del público. Se imitan entre sí, aplaudiendo y sonriendo sin estar seguros de lo que hacen. Siguen la voz de mando de "Ella", que los obliga a asumir acciones y responsabilidades frente a las cuales son irresponsables. Y nosotros, las víctimas de sus errores, somos los causantes de su fortaleza.

Han perdido el curso de la seriedad y ya se manejan con una impunidad que preocupa. Mientras, el barómetro del humor social se percibe elevado. Los crecientes cacerolazos son cabal muestra de ello. Otro tanto sucede con las movilizaciones programadas por la CTA, con los cien cortes realizados en todo el país pocos días atrás. A esas protestas se ha sumado el Campo argentino. Finalmente, es de público conocimiento que la CGT ya no puede sostener su paciencia.

Así las cosas, desde el Gobierno Nacional, todo parece autismo, y allí se consolida la resistencia a enfrentar la realidad.

María Celsa Rodríguez / Chaco Realidades, para El Ojo Digital Política