¿Por qué Cristina Fernández Wilhelm desprecia al congreso paraguayo?

Mucho se ha preguntado respecto de los motivos ocultos que motivaron a la presidente argentina Cristina Elisabet Fernández Wilhelm a defender con firmeza a Lugo. Nuevas revelaciones reafirman las hipótesis relacionadas con negociados millonarios y una portentosa corrupción.

A tal respecto, se ha conocido que gran parte de la furia demostrada por la Presidente no sobreviene -como se ha hecho creer al público- a raíz de la delicada situación política paraguaya. Antes bien, el escenario exhibe un poderoso motivo de frustración, tras no haberse llegado a tiempo de firmar los convenios para las obras de Aña Cuá (complementarias de la represa binacional Yacyretá), con una inversión estimada de 500 millones de dólares. Porciones mayoritarias de ese dinero hubiesen tenido como destino una ingeniería de cuentas bancarias pensadas para triangular un negociado entre el fallecido Néstor Carlos Kirchner, el ministro Julio De Vido, Fernando Lugo y el funcionario guaraní Miguel López Perito (a la sazón, jefe de Gabinete). Aquí reside, fundamentalmente, la diatriba de la mandataria argentina en perjuicio del parlamento de la República del Paraguay que, oportunamente, había rechazado la aprobación del costoso y polémico proyecto.

Corresponde retrotraerse en el tiempo: en el mes de agosto de 2011, la delegación paraguaya ante el Parlamento del Mercosur presentó una nota de protesta, donde se expuso: "La Representación Paraguaya ante el Parlamento del Mercosur reivindica los legítimos derechos de nuestro país y considera que estas razones fundamentan la emergencia de una causa nacional que debe ser honrada en todas sus etapas; por tanto, exhorta al Gobierno Nacional a negociar con firmeza, sin concesiones denigrantes ni excepciones injustificadas, en el relacionamiento con la República Argentina. Caso contrario, el pueblo paraguayo, en su calidad de soberano y mandante de las autoridades constituídas, podrá pacíficamente -y a través de sus órganos competentes- exigir al Gobierno a frenar de inmediato, en el estadio que fuere, el polémico proyecto Aña Cua que, reiteramos, en ningún caso podrá avanzar sin la intervención del Congreso Nacional".

En otro orden, el líder de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, declaró que su país no detendrá los envíos de petróleo hacia Paraguay. De cara a esta novedad, numerosas opiniones coinciden: si PDVSA hubiera discontinuado la provisión de crudo a la nación guaraní, quedaría expuesta la escandalosa trama de corruptela y sobornos, que también podría salpicar al destituído Lugo.

Este parece ser el nuevo enfoque del inocuo Mercosur: la corrupción concentrada en las manos de sus impunes protagonistas.

* El autor, Jorge Azar Gómez, es ex representante de la República Oriental del Uruguay ante Naciones Unidas
e-Mail: azargomezjorge@gmail.com