Médicos Sin Fronteras: emergencia en Sudán del Sur
A pocos días de cumplir un año, la nación más nueva del mundo atraviesa una situación crítica. Las lluvias inundan los campos de refugiados y la situación de las 120.000 personas que habitan en ellos continúa agravándose cada día.
Al igual que en Argentina, en Sudán del Sur el día de la independencia se conmemora el 9 de julio. Pero el próximo lunes, Sudán del Sur, la nación más joven del mundo, recién cumplirá su primer año en medio de una situación crítica: Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado que las tasas de mortalidad que se han encontrado en Jaman, uno de los campos de refugiados de la región del Alto Nilo, duplican el umbral de emergencia. El campo en el que se ha llevado a cabo la encuesta epidemiológica rápida de la que se obtienen estos resultados alberga a una cuarta parte de los aproximadamente 120.000 refugiados procedentes del estado sudanés de Nilo Azul, que comenzaron a huir del país vecino a finales de 2011 y que se han instalado en esta zona del noreste de Sudán del Sur.
La organización médico-humanitaria advierte que el estudio fue llevado a cabo antes de que se iniciaran las intensas lluvias que han inundado los campos durante los últimos días y que han incrementando peligrosamente el riesgo de contraer enfermedades para unos refugiados que ya estaban muy debilitados. De repetirse el estudio ahora, las tasas de mortalidad serían incluso más preocupantes que las que hoy se dan a conocer.
"Estas personas han huido de la terrible violencia que hay en Sudán y han hecho un largo y duro viaje en busca de seguridad. Por el camino han perdido a miembros de sus familias y a muchos amigos, y los que han logrado llegar a Sudán del Sur han tenido que instalarse en unos campos de refugiados que ahora mismo están sobre unos terrenos que se encuentran completamente inundados. Todas estas personas se ven completamente expuestas a morir a causa de enfermedades que serían prevenibles si simplemente tuvieran unas mejores condiciones de vida", afirma Tara Newell, coordinadora del equipo de emergencias de MSF en Jamam.
La mayoría de los refugiados ha vivido desgarradores episodios de violencia en Sudán y ha soportado terribles condiciones de vida durante los últimos meses. Muchos han llegado ya enfermos o muy débiles hasta el estado del Alto Nilo, en Sudán del Sur. Una vez allí, se han encontrado con que el lugar de acogida que se ha habilitado para ellos es totalmente inadecuado para acomodarles. La tierra, yerma y arcillosa en la estación seca, se convierte en un barrizal pantanoso en la estación de las lluvias del que sólo sobresalen algunos islotes de terreno seco. La dificultad para localizar lugares donde excavar pozos es enorme, el refugio que se les ha proporcionado es inadecuado y las condiciones de saneamiento son completamente deficientes. Y por si fuera poco, con la crecida del agua dentro de los campos, la situación no ha hecho nada más que empeorar.
"El pasado jueves 28 de junio, las intensas lluvias inundaron la mayor parte del campo de Jamam. Las letrinas se han desbordado y han contaminando el agua embalsada, haciendo que esta ya no sea apta para el consumo humano, así que el problema por la escasez de agua sigue agravándose cada vez más. Además, muchos de los residentes del campo, incluyendo los niños, duermen con la ropa mojada bajo mantas empapadas, lo que incrementa su vulnerabilidad a contraer hipotermia", explica Newell.
En las dos últimas semanas, los equipos médicos de MSF en Jamam han tratado a más de 2.500 personas por enfermedades diarreicas, enfermedades respiratorias, malaria, y desnutrición. "Y a medida que aumentan las lluvias, cada vez más personas enferman, especialmente de malaria e hipotermia", insiste Newell. "Si estas condiciones perduran, las consecuencias serán desastrosas".
Los resultados preliminares de la encuesta llevada a cabo por MSF durante la semana del 18 de junio, revelan que la tasa de mortalidad infantil en Jaman es de 2,8 por 10.000 al día, muy por encima del umbral de la emergencia, que se sitúa en 2/10.000 al día. La tasa bruta de mortalidad en el campo (incluyendo adultos) es de 1,8/10.000 al día, una cifra que es incluso más negativa que la anterior, pues el umbral de emergencia en este caso está situado en un fallecimiento por cada 10.000 personas al día.
Todo esto se traduce en que sólo en el campo de Jaman, donde apenas viven unas 40.000 personas, se están muriendo unos 9 niños al día y en que 2 de cada 3 muertes se están produciendo a causa de diarreas.
Las lluvias también exacerbarán más la falta de higiene en los campos, que se convertirán en un campo de cultivo para la propagación de enfermedades. Además, el terreno embarrado está dificultando el transporte de materiales y de personal humanitario. "El estado de las carreteras y campos de aterrizaje debe mejorarse urgentemente para facilitar el transporte de personal y de suministros y poder así alcanzar adecuadamente el nivel de asistencia que esta población tan vulnerable y exhausta necesita", explica Newell.
"Las condiciones de vida en Jamam son inaceptables Es necesario que toda las agencias y organizaciones implicadas, encabezadas por el ACNUR, aúnen sus esfuerzos para encontrar una solución. Y deben de hacerlo de manera urgente, porque de lo contrario solo podrá hablarse de más muerte y más miseria", concluye la coordinadora de emergencias.
MSF lleva proporcionando ayuda a los refugiados del estado del Alto Nilo desde noviembre de 2011, gestionando hospitales, organizando clínicas móviles, abriendo centros de nutrición terapéutica intensiva, y lanzando campañas de vacunación contra el sarampión. Los equipos de MSF llevan a cabo más de 6.000 consultas a la semana en los campos y distribuyen artículos de primera necesidad (como lonas de plástico, mantas y bidones). Han puesto en marcha diversos puntos de distribución de agua y de rehidratación, vigilan las tasas de mortalidad y la morbilidad entre los refugiados recién llegados y proporcionan asistencia de emergencia a los refugiados durante su traslado de la frontera hacia los campos.
Prensa, MSF Argentina
M. Belén Arce Terceros
belen.arce@barcelona.msf.org
Prensa, América del Sur
Carolina Heidenhain
carolina.heidenhain@barcelona.
www.msf.org.ar Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico- humanitaria de carácter internacional que aporta su ayuda a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados, sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. Cada año, MSF envía al terreno a más de 2.400 profesionales, que colaboran con 25.000 trabajadores locales también contratados por la organización. Actualmente MSF cuenta con 425 proyectos de acción médica y humanitaria en 60 países, y con 5 millones de socios y colaboradores en todo el mundo. En reconocimiento a su labor humanitaria, MSF recibió el Premio Nobel de la Paz 1999. INFORMACIÓN SOBRE LA OFICINA MSF EN BUENOS AIRES
Twitter: http://twitter.com/MSF_Argentina
MSF cuenta con una oficina en Buenos Aires que centra su actividad en la difusión de la acción humanitaria de la organización así como en la captación de recursos humanos y financieros para sostener las operaciones que MSF lleva a cabo alrededor del mundo. Para más información sobre la oficina y sobre las actividades de MSF, consultar www.msf.org.ar