Egipto se hunde en el desgobierno
La lucha de poder entre el Ejército de Egipto y los Hermanos Musulmanes ha quedado eclipsada por la intensificación de la guerra civil en Siria, pero en estos días se pudieron ver nuevos y perturbadores sucesos en Egipto.
La lucha de poder entre el Ejército de Egipto y los Hermanos Musulmanes ha quedado eclipsada por la intensificación de la guerra civil en Siria, pero en estos días se pudieron ver nuevos y perturbadores sucesos en Egipto.
La semana pasada, la secretaria de Estado Hillary Clinton realizó una breve visita al Cairo y Alejandría, donde la persiguieron con varias manifestaciones antiamericanas. Los manifestantes lanzaron tomates a la caravana de vehículos de Clinton y gritaron “¡Mónica! ¡Mónica!”, en referencia a la aventura extramatrimonial de su esposo. Sin embargo, lo que resultó más inquietante fue que varias protestas estuvieron organizadas por egipcios que la denunciaban por respaldar a los Hermanos Musulmanes.
Los egipcios laicos, opuestos a una toma de poder islamista, deberían ser aliados naturales de Estados Unidos, no los que liderasen una reacción contra la acción política americana. El hecho de que los egipcios sientan que la administración Obama está cultivando lazos con los Hermanos Musulmanes podría desmoralizar a los líderes liberales y prodemocráticos de Egipto e infundirles un sentimiento de abandono que haría más factible la toma de poder islamista.
Otro acontecimiento de esta semana que ha pasado desapercibido en Egipto fue el secuestro y la liberación de dos turistas americanos en la península egipcia del Sinaí, que se ha convertido en un semillero de redes criminales, contrabandistas beduinos, extremistas islamistas y grupos terroristas palestinos. Esta es la tercera vez en este año que miembros de tribus beduinas han secuestrado a turistas americanos para aumentar su influencia en las negociaciones con el gobierno egipcio, algo que ha resentido a los beduinos desde hace mucho tiempo.
Las tribus beduinas del Sinaí están haciendo una demostración de fuerza con el fin de proteger su imperio de contrabando, que mueve armas, drogas, inmigrantes ilegales y productos ilícitos a través de la frontera hacia Gaza, Israel y Jordania. Las intensamente independientes tribus del desierto, abandonadas durante largo tiempo por el gobierno central, han reafirmado su posición y han obtenido mayores beneficios con el contrabando en años recientes, especialmente desde que El Cairo ha estado centrado en la lucha por el poder interno de Egipto.
Los secuestros son un síntoma de la creciente anarquía en el Sinaí que los terroristas palestinos y grupos tipo al-Qaeda han aprovechado para cometer atentados a través de la frontera contra Israel y contra turistas israelíes en el Sinaí. El pasado agosto, ocho israelíes fueron asesinados en un atentado terrorista cometido por militantes palestinos. Se sospechó que el Ejército del Islam, un grupo terrorista afiliado a al-Qaeda con base en Gaza, estaba involucrado en los atentados. Las fuerzas armadas israelíes respondieron matando accidentalmente a cinco soldados egipcios, lo que exacerbó aún más las tensiones entre Egipto e Israel.
Queda claro que el deteriorado entorno de la seguridad interior de Egipto representa una creciente amenaza para los americanos y para los israelíes, así como para los egipcios. Aunque varios turistas americanos han sido secuestrados y liberados en Egipto al menos tres veces en meses recientes, es probable que futuros incidentes con toma de rehenes no tengan un final feliz, especialmente si son los grupos islamistas extremistas, en lugar de las tribus beduinas, los que se ven envueltos en esas acciones.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.