La nueva cúpula en la República Popular China, aún sin completar
Después de una sesión de cerca de una semana de duración, se reveló la identidad de los nuevos líderes chinos.
Después de una sesión de cerca de una semana de duración, se reveló la identidad de los nuevos líderes chinos.
No es ninguna sorpresa, pero supone una decepción para cualquiera que albergara esperanzas de una trayectoria nueva y más positiva de las relaciones entre Estados Unidos y China. No existe nadie entre la cúpula emergente de líderes chinos que se pueda considerar como un reformista económico, mucho menos un reformista político. El Partido espera haber optado por un statu quo, con todo lo que ello implica para Estados Unidos. La única esperanza está en que esta decisión no sea aún definitiva.
El organismo superior, conocido como Comité Permanente del Buró Político (o Politburó), el CPP, ha sido recortado de nueve a siete miembros. Entre ellos, se incluyen al menos dos “principitos” o hijos de importantes líderes del Partido: el del líder principal Xi Jinping y el del aparente número tres Zhang Dejiang.
El CPP tiene también un controlador del poder político del estado en el jefe de propaganda Liu Yunshan (nº5 del escalafón) y un controlador del poder económico del estado en Zhang Gaoli (nº7). Y tiene a un tecnócrata como Wang Qishan (nº6), que estará a cargo de los asuntos disciplinarios del Partido.
Puede que Wang se mantenga muy ocupado luchando contra la corrupción dentro del Partido, una tarea que se mencionó repetidamente durante este congreso. Sin embargo, es muy difícil ver a un reformista político dentro de este grupo.
Aunque el CPP sí tiene dos miembros que podrían impulsar un cambio económico: el segundo en el escalafón Li Keqiang y Yu Zhengshen (nº4). Li firmó un documento de reforma del Banco Mundial a principios de este año y Yu es un protegido del antiguo líder Jiang Zemin, que presidió el Partido y el gobierno durante una auténtica reforma económica previa al actual período de desarrollo dirigido por el estado chino.
Pero Li ha sido viceprimer ministro ejecutivo para asuntos económicos durante este período de estatismo. Y la elevada posición de Yu es especialmente intrigante, puesto que parece ser que su hermano Yu Qiangsheng desertó a Estados Unidos a mediados de los años ochenta.
Existe otra razón para la esperanza de una reforma económica a pesar de la formación más bien imperturbable del CPP. La semana pasada marcó la transición dentro del liderazgo del Partido. El Partido dirige la política, pero es el gobierno el que al final implementa esa política y las posiciones del gobierno no se asignarán formalmente hasta el Congreso Popular Nacional de marzo de 2013.
Dada la presencia de al menos dos reformistas económicos (y posiblemente de varios más) entre los 25 miembros del Politburó, todavía existe la posibilidad de que las posiciones del gobierno sean asignadas con el objetivo de dar a los reformistas el control de múltiples aspectos de la economía. Puede que la reforma económica necesite oxígeno, pero aún no se ha extinguido.
En el campo de la seguridad, la situación parece algo menos anquilosada. Había existido algo de controversia, pero Hu Jintao dimitió como presidente la Comisión Militar Central (CMC), en favor de Xi Jinping. De modo que las fuerzas armadas chinas tienen una cadena de mando racionalizada y no hay espacio para una lucha entre distintas facciones.
Más aún, los nuevos líderes han elevado a un comandante no perteneciente a las fuerzas de tierra -(Xu Qiliang, anterior comandante de la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular (PLA)- a una de las vicepresidencias del CMC. Este es el puesto militar más elevado dentro del PLA. El otro vicepresidente, Fan Changlong, era una comandante militar regional. Su ascenso es de dos puestos en el escalafón, lo que sugiere o bien la existencia de unos significativos lazos con importantes líderes civiles o bien una especial brillantez militar. Ambos casos indican una reorganización del CMC.
Los debates eternos sobre cada asunto son una puerta abierta a unas mayores luchas internas. Tras Xi Jinping y Li Keqiang, los dos miembros más importantes, cada uno de los miembros del nuevo CPP habrá llegado a la edad formal de jubilación en 2017, cuando se reunirá el próximo congreso del Partido. Los sucesores de Xi y Li no están actualmente en el CPP y serán nombrados más tarde.
En términos prácticos, el puesto de vicepresidente se había reservado en estos últimos tiempos para quien aparentaba ser el heredero, pero esta vez no: puede que se use a la cabeza visible de la Escuela Central del Partido para señalar al sustituto final de Xi. Así que el nuevo grupo debe tratar bastante pronto sobre quién ha de ser consagrado en el cargo, planteando la posibilidad de que en los próximos cinco años se vean más luchas de posicionamiento político que iniciativas políticas serias.
Es probable que vaya a ser un período frustrante para aquellos que esperan grandes iniciativas políticas y ciertamente para aquellos que esperan una liberalización económica o política.