El abismo fiscal representa una amenaza para la libertad económica
El tiempo se está acabando. Gigantescas subas de impuestos amenazan con empujar a una libertad económica estadounidense -ya en declive- hacia el “abismo fiscal”, una catástrofe económica creada por la política.
El tiempo se está acabando. Gigantescas subas de impuestos amenazan con empujar a una libertad económica estadounidense -ya en declive- hacia el “abismo fiscal”, una catástrofe económica creada por la política.
La propuesta del presidente Barack Obama para sortear el abismo o precipicio fiscal es una suba de impuestos de $1.6 billones, sumados a un nuevo gasto en estímulos económicos, junto con una ampliación de su propio poder para subir el límite de la deuda sin necesidad de la aprobación del Congreso. Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes han ofrecido una contraoferta a la frívola propuesta del presidente, pero dicha contraoferta parece ceder ante la subida de impuestos y apostar por los derechos a beneficios. Los analistas de la Fundación Heritage Alison Fraser y J.D. Foster señalan que “la contraoferta republicana, en la medida en que se puede interpretar a partir de los vagos detalles disponibles hasta hora, es inútil. Es absolutamente inaceptable. Es una mala normativa, una mala política económica”.
Unas normativas y unas políticas económicas tan malas afectarán de manera drástica a nuestra libertad económica, que ya exhibe bastantes problemas después de cuatro años de los programas y gastos de la administración del “Sí, podemos” (Yes, We Can). Desde 2008, la libertad económica de Estados Unidos ha estado disminuyendo a un ritmo alarmante: cayó desde la quinta posición entre las economías más libres del mundo hasta el décimo lugar.
Como demuestra el Indice de Libertad Económica de la Fundación Heritage, la libertad económica es el camino hacia la prosperidad. El declive de la libertad económica en Estados Unidos significa que nuestra economía está perdiendo su capacidad de lograr un crecimiento económico dinámico y sostenido. Ciertamente, una mala noticia para las personas, las familias y los emprendedores del país, pues obtendrán menos frutos por su duro trabajo en el futuro.
La disminución de la libertad económica significa una pérdida de oportunidades para el ciudadano estadounidense promedio. El costo en oportunidades de tener un gobierno aún más omnipresente se paga con la pérdida de la vitalidad económica. Puede que, en el fondo del abismo fiscal, nos aguarde un futuro con menos empleos y menos ingresos. O puede que ello suceda, con igual certeza, de la mano de las normativas equivocadas que se elaboran para para evitarlo.
Pero existe un camino mejor. La Fundación Heritage ha propuesto el plan Para Salvar el Sueño Americano, una amplia hoja de ruta con una reforma del gasto y de los impuestos que favorece el crecimiento, diseñada tanto para lograr que la economía crezca, así como para reestructurar los programas de derechos a beneficios, con el fin de proporcionar una libertad económica real y una seguridad a largo plazo al pueblo estadounidense.
Como indicó el analista de la Fundación Heritage Kim Homes en su ensayo Understanding American Prosperity (Comprendiendo la Prosperidad Americana), “Todos nosotros (no sólo nuestros políticos) debemos estar atentos, decididos a salvaguardar la libertad y el Sueño Americano. Y eso implica comprender que los cimientos de la prosperidad americana descansan en la libertad económica”.