Polonia debe abandonar la sala de espera y formar parte del Programa de Exención de Visas
Durante la pasada semana, la Fundación Heritage y The Wall Street Journal publicaron la última edición del Indice de Libertad Económica. Entre los mejores referentes del listado se encuentra Polonia, que escaló siete posiciones en el ránking global.
Durante la pasada semana, la Fundación Heritage y The Wall Street Journal publicaron la última edición del Indice de Libertad Económica. Entre los mejores referentes del listado se encuentra Polonia, que escaló siete posiciones en el ránking global.
La economía polaca es la única en la Unión Europea que ha logrado expandirse, año tras año, a lo largo de las últimas dos décadas. De hecho, Polonia se ha convertido en una de las economías más poderosas en el continente, con su sector privado participando en dos tercios de su Producto Bruto. A pesar de que Polonia figura por encima de la media mundial en términos de libertad económica y de ser un aliado de los Estados Unidos, Washington continúa postergando a ese país en lo relacionado con la membresía para el Visa Waiver Program (VWP).
El VWP permite a ciudadanos de los países miembros viajar a los Estados Unidos durante un total de noventa días sin presentar visado, lo cual ofrece tremendos beneficios para los Estados Unidos, incluyendo un impacto positivo en la diplomacia pública, mayor turismo para EE.UU. y una sustancial reducción del volumen de trabajo para los consulados estadounidenses en el globo. En 2008, diecisiete millones de turistas beneficiados por el VWP se trasladaron a EE.UU., gastando una cifra aproximada de cien mil millones de dólares en tiendas, hoteles y restaurantes, proveyendo de mayores capitales a la economía. Y no solo eso, sino que las nuevas medidas de seguridad agregadas desde la concepción del programa se convirtieron en una importante herramienta para el contraterrorismo. Contabilizados estos beneficios, es difícil comprender cómo Estados Unidos no se emplea a fondo en aprovechar las virtudes del programa, capitalizando todo lo que éste tiene para ofrecer.
También desde 2008, la expansión del VWP ha sido sujeta a revisión. En otras palabras, amigos y aliados clave -como en el caso de Polonia- han sido puestos en espera, y más espera.
Entonces, ¿cuál es el obstáculo? Pues bien; debido a un mandato del Congreso, al Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security) no se le permite admitir dentro del VWP a ningún país cuya tasa de rechazo de visados supere el 3 por ciento (Polonia exhibe una tasa del 9.8%). En lugar de seguir manteniendo como rehenes a las naciones candidatas a partir de mandatos ridículos, el Congreso debería modificar los parámetros y pasar a considerar las tasas de sobreestadía, en lugar de las tasas de rebote para visados.
Para Polonia, esto probablemente le significaría el ingreso -de una vez por todas- al VWP. De hecho, Polonia solo muestra una tasa de sobreestadía de solo el 2 por ciento, comparado con el 40% de la totalidad de ciudadanos que permanecen en Estados Unidos más allá de los noventa días permitidos. Estos números demuestran que los ciudadanos polacos cumplen con las leyes estadounidenses relativas a permanencia pero, en lugar de encontrarse bien conceptuados, se les niega la posibilidad de ingresar en el Visa Waiver Program de la mano de mediciones muy poco objetivas, tales como los rechazos a aplicaciones de visado.
Los aliados necesitan ser tratados como tales. Polonia ha firmado la totalidad de los acuerdos exigidos en materia de seguridad y turismo para ser admitido dentro del programa. Ahora, lo único que falta es que el Congreso actúe en consecuencia.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz