Inmigración: las promesas vacías de Barack Obama

La reforma de la inmigración apareció brevemente en el discurso de toma de posesión del presidente Obama, sólo para desaparecer luego más rápidamente que la sombra de Phil en el Día de la Marmota en Punxsutawney. "Nuestro viaje no estará completo" -declaró el jefe de estado- "hasta que no encontremos un modo mejor de dar la bienvenida al empeño y las esperanzas de los inmigrantes que aún ven Estados Unidos como tierra de oportunidad; hasta que los jóvenes y brillantes estudiantes e ingenieros se incorporen a nuestra población activa en lugar de que sean expulsados de nuestro país".

De una forma muy parecida a la aparición de la esquiva marmota pronosticadora de la duración del invierno, las promesas del presidente sobre recomponer nuestras fronteras rotas y nuestro defectuoso sistema de inmigración se han convertido en un evento anual. Aunque la advertencia presente en este discurso parece particularmente vacua: no deja ninguna sugerencia de lo que el presidente planea hacer realmente.

Existen muchos en el Congreso que creen que el presidente planea respaldar un proyecto de ley "integral": una medida confusa, complicada y polémica que el Congreso ya ha rechazado anteriormente. Se trata de un enfoque decepcionante que demuestra que Barack Obama está más interesado en jugar a la política que en resolver problemas.

Una legislación "integral" (que probablemente será redactada a puerta cerrada y que acabará siendo un proyecto de ley gigantesco e inabordable, cargado de medidas dirigidas a satisfacer a ciertos intereses especiales) empeorará los problemas que trata de solucionar. Un enfoque capaz de resolver realmente los problemas recurriría a la unidad de la izquierda y la derecha mediante unas propuestas con las que todos pudiéramos estar de acuerdo, en tanto que perseguiría aquellas soluciones que hagan que el sistema verdaderamente funcione mejor.

En lugar de un proyecto de ley integral, el enfoque que puede ofrecer la mejor solución es una que resuelva estos problemas y que trate -dentro de sus propios cauces- cada uno de los muchos temas que abarca el sistema de inmigración de los Estados Unidos de América. De esta manera, se puede avanzar en la reforma de múltiples áreas al mismo tiempo y dar pasos hacia soluciones significativas y efectivas. Este enfoque convertiría las palabras sin sentido del discurso del presidente en verdaderas respuestas.