Venezuela: el incremento de la tasa de homicidios, otro legado de la revolución bolivariana de Hugo Chávez
A varios años de la promocionada "revolución bolivariana", sigue presente -en la memoria de muchos- uno de los tantos discursos ofrecidos por el ahora desaparecido Hugo Chávez Frías. En aquella oportunidad, el líder expresaba la necesidad de profundizar el proyecto socialista y revolucionario...
A varios años de la promocionada "revolución bolivariana", sigue presente -en la memoria de muchos- uno de los tantos discursos ofrecidos por el ahora desaparecido Hugo Chávez Frías. En aquella oportunidad, el líder expresaba la necesidad de profundizar el proyecto socialista y revolucionario, manifestando también que "el socialismo no es sólo para decirlo, o para enunciarlo de la boca hacia afuera; al socialismo hay que sentirlo hasta en los tuétanos de los huesos". Para el fallecido presidente de Venezuela, el socialismo era "el único camino hacia la paz perdurable, la justicia social (...) el único camino para tener patria" donde "todo se logrará sólo por y mediante el socialismo".
En efecto, las peores calamidades y los sentimientos más oscuros provienen del propio socialismo. La organización no gubernamental "Observatorio Venezolano de la Violencia" (OVV) ha registrado un incremento gigantesco en la tasa de homicidios y los niveles de violencia, computada aquélla desde la asunción de Chávez hace ya catorce años. Esas estadísticas revelan que, durante 1999, se registraron 5.968 homicidios a lo largo y ancho del país -a pesar de que la "revolución bolivariana" se encontraba desde hace tiempo en marcha. En 2011, la cifra se consolidó en un total de 19.469 muertes por la vía del homicidio y, al cierre de 2012, la cantidad de muertes al año alcanzó las 21.416. La progresión es contundente pero, quizás, los partidarios del chavismo y la falsa revolución consideren estos decesos como un verdadero logro, del que haya que vanagloriarse.
Venezuela -es sabido- es el país que observa lo más altos índices de inflación en la región (sin haberse medido aún los efectos de la reciente devaluación del bolívar) y la organización Transparencia Internacional lo sitúa entre los más corruptos del globo. Asimismo, la corrupción de los funcionarios públicos y la impunidad que radica en el poder judicial desemboca en un mayor nivel de inseguridad. Además de la inestabilidad política y el caos económico-social, la violencia continúa siendo uno de los principales problemas del país.
A fin de cuentas, Hugo Chávez no se encontraba tan errado al manifestar que lo que la revolución había hecho hasta el momento eran señales del camino hacia donde se quería ir. Por desgracia para los ciudadanos de Venezuela que otrora anhelaban prosperidad y libertad para poder desarrollarse, el "proyecto revolucionario" terminó arrastrándolos a la pesadilla de la miseria, la violencia y la destrucción de su patria. Factores en los que ahora puede rastrearse la verdadera y perversa naturaleza del sistema socialista.
Chávez se ha ido, y esto ya es historia. A los venezolanos solo les queda esforzarse para revertir el actual escenario de inestabilidad e incertidumbre, con miras a dotar a su país del gran cambio que precisa y merece, tras algo más de una década de sufrimiento. Mientras tanto, pocos podrán dudar de que el marco ideológico-teórico sobre el que supieron basarse las políticas del sistema bolivariano lo han convertido en inviable, llevándolo al más miserable de los fracasos. Tal como está sucediendo, en este momento, en otras naciones de la América Latina.