Derechos Humanos: una silenciosa victoria en las Américas

A comienzos de junio, la Organización de Estados Americanos (OEA) seleccionó a tres nuevos miembros para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) -un cuerpo de la OEA-, cuyo único propósito es promover y proteger los DDHH en la región.

El candidato propuesto por Ecuador, Erick Roberts Garcés, no fue elegido y, debido a ello, los defensores de los derechos humanos pueden respirar tranquilos por el momento.

Elegir a Garcés hubiese sido poco más que irónico, conforme Ecuador -bajo la Administración Rafael Correa- ha sido observado por la CIDH por reprimir la libertad de expresión y por censurar a la prensa local, junto con los esfuerzos de Quito por desacreditar a los grupos de derechos humanos que actúan en el país. Ecuador también es miembro del ALBA, la Alianza Bolivariana para las Américas.

ALBA es un club latinoamericano de visión izquierdista, compuesto por los herederos ideológicos de Fidel Castro y el fallecido Hugo Chávez, así como también un foco particular de promoción antiestadounidense en la región. En el nombre de la "democracia de los pueblos", los miembros del ALBA han trabajado con esmero para restringir la libertad de acción de la prensa independiente, aplastar las instituciones democráticas y respaldar los "derechos colectivos" en desmedro de los derechos individuales, mientras entorpecen la libertad económica. Estos gobiernos conservan un bien conocido desprecio por los derechos humanos y la preservación de las instituciones, enfocando sus ataques incluso sobre la OEA.

No obstante, el hecho de que los tres miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhiben credenciales impecables es un reflejo de que la defensa de la democracia y los derechos humanos en la región latinoamericana no es una causa perdida. La OEA aún observa un rol importante, alentando a los estados miembros a regirse por la Carta Democrática Interamericana, deteniendo los intentos del ALBA para obstaculizar los DDHH.

En lo que a los Estados Unidos de América respecta, es hora de que la Administración Obama continúe defendiendo los derechos humanos y la libertad individual, allí donde las amenazas continúan vigentes, como ser en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Cuba. Nación esta última en donde una dictadura con cincuenta años de trayectoria aún deniega a los ciudadanos cubanos sus derechos más elementales.

* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés en: http://blog.heritage.org/2013/06/21/human-rights-a-quiet-victory-in-the-americas/