Narcotráfico: los cárteles se proyectan hacia el Caribe
Los cárteles de la droga han incrementado su actividad de manera incesante a lo largo del Caribe...
Los cárteles de la droga han incrementado su actividad de manera incesante a lo largo del Caribe con el fin de evadir a las fuerzas de seguridad, pero la Guardia Costera de Estados Unidos lucha por permanecer a la altura de la amenaza.
Estados Unidos ha venido trabajando de manera exitosa con sus aliados, a criterio de poner en la mira a las organizaciones de tráfico de drogas y de disminuir la violencia derivadas de actividades ilícitas, a través de programas como la Iniciativa para la Seguridad Regional en América Central (Central American Regional Security Initiative, CARSI) y la Iniciativa de Mérida (Merida Initiative), en México. Como resultado, los cárteles han trasladado sus operaciones hacia el Caribe, en donde la seguridad y la atención internacional son generalmente más débiles. De tal suerte que los modelos de CARSI y Mérida también han sido implementados en la región caribeña, desde la Iniciativa para la Seguridad de la Cuenca del Caribe (Caribbean Basin Security Initiative, CBSI). La sociedad con CBSI ya ha devuelto resultados tangibles. En reconocimiento de estas victorias, el vicepresidente estadounidense Joe Biden se reunió recientemente con líderes de CBSI, a los efectos de comprometer más recursos desde Estados Unidos, con miras a establecer un evidentemente necesario estado de derecho que asista en el combate del narcotráfico.
Conforme los cárteles movilizan mercaderías ilícitas a través del Caribe, una carga cada vez mayor de responsabilidad comienza a recaer sobre los hombros de la Guardia Costera estadounidense. Sin embargo, la Administración Obama y el congreso parecen haber olvidado que su trabajo es localizar recursos para actualizar la ya veterana flota de la fuerza, conforme muchos de sus navíos han superado ya su vida útil.
La flota se ha aprovechado en múltiples aspectos. Mientras que sus responsabilidades se hallan en franco aumento -debido al incremento del tráfico de estupefacientes-, también se enfrenta al desafío de cumplir con su trabajo con menos navíos de los que tuvo en su historia. La flota sirve actualmente tanto en el Golfo y en el Caribe como en el Océano Atlántico, el Océano Pacífico y el Mar Artico. La disminución en el tamaño de la flota remite al hecho de que aquellos buques que ya no pueden cumplir con las expectativas serán exigidos todavía más.
La pérdida de financiamiento de la Guardia Costera, dado el incremento del tráfico de drogas en el Caribe, es un error que amenaza a la seguridad nacional del país. La Administración Obama y el congreso tienen la responsabilidad constitucional de poner de suyo para trabajar no solamente con los socios internacionales de Estados Unidos, sino proveyendo los recursos que la Guardia Costera necesita para vigilar las propias fronteras marítimas.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/07/04/drug-trafficking-cartels-take-to-the-caribbean/