Adiós, Nenino; el General Milani, en su laberinto

En el vertiginoso mundo moderno, las noticias en los MCS (Medios de Comunicación Social) y la permanencia de las mismas en la opinión pública casi podría medirse en nanosegundos. Sin embargo, es dable destacar que el tema César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, actual JEMGE -Jefe de Estado Mayor Ejército- ha sobrepasado los límites de perduración en el análisis de la prensa.

 

El lector de la presente columna -en donde hemos venido vertiendo detalles sobre el General y su agenda- se preguntará por qué el protagonista ha logrado anotarse tan grueso tratamiento mediático. La respuesta es sencilla: en rigor, Milani jamás debió haber llegado a ocupar la jefatura del Ejército Argentino. Detalle, por otra parte, inédito, dado que al día de la fecha aún conserva la Dirección de Inteligencia del arma.
 

César Milani nunca debió haber superado el filtro del Honorable Congreso de la Nación en lo que respecta a sus respectivos ascensos desde Teniente Coronel en adelante, en virtud de las indelebles manchas que caracterizan a su legajo. Estas son bastante similares a las que portan oficiales de su jerarquía desde los años setenta. Otros uniformados no solo vieron cercenada su carrera sino que, eventualmente, fueron procesados y puestos en prisión por comisión de delitos de lesa humanidad (que, recordemos, no prescriben ni son excarcelables).

Tómese como ejemplo el capítulo experimentado por un teniente tan joven como Milani -de apellido Braga-, cuyo pliego fue impugnado en el año 2002 por el Senado. Al analizarse el posible ascenso del hombre al grado de Teniente Coronel, se cotejó que exhibía vinculación directa con la desaparición del ciudadano Hernando Alvarez García; apenas los familiares de la víctima lo reconocieron, Braga fue llevado a juicio y trece años más tarde (el próximo-pasado 2 de julio) recibió una condena de cadena perpetua.

En otro orden, téngase en consideración que el General Milani también cumplió sanciones de arresto y así consta en su curioso legajo. El coscoíno se negó a acatar órdenes que le ordenaban reprimir a "camaradas carapintadas" durante la sublevación del Coronel Mohamed Alí Seineldin en 1988, en el marco de la democracia ya instaurada.

En virtud de lo expuesto, irrumpe la pregunta de rigor: ¿por qué César Santos Gerardo Milani accedió a los ascensos y a la jefatura del Arma? Sucede que el General forma parte, desde hace ya años, de la dinámica de latrocinio en perjuicio del Estado Nacional, en inocultable colaboración con encumbrados miembros de la casta política aún vigente. ¿Quién ha sido su pilar y sustento? Pues, nada menos que quien fuera Ministro de Defensa: la Señora Nilda Celia Garré, injustamente premiada con la representación diplomática argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Garré fue socia de Milani en no pocas operaciones inmobiliarias (para ponerlo en blanco sobre negro, la venta de inmuebles propiedad del Ejército). Entre ambos, han sabido computar una interesante serie de beneficios económicos. Pero Garré comienza a vislumbrar un grave problema: el General César Milani goza hoy de sus quince minutos de fama, habiéndose convertido en la vedette de los medios nacionales, desde hace ya casi un mes.

Legisladores, periodistas y/o potenciales interesados en esta historia que deseen acopiar información puntual sobre cualquier tema de importancia, debe seguir siempre la ruta del dinero. Este es el inicio que remite a la verdad definitiva frente a cualquier intríngulis. En el caso de Milani, la Justicia bien podría comenzar por seguir la pista del metálico (incluyéndose, por cierto, a la familia directa del personaje). Desde este momento, entonces, podrá asegurarse que el General habrá cimentado su camino al infierno; su presente y pasado, de hecho, lo condenan.

Tómese a Julieta del Milagro Milani. Edad: 30 años; Gerente de Zona virtual S.R.L., razón social, "Dedicada a la importación. Exportación y comercialización de sistemas de comunicación". 

El lector avezado recordará también que el General Milani es un enemigo declarado de sus propios camaradas. Decidido a atentar contra las economías de cientos de miles de familias militares en todo el país, apoyó falacias promocionadas desde el Gobierno Nacional, como ser el supuesto blanqueo salarial anunciado en la reciente Cena de Camaradería -Decretos 854 y 855-, y que citó se aumentarían en un 24% los haberes del personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, observándose escasas diferencias en los básicos a similares jerarquías. Recordar que, por ejemplo, un Comisario Inspector de Policía Federal, a partir del 1 de agosto de 2013 percibirá $8.139,67; el básico de un Coronel a la misma fecha es de $7.909 pesos; parecen haberes simétricos con escasas diferencias.

Pero en ocasión de la Cena de Camaradería, la Señora Presidente Cristina Elisabet Fernández Wilhelm apuntó: "Que la suma fija transitoria creada por el Decreto 1304/2012 en su Artículo Quinto, es una suma no permanente no bonificable ni remunerativa, que no puede estar sujeta a ningún aumento salarial".

Traducido a nuestro idioma: permanece, aproximadamente, un 40% del salario militar nuevamente en negro, motivo que ha empujado a estudios jurídicos a confeccionar novedosas presentaciones judiciales. Siendo que policías y militares continúan haciendo aporte aún retirados, y que quienes se jubilan en PFA realmente exhiben haberes en blanco, mientras que los uniformados pasan a percibir retiros que bordean la indigencia.

Retomando viejos artículos sobre la cuestión, el problema halló solución para la Policía Federal Argentina simplemente con el fallo del Caso Oriolo. Existía, en las Fuerzas Armadas, idéntico criterio (Caso Salas) pero luego hizo su ingreso una segunda sentencia, el tristemente célebre Fallo Zanotti. Este texto -en el análisis de nuestras fuentes- parecía haber sido redactado mucho antes de ser emitido. El autor fue el General Santos Gerardo Milani, conocido como "Nenino" desde su infancia en tierras cordobesas.

Milani ha sido el arquitecto de un milagro: numerosas liquidaciones de retroactivos en Ejército dan "CERO". Presentaciones por daños y perjuicios son apelados hasta la Corte Suprema de justicia, en un criterio que -desde un mínimo de dignidad- no aplica la Armada Argentina en perjuicio de sus camaradas. Ello, sin mencionar un factor algo remanido, como la venta de las listas de agentes de Inteligencia al Señor Sergio Szpolski, archiconocido mercenario de los medios K.

Declaró César Milani hace escasos días que, de retirarse de las Fuerzas Armadas, se dedicaría a la política. Quien esto escribe, quisiera recordarle al General -con sincera humildad- que ese es el curso elegido por el Comisario (R) Luis Abelardo Patti, quien terminó en prisión por comisión de delitos de lesa humanidad y hoy exhibe un accidente cerebro-vascular (ACV).

Supo decir Charles Maurice Telleyrand, Canciller de Bonaparte: "En política, la traición es cuestión de tiempo". De esto, Usted, "Nenino", sabe. Y mucho.