Médicos Sin Fronteras y un retiro sin precedentes de Somalía
Los ataques violentos contra trabajadores humanitarios en Somalía -y la tolerancia frente a la violencia exhibida por el liderazgo civil somalí- ha forzado a Médicos Sin Fronteras...
22 de Agosto de 2013
Los ataques violentos contra trabajadores humanitarios en Somalía -y la tolerancia frente a la violencia exhibida por el liderazgo civil somalí- ha forzado a Médicos Sin Fronteras (MSF, Médecins Sans Frontières) a poner término a sus programas en la nación africana.
MSF ha venido desarrollando una misión humanitaria recurrente en Somalía a lo largo de 22 años, sobreviviendo a altos niveles de riesgo, con el objeto de proporcionar servicios vitales para numerosos somalíes que, de otra manera, no recibirían asistencia. MSF es reconocida en la provisión de cuidados para las personas más vulnerables en estados fallidos y destruídos por la guerra, operando en áreas consideradas coo demasiado peligrosas para Naciones Unidas y organizaciones internacionales. En 2012, MSF brindó más de medio millón de consultas médicas en Somalía.
MSF no ha demostrado ingenuidad en relación a los servicios brindados en ambientes de alto riesgo, aún habiendo desempeñado tareas de asistencia médica en Afganistán en épocas signadas por picos de violencia. Con todo, la partida de MSF de Somalía subraya el carácter inestable de este país, a pesar de la presencia de personal de la Misión de Mantenimiento de Paz de la Unión Africana (AMISOM), y del retorno del control gubernamental a manos civiles en septiembre de 2012, bajo el presidente Hassan Sheikh Mohamud -en su momento designado por asamblea.
Mientras que las razones de MSF para clausurar sus programas en Somalía incluyeron amenazas perpetradas por grupos armados como al-Shabaab (relacionado con al-Qaeda), la decisión definitiva sobrevino a partir de que MSF "descubrió que algunas de las autoridades oficiales de Somalía se exhibían respaldando o condonando ataques letales contra sus trabajadores de campo".
La salida de MSF de la nación africana a raíz de preocupaciones relacionadas con la seguridad contradice a la imagen pública perpetuada por los medios de comunicación occidentales. Una percepción benigna ha sido cuidadosamente manufacturada por el presidente del país y por gobiernos en occidente, reclamando mejoras de seguridad y un "renacimiento económico", a pesar de las realidades comprobadas en el terreno.
A pesar de los informes positivos, la seguridad en Somalía se ha deteriorado de manera sustancial a lo largo de los últimos meses; al-Shabaab atacó el cuartel general de la ONU en junio y un puesto diplomático turco en julio, y reocupó el pueblo fronterizo de Hudur luego del retiro de tropas etíopes en marzo.
La frecuencia creciente de los ataque perpetrados por al-Shabaab, y la tolerancia del gobierno somalí ante las agresiones contra organizaciones humanitarias de ayuda dedicadas a asistir a la vulnerable población somalí demanda un análisis concreto sobre las prioridades para el gobierno en el país. Debido al incremento de la inestabilidad, es probable que otros grupos reemplacen los servicios médicos de importancia crítica que MSF proveía a los somalíes.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/08/21/doctors-without-borders-unprecedented-departure-from-somalia/