Prepararse para el colapso de Corea del Norte
"No estoy prediciendo que el hundimiento [de Corea del Norte] vaya a ocurrir de forma inminente, lo que estoy tratando de argumentar es que tenemos que prepararnos para tal posibilidad"...
08 de Diciembre de 2013
“No estoy prediciendo que el hundimiento [de Corea del Norte] vaya a ocurrir de forma inminente, lo que estoy tratando de argumentar es que tenemos que prepararnos para tal posibilidad”, comentó Bruce Bennett, de RAND Corporation, en un evento celebrado en la Fundación Heritage.
En un informe recientemente publicado (en inglés, en http://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/research_reports/RR300/RR331/RAND_RR331.pdf), Bennett expuso una serie de posibles escenarios para un colapso del régimen norcoreano, además de esbozar varias de las principales medidas que Estados Unidos y la comunidad internacional deberían estar tomando para prepararse ante esa potencial debacle.
Bennett cree que existen numerosos escenarios potenciales (incluida la reunificación pacífica con Corea del Sur) que podrían llevar a un hundimiento del régimen de Kim. El asesinato de Kim Jong-un es el escenario más probable, especialmente si se tiene en cuenta el supuesto intento de homicidio del que fuera víctima a comienzos de este año. El magnicidio de Kim Jong-un podría llevar a una situación en la que los posibles sucesores luchasen por el puesto de Líder Supremo.
Con independencia del modo en que se hunda el régimen, la pregunta es quiénes serán los árbitros principales tras el mismo. ¿Intervendrán los chinos? ¿O serían Estados Unidos y Corea del Sur los principales garantes de la paz? Bennett presiente que no habría nada que impidiese la intervención china. Y argumenta que el colapso podría transformarse en una probable “carrera hacia Pyongyang”.
Aunque el colapso norcoreano liberaría a este pueblo de un régimen brutal, se registrarían no pocas consecuencias nefastas tras la defunción del régimen. El pueblo de Corea del Norte podría enfrentarse a un desastre humanitario, a la posible pérdida del control de las instalaciones nucleares y a la dificultad a la hora de facilitar la asimilación dentro de la península coreana. El fortalecimiento de los sistemas judicial y legal, una mejora de las infraestructuras y el desarrollo económico son claves para garantizar la seguridad en la península de Corea tras el colapso.
Los preparativos sugeridos ante este colapso incluyen el establecimiento de un plan de acción para un programa realista de ayuda humanitaria, con el fin de garantizar que la ayuda llegase directamente al pueblo, no a los bolsillos de los responsables del antiguo gobierno. Bennett argumentó que el éxito de un plan para desmovilizar a los militares exigiría su reintegración en el servicio civil. Indicó que mantener desempleados a los militares podría tener como resultado una insurgencia o una revuelta armada. También observó que la eliminación de las armas de destrucción masiva es crucial para el éxito de la reunificación de las Coreas.
Sin la preparación adecuada, un hundimiento de Corea del Norte podría registrar un impacto devastador en la estabilidad del nordeste de Asia. Incluso en el caso de una reunificación pacífica con Corea del Sur, Corea del Norte tendría que recuperarse tras más de tres décadas de régimen de los Kim. La inestabilidad en la península coreana, junto con un grave desastre humanitario y la lógica cuestión de la asimilación, conformarían un complicado proceso de reunificación. Por estas razones, es hora de que prepararse.
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@OliviaEnos
Sobre Olivia Enos
Es asistente en investigación en el Centro de Estudios Asiáticos en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Sus artículos se publican en el sitio web The Daily Signal (Estados Unidos).