Túnez: la ciudadanía abraza la democracia, en reclamo de mayor libertad económica
Tras llevar a cabo una elección justa y libre sin el empleo de violencia, Túnez...
Tras llevar a cabo una elección justa y libre sin el empleo de violencia, Túnez -sitio que diera nacimiento a la Primavera Arabe- ha desafiado a los escépticos una vez más, y acelera su transición. El domingo 26 de octubre, los tunecinos depositaron pacíficamente sus votos en las primeras elecciones parlamentarias de su país, adoptadas en la constitución nacional este año.
Con Nidaa Tunes (por Llamado a Túnez, partido secular) superando sorpresivamente al partido islamista moderad Ennahda (Partido del Renacimiento), los 217 miembros votaron en la asamblea que elegirá un nuevo primer ministro, con miras a formar un nuevo gobierno. A pesar del ambiente inicial, plagado de desafíos, Túnez -una naciente democracia en transición- aspira a ser un país con democracia plena. Túnez llevará a cabo su elección presidencial el 23 de noviembre próximo.
Habiendo votado aproximadamente el 60% sobre un total de cinco millones de ciudadanos registrados para votar, la histórica elección del domingo fue una contundente expresión colectiva de parte de los tunecinos de a pie que desean una democracia funcional y mayor libertad económica. Conforme lo reveló un reciente estudio del think tank Pew Research, a pesar de la confianza menguante en las capacidades de la democracia para dar lugar a un progreso económico y político tangible, los tunecinos desean contar con las características centrales de un sistema democrático, como ser un sistema de justicia equitativo, elecciones competititvas y que se mantenga el derecho a la protesta. En lo que respecta a la economía, aproximadamente un 90% de los encuestados describieron como 'negativa' a la actual situación de su país, aunque una mayoría se mostró optimista frente a que tal escenario cambiará próximamente.
Túnez tiene ahora una oportunidad no solo para proporcionar un sistema político y económico funcional a sus ciudadadanos, sino que este beneficio refleja una posibilidad para una región más amplia. Este objetivo está más cercano para Túnez, de lo que se muestra para los ciudadanos de Libia, Egipto o Irak. Pero evaluar a consciencia esa oportunidad -y garantizar seguridad, respaldo para el Estado de Derecho y la promoción de libertades económicas- es hoy más crítico que nunca. El nuevo gobierno tunecino confronta la desalentadora tarea de reconstruir la economía nacional y restaurar la confianza del público en la transición ahora en curso.
Estados Unidos exhibe, sin lugar a dudas, un fuerte interés en asistir a Túnez en la 'puesta en marcha de su democracia' y su despegue inicial.. El éxito de Túnez interesa a los Estados Unidos, y está en el interés estadounidense que Túnez consolide su transición democrática en el período más breve posible. Una democracia estable y funcionarl en Túnez en el mediano plazo probará ser más beneficiosos para los intereses de esta convulsionada región a largo plazo, y para EE.UU., antes que mantener esperanzas por el surgimiento de democracias en Libia, Egipto o Irak -países en los que un proceso democrático solo podría sobrevenir con mayores costos políticos y económicos.
Conforme Túnez comparte un cuadro pleno de esperanzas con su histórica elección parlamentaria, es hora de que Washington refuerce el progreso democrático en Túnez con acciones concretas, pero no con bellos comentarios políticos. Incuestionablemente, y considerando los grandes obstáculos, los tunecinos han dado un gran paso, desde que aquel joven entrepreneur local encendiera la mecha de una revolución por mayor libertad, casi cuatro años atrás.
Estados Unidos no puede permitirse el lujo de mostrarse indiferente de cara al destino que tantos tunecinos han buscado, con coraje y determinación. EE.UU. debe actuar, a criterio de asegurar que Túnez consolide sus objetivos en pos de mayor democracia y libertad económica.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/10/27/tunisians-bravely-embrace-democracy-calling-greater-economic-freedom/
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.