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Debka (Israel): el homicidio de Alberto Nisman, explicado al detalle

Tras una investigación especial conducida por el equipo de inteligencia de Debkafile...

21 de Febrero de 2015
Reproducción completa del reciente informe completado por la agencia Debka, sitio web de origen israelí basado en Jerusalén y que recopila investigaciones en materia de inteligencia militar, seguridad y relaciones internacionales. El material sorprende por el cifrado y descripción de detalles relativos al magnicidio del fiscal Alberto Nisman.

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Tras una investigación especial conducida por el equipo de inteligencia de Debkafile, fuentes iraníes y de contraterrorismo han descubierto que el fiscal judío-argentino Natalio Alberto Nisman (51) fue asesinado el 18 de enero por un agente iraní que había ganado su confianza simulando ser un desertor, y habiendo asumido el nombre de Abbas Haqiqat-Ju. Su homicida atacó horas antes de que Nisman mostrara al parlamento argentino evidencia de que la presidente Cristina Kirchner y que el Canciller Héctor Timerman habían encubierto la complicidad de Irán en el peor ataque terrorista ejecutado en el país, el ataque de 1994 contra un centro comunitario judío de Buenos Aires en el que fallecieron 85 personas -dos años después de que 29 personas fueran asesinadas en una explosión en la embajada israelí.

La evidencia de Nisman -de haber sido presentada-, habría eventualmente probado la responsabilidad de Irán en ambos atentados terroristas.
 
Alberto NismanDe acuerdo con nuestra investigación, dos ministros de Inteligencia iraníes, el titular Mahmoud Alavi y su predecesor, Hojjat-ol-Eslam Heydar Moslehi, se esforzaron durante nueve años para hallar un modo a partir del cual silenciar al fiscal judío, desde que el funcionario judicial comenzó a hallar pruebas sobre los dos atentados. Ellos [los iraníes] trabajaron mano a mano con el gobierno argentino y con sus agencias de inteligencia. (En Irán, los ministros de Inteligencia reciben sus órdenes directamente del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, aún cuando asisten a reuniones de gabinete).

 
La mano clandestina de Teherán y su profundidad en las Américas

Nisman había puesto nerviosos a los poderes en Teherán, porque: a) él era un ambicioso, honesto y valiente buscador de la verdad; b) era judío, y mantenía conexiones activas con Israel; c) en pos de su investigación, amplió su red de contactos, hasta incluir al Mossad israelí y a la CIA estadounidense.

Más aún, en 2006, luego de tres años de faena, el fiscal había logrado compilar un archivo de inteligencia relativo al increíble alcance de la penetración iraní, empleado a agentes de Hezbolá, y llegando con profundidad en los gobiernos y establishments de inteligencia de muchas naciones latinoamericanas -no solo la Argentina, también Brasil, Uruguay, Chile, Surinam, Trinidad y Tobago y Guyana.

Ni bien el gobierno en Buenos Aires tomó conocimiento de este archivo, fue salvarguardado, a criterio de impedirse su publicación.

Decidido, Nisman fue a Nueva York en 2007 y expuso oralmente los contenidos de su archivo ante funcionarios de la CIA y de burócratas del Secretariado de Naciones Unidas. La presentación de Nisman incluso develó una serie de diplomáticos iraníes y agentes que operaban en los Estados Unidos en formato encubierto, en la embajada paquistaní en Washington.

Poco sorprendió que, en poco tiempo, la información se filtrara desde el Secretariado de la ONU hacia Teherán, potenciando la urgencia de deshacerse de la molestia [representada por Nisman] que ahora padecían las operaciones clandestinas de la Revolución Islámica contra Occidente.


Los sobornos no hubieran funcionado con Nisman

Los órganos de seguridad de Irán no son ajenos al asesinato político en el orden doméstico y en sus comunidades de exiliados, en sitios tales como Francia, Austria y Alemania.

Pero, al principio, intentaron ganarse a los argentinos por la vía del soborno, método que siempre había funcionado en Buenos Aires. Por US$10 millones, Carlos Saúl Menem (presidente argentino entre 1989 y 1999) y sus cercanos acordaron clausurar la investigación de los dos atentados terroristas, desde las pistas.

Teherán trató a la presidente Kirchner de manera diferente. A ella le fueron prometidos beneficios económicos y de intercambio comercial para la Argentina, junto con ciertas bondades financieras para los regentes del gobierno y la inteligencia.

Las fuentes de Debkafile en Buenos Aires refieren que, en principio, [Cristina] Kirchner temió que la súbita caída de Nisman la pusiera a ella bajo sospecha, y que ello podría costarle la presidencia. Pero Teherán le aseguró -a través de canales privados de comunicación- que lo hecho sería ejecutado limpiamente, sin que quedase el menor rastro. Algunas de las cabezas de la inteligencia argentina adoptaron el plan de asesinato de buena gana, y ofrecieron su asistencia.

El primer paso se llevó a cabo el 2010, cuando un iraní contactó al fiscal Nisman con miras a concretar una reunión secreta. Aquél se presentó como un ex alto oficial iraní de inteligencia que habí desertado, tomado un vuelo a Dinamarca y que se mostraba dispuesto a viajar a Buenos Aires con un valioso caché de documentos confidenciales, relacionados con el ataque al centro comunitario judío.


El falso desertor necesitó cuatro años para construir confianza

El declamó que los documentos expuestos en detalle remitían a la complicidad en el crimen de Mohsen Rabbani, entonces oficial de inteligencia en la embajada iraní en la capital argentina.

De acuerdo con la investigación de Debkafile, Rabbani fue el ideólogo senior de la operación.

El encuentro convenido tuvo lugar en Buenos Aires. El falso 'desertor', que se presentó como 'Abbas Haqiqat-Ju', entregó a Nisman documentos genuinos que contenían evidencia del involucramiento de Irán en los atentados. Menem y Cristina KirchnerEsto consolidó su rol como enemigo del régimen, un individuo listo para traicionar sus secretos.

A lo largo de una relación que se extendió por cuatro años, el falso desertor convención al fiscal de su buena fe. El argentino pidió ayuda de colegas en agencias amigas para chequear algo del material confidencial que le fuera entregado, y halló que el material era válido. Ergo, su proveedor era un genuino disidente iraní.

Hacia diciembre de 2014, Nisman estaba listo para remitir un informe completo de 300 páginas, documentando los hallazgos relativos al rol de [Cristina] Kirchner en el encubrimiento de la investigación sobre los crímenes terroristas de Irán, dos décadas después de sucedido el evento.

Teherán decidió que era hora de completar el trabajo, y de que Haqiqat-Ju [el falso desertor] sacara provecho de su larga inversión en la construcción de confianza.

En un llamado secreto a Nisman, el falso desertor informó que un colega suyo, un alto oficial de inteligencia iraní, se las había arreglado para abandonar Teherán con un portafolios lleno de importantísimos papeles que echaban valiosa luz sobre la colaboración entre agencias de seguridad argentinas y operativos iraníes en el ataque contra el centro judío [AMIA].


Tres golpes en la puerta, previos al asesinato

[El falso desertor] explicó que la segunda persona en desertar demandó una locación estéril para el encuentro a sostener. Haqiqat-Ju advirtió al fiscal que debía mantener silencio sobre el rendezvous. La inteligencia argentina fue invadida por agentes iraníes, y cualquier pista sobre el encuentro hubiera servido para que Irán pasara adelante en el juego. Por sobre todo, si él deseaba ver los nuevos documentos, debía deshacerse de los diez guardaespaldas asignados y estar solo para el momento en que su huésped arribara a su domicilio, en el piso 13 de la torre LeParc en el distrito de Puerto Madero en Buenos Aires.

El huésped usaría tres golpes de puerta para señalar su llegada. Nisman no debía hacer esperar al iraní, y debía hacerlo ingresar sin pausa.

Previo a preparar la escena para el asesinato, Haqiqat-Ju había rentado secretamente un departamento a metros del de Nisman.

Fue él quien golpeó la puerta tres veces el 18 de enero. El fiscal le abrió la puerta a su homicida. Como su confidente, sabía exactamente dónde se hallaba la pequeña arma que él le había pedido prestada a un amigo, y la usaría para asesinarlo.

El asesino iraní, entonces, escapó a través del sistema de ventilación central que unía a los dos departamentos, y asumió un disfraz. Sus asociados argentinos habían desarmado previamente las cámaras de seguridad en el edificio, de tal suerte que él pudo abandonarlo, dirigirse al aeropuerto y abandonar el país con falso pasaporte rumbo a Montevideo, luego haciendo escala en Dubai, llegando finalmente a Teherán.  

El asesino de Nisman ya hacía tiempo que había abandonado el país cuando el fiscal fue hallado muerto en un charco de sangre en su baño, ultimado con solo una bala a la cabeza -una pistola de bajo calibre, .22. El 18 de febrero, cientos de miles de personas marcharon en su honor en Buenos Aires, pidiendo por justicia.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en éste link | Traducido y reproducido con permiso de Debka.com