ESTADOS UNIDOS: DR. JAMES CARAFANO

EE.UU.: el congreso debería oir advertencias de Netanyahu sobre el acuerdo Irán-Obama

El ex presidente estadounidense Jimmy Carter tuvo uno de los peores registros...

05 de Marzo de 2015
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter tuvo uno de los peores registros en materia de política exterior y defensa, en comparación con cualquier otro mandatario americano. Pero al menos él pudo llegar a un buen acuerdo. El reciente discurso del premier israelí Benjamín (Bibi) Netanyahu ante una sesión conjunta del congreso de los EE.UU. deja en claro que el presidente Obama ni siquiera puede aproximarse al nivel de competencia de Carter.
 
El punto álgido de la presidencia de Carter tuvo lugar poco más de un año después de que llegar al Salón Oval, cerrando los Acuerdos de Camp David -convenio de paz entre Israel y Egipto. El convenio sigue vigente al día de hoy, y era realista: ambos lados deseaban la paz. Y paz fue lo que obtuvieron.
 
Netanyahu expuso su caso ante el congreso americano, basándose en que los esfuerzos de la Casa Blanca con miras a negociar un acuerdo con Irán tenían tanto en común con los Acuerdos de Camp David como un sketch de Saturday Night Live tiene relación con un discurso del Estado de la Unión. La propuesta de la Administración es cualquier cosa menos un plan de paz realista.
 
Un plan de paz real hubiese demostrado que todas las partes se comprometen a no agregar más poderes nucleares al Medio Oriente. El acuerdo presente, tal como se lo conoce, hace lo opuesto: preserva la opción nuclear para Irán y, como resultado, empujará a otros poderes regionales a duplicar sus apuestas y a prepararse a convertirse en nucleares antes que resignarse a vivir bajo la sombra nuclear de Teherán.
 
La moratoria multianual propuesta no pone fin a las preocupaciones relativas a que Irán construya una bomba y a que coloque cabezas nucleares en misiles balísticos de largo alcance. Antes bien, y bajo este acuerdo, Teherán puede caminar hacia una etapa previa a declararse como un Estado con armamento nuclear, poseedor de una robusta fuerza misilística, y sentarse allí. Este escenario difícilmente sienta las condiciones para una paz segura en nuestro tiempo.
 
Mientras tanto, incluso el frágil callejón sin salida propuesto por el acuerdo reposa en la presunción de que Teherán no seguirá los pasos de Corea del Norte, lindantes con quebrantar el status, haciendo trampa sobre el convenio y rechazando los términos cuando estos no coincidan con los del régimen.
 
Al mismo tiempo, el precio para la paz de Obama se vuelve en extremo elevado. Teherán exige un alivio inmediato y significativo sobre las sanciones que la perjudican. Esto implica más dinero para un régimen corrupto con uno de los peores registros en la humanidad y que tiene por objetivo perpetuarse en el poder, en desmedro del pueblo iraní.
 
El convenio propuesto por Obama incluso representa más dinero para que Teherán fogonee a Hezbolá, Hamás, al-Assad y a los rebeldes houítas de Yemen, y respalde a las incontables milicias shiítas en Irak (que representan una enorme amenaza para el futuro del país, al igual que ISIS). En el rol de uno de los principales Estados patrocinadores del terrorismo, activar y empujar los esfuerzos de Irán para moldear la región a través de la fuerza de las armas y la masacre de inocentes no tornará más brillantes a los prospectos para la paz en la región.
 
La controversia partidista y de antipatía hacia el discurso de Netanyahu no puede obscurecer el hecho de que la Casa Blanca no tiene respuestas positivas de cara a las legítimas preocupaciones existentes.
 
Al cierre, fue apropiado que el asunto fuera llevado ante el congreso estadounidense. Solo existen dos poderes con capacidad para impedir que Obama logre un acuerdo con Irán, cimentando un legado mucho peor que la política exterior de Jimmy Carter. Teherán, por cierto, podría dificultar las negociaciones o bien hundir el acuerdo, echando mano de todavía más demandas intolerables -recibiendo más, mientras entrega muy poco.
 
La otra voz capaz de interceder ante el presidente es el propio congreso americano. Es menester considerar la totalidad de los factores de lo que hay en riesgo, ante el parlamento; este es el detalle que convirtió al discurso en digno de ser oído.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/03/03/congress-listen-netanyahus-warnings-obama-iran-deal/

 
Sobre Dr. James Jay Carafano

Poseedor de master y doctorado en la Universidad de Georgetown, Carafano es un reconocido experto en temáticas de seguridad nacional y desafíos en política exterior. Es vicepresidente de Estudios en Políticas de Defensa y de Política Exterior en la Fundación Heritage, y Director del Instituto Kathryn y Shelby Cullom Davis de Estudios Internacionales. Es también historiador e investigador; su publicación más reciente es "Wiki at War: Conflict in a Socially Networked World" ('Wiki en Guerra: el Conflicto en un Mundo Socialmente Interconectado', 2012), obra que examina el impacto revolucionario del Internet en la seguridad nacional. Es Teniente Coronel del Ejército de los Estados Unidos. Recientemente, se ha desempeñado -asesorando en temas sobre los cuales es experto- en el equipo de transición del presidente estadounidense Donald Trump.