ESTADOS UNIDOS: DAKOTA WOOD

Mientras el mundo se torna más peligroso, EE.UU. permite que su poderío decline

El mundo parece estar volviéndose más peligroso estos días.

11 de Marzo de 2015
El mundo parece estar volviéndose más peligroso estos días. No representando una coincidencia, el poder militar de los Estados Unidos continúa declinando rápidamente.

Previo a considerarse las razones, he aquí un resumen de lo que está sucediendo en el mundo:

- Rusia se ha anexado Crimea; está desmembrando a Ucrania, testea las defensas del norte de Europa, y vuelve a echar un ojo sobre los Estados Bálticos y aquellos del Cáucaso Sur. Vladimir Putin no solo está explotando la dependencia europea frente a los recursos energéticos y mercado de Rusia, sino también la anemia militar de la Unión Europea; Putin aprovecha para tomar todo lo que pueda;
- El Estado Islámico está arrastrando al globo hacia el siglo XVII por la vía del homicidio; ha tallado un califato sobre los Estados disfuncionales de Siria e Irak. Fomenta la inestabilidad a lo largo de la región a través de sus personeros y franquicias, y a través de otros espectros de mentalidad violenta en Yemén, el Líbano, Egipto, Libia, Túnez y Nigeria;
- Irán está buscando contar con capacidad para dotarse de armas nucleares, apostando a la desesperación estadounidense de asegurar un 'acuerdo' que nos haría imposible detener a Teherán en su camino al éxito;
- China está entrometiéndose en aguas territoriales en disputa, fortificando sus atolones, exhibiendo su poder ante flotas comerciales y pesqueras de sus competidores, y poniendo en duda la soberanía internacional del espacio aéreo. Mientras tanto, explota vulnerabilidades en los escudos cibernéticos de EE.UU. para robar propiedad intelectual valuada en miles de millones de dólares y millones de horas-hombre, para penetrar al gobierno americano y a los sectores financieros, y para conducir un ciberconocimiento profundo de la infraestructura crítica de este país;

Pero aquellos días parecen regresar. Estados Unidos ha privilegiado otros intereses (conforme lo visto con el presupuesto del gobierno federal), y la capacidad de las fuerzas armadas estadounidenses para proteger los intereses globales del país se muestra en caída libre.

De hecho, los militares de EE.UU. ahora se notifican de que se encuentran en un estado en el que no podrían lidiar exitosamente con dos conflictos de importancia de ocurrencia simultánea en geografías diferentes del globo, lo cual siempre coincidió con el objetivo primario de la política de seguridad nacional.

La Armada de EE.UU., contando con solo 285 navíos, está cerca de ubicarse en niveles previos a la Primera Guerra Mundial; las aeronaves en la Fuerza Aérea ya tienen más de un cuarto de siglo de antigüedad (algunos, más de medio siglo); el Ejército se aproxima a contar con un tamaño cercano a la mitad de lo que era necesario pocos años atrás; la infantería de marina (Marines) se achica pero la demanda para su intervención es ahora récord, habiéndose comprometido casi de modo indefinido al despliegue rotativo contínuo de su elemento operativo.
 
Pero este problema no ha emergido de manera súbita. Ha evolucionado de forma lenta pero segura, declinando en dólares constantes, mientras que los costos para recurso humano, equipamiento y armamento se han incrementado de manera creciente. Los tiempos de producción extendidos para plataformas de alta gama, el uso sostenido de la fuerza durante la pasada década y más, y la falta de financiamiento a la hora de reemplazar artículos que deben retirarse o se han perdido en combate, se han conjuntado para dar forma a una fuerza más antigua, pequeña y desgastada.
 
La referencia a los detalles completos de este panorama puede hallarse en el primer Indice de Poderío Militar -preparado por la Fundación Heritage-, una publicación anual que evalúa la condición de las fuerzas militares estadounidenses y su capacidad para lidiar con requerimientos relativos a la seguridad nacional. Incluso evalúa la condición de aliados clave y las regiones de éstos, conforme estas variables afectan la capacidad de las fuerzas de EE.UU. de conducir operaciones en el extranjero, en tanto se ilustra sobre quién representa desafíos directos y de alto nivel para los intereses estadounidenses en materia de seguridad nacional.
 
Algunos sugieren observar a los aliados de Estados Unidos. Aún cuando se muestren en relativa estabilidad, se presentan con menor capacidad debido a su propia negligencia respecto de sus fuerzas militares; no podemos asumir que estén en posición de contribuir. Más aún, los competidores que representan serios desafíos para Estados Unidos están ahora invirtiendo con fuerza en capacidades militares cuidadosamente diseñadas a la medida de sus circunstancias y objetivos, potenciando el desafío que representan frente a EE.UU..
 
Estas tendencias son, cuando menos, ominosas. Particularmente porque es más fácil alcanzar una declinación adicional antes que efectuar mejoras rápidas. Conforme estas últimas demandan un tiempo sustancial, dinero y atención -todo lo cual hoy parece escasear.

El Indice 2015 del Poderío Militar de Estados Unidos deja en claro que, a menos que el país explicite un verdadero interés en el estado de nuestra seguridad -ahora-, podríamos vernos en serios problemas.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/03/08/world-becoming-dangerous-letting-military-power-decline/

 
Sobre Dakota Wood

Es Analista Senior en Programas para la Defensa en el Centro Douglas y Sarah Allison de Estudios sobre Política Exterior, en la Fundación Heritage. Sus trabajos también son publicados en español en la web Heritage Libertad.