No celebrar con premura: no hay acuerdo nuclear con Irán aún
Luego de quebrarse el límite calendario por tercera vez, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama...
Luego de quebrarse el límite calendario por tercera vez, la Administración del presidente estadounidense Barack Obama anunció este jueves un acuerdo de principios con un régimen iraní que carece de ellos -salvo tal vez el de extender su poder y exportar su revolución. 'Estoy convencido de que este marco conducirá a un acuerdo final y profundo, y que hará de nuestro país, de nuestros aliados, y del mundo, un lugar más seguro', declaró Obama en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
Pero consolidar un acuerdo final aceptable será extremadamente difícil. Los asuntos más espinosos continúan si solución, incluyendo el ritmo de la reducción de las sanciones, y el hecho de qué tanta investigación le será permitida a Teherán al momento de enriquecer uranio y de ampliar su uso de centrifugadoras. Irán exhibe un largo historial de violaciones en sus convenios nucleares previos.
Obama subrayó que el acuerdo incluye un sistema de verificación 'sin precedentes'. 'Si Irán vuelve a hacer trampas, el mundo lo sabrá', dijo. Pero, ¿cuánto llevará descubrir que Teherán hace trampas? Si eso se comprueba, ¿qué hará el mundo occidental al respecto?
Obsérvese el caso de Siria, sitio donde la Administración Obama hiciera alarde sobre un acuerdo para destruir la totalidad de las armas químicas de Basher al-Assad. Al día de hoy, ese régimen continúa empleando cloro en forma de gas contra su propio pueblo, sin temor alguno frente a las consecuencias. La Administración estadounidense ha buscado reducir la ansiedad internacional frente al cumplimiento iraní, destacando el rol de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Pero el dictador iraquí Sassam Hussein pudo bloquear, deflectar y entorpecer a los inspectores de Naciones Unidas durante años, luego de firmar un acuerdo final de cese al fuego en 1991 que incluyó robustas provisiones para llevar a cabo las inspecciones de rigor.
Retomando el acuerdo con Teherán, otro problema potencial es que no queda claro que a Irán le sea exigido blanquear las posibles dimensiones militares de su programa nuclear, previo a que el convenio sea firmado. Esto se presenta vital porque, de otro modo, Estados Unidos no estará en capacidad de establecer una base para el programa iraní que haga las veces de base creíble a la hora de estimar cuánto tiempo le tomará a Irán escenificar un descubrimiento técnico de calibre -como ser, adquirir material fisible de escala armamentística con miras a construir un arma nuclear.
Más aún, si Irán no blanquea sus antiguas violaciones frente a sus compromisos nucleares, ¿cómo se puede confiar que cumplirá con cualquier nuevo tipo de compromiso?
Mientras que la Administración continuará agitando el convenio como señal de que los iraníes están actuando de manera más razonable, Teherán promocionará el acuerdo dando a entender que Occidente apoya sus políticas y comportamiento. Existe el peligro de que Irán se sienta envalentonado para escalar su comportamiento desestabilizador en la región, nunca reduciéndolo. Y, mientras más alivio sobre las sanciones se conozca, más fondos tendrá Teherán para continuar financiando al terrorismo y otras actividades clandestinas.
Tras lo cual no quedan dudas de por qué los funcionarios iraníes celebran el anuncio de un acuerdo como si se tratase de una importantísima victoria.
Los detalles sobre el acuerdo nuclear (en inglés)
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/04/02/hold-the-applause-no-iran-deal-yet/
Caricatura: John Kerry: '¿Se supone que estos huevos de pascua hagan tic-tac? | Crédito: Glenn Fodden
Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.