Sudán del Sur: alarmante situación humanitaria, tras el conflicto
El aumento de la violencia en los estados de Unidad, Jonglei y Alto Nilo...
22 de May de 2015
El aumento de la violencia en los estados de Unidad, Jonglei y Alto Nilo provocaron la suspensión de servicios médicos, la destrucción de estructuras sanitarias y la evacuación de personal médico.
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Juba, 22 de mayo de 2015.- Los enfrentamientos en Sudán del Sur están recrudeciendo, lo cual expone a la población civil a una violencia generalizada y restringe gravemente la provisión de una ayuda que, por estos momentos, resulta absolutamente indispensable.
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Juba, 22 de mayo de 2015.- Los enfrentamientos en Sudán del Sur están recrudeciendo, lo cual expone a la población civil a una violencia generalizada y restringe gravemente la provisión de una ayuda que, por estos momentos, resulta absolutamente indispensable.
El significativo aumento de la violencia en los estados de Unidad, Jonglei y Alto Nilo ha provocado la suspensión de servicios médicos, la destrucción de estructuras sanitarias y la evacuación del personal médico.
'Esta última escalada de violencia deja terriblemente expuestas a las personas que están en las zonas de conflicto, que además de sufrir los efectos directos de la violencia, se quedan sin la asistencia médica y humanitaria que en estos momentos precisan', afirma Paul Critchley, coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán del Sur. 'Todas las partes del conflicto deben respetar a los civiles y a las estructuras sanitarias, a criterio de no causar aún más sufrimiento a la población'.
ALTO NILO
En el estado del Alto Nilo, MSF proporciona asistencia médica a los heridos tras los duros enfrentamientos ocurridos en Melut durante los últimos días. Sin embargo, la organización no puede hacer llegar suministros médicos ni personal, ya que la falta de seguridad impide que los aviones aterricen. Además, la violencia ha forzado a que cientos de personas se hayan visto obligadas a buscar refugio en el centro de las Naciones Unidas para la Protección a Civiles (POC, por sus siglas en inglés). A menos que se garantice un acceso seguro para el personal y los suministros, la capacidad de MSF para proporcionar cuidados médicos a todos aquellos que lo necesitan puede verse seriamente amenazada.
MALAKAL
A pesar de que, hasta hace unos días, la intensidad de los combates hacía imposible prestar asistencia médica en el POC de Malakal, los equipos de MSF ya han podido comenzar a tratar a los heridos causados por los últimos enfrentamientos. En estas últimas semanas, el POC ha recibido una gran afluencia de nuevos desplazados y actualmente está albergando a unas 30.000 personas. Por otro lado, la inestabilidad está dificultando enormemente que los equipos entren en la ciudad, que es donde se dieron la mayoría de enfrentamientos.
JONGLEI
En el estado de Jonglei, la ciudad de Phom El-Zeraf (New Fangak) ha sufrido particularmente los efectos de los enfrentamientos durante los meses pasados. Un equipo de MSF accedió a la zona el martes 19 y pudo comprobar que la ciudad estaba completamente destrozada. Los árboles y las casas están quemadas y los edificios del colegio arrasados. El hospital, una de las principales estructuras médicas del norte del estado, está destruido. Este hecho supone un gran impacto para la población, ya que apenas existen otras alternativas en la zona para recibir asistencia médica.
UNIDAD
Ante el avance del frente, el pasado 9 de mayo, MSF se vio forzada a evacuar el hospital de la ciudad de Leer, dejando sin asistencia médica a las 200 mil personas que viven en la zona. MSF pudo contactar con uno de los trabajadores sur sudaneses de la organización que aún siguen en la zona, y que se ha visto obligado a refugiarse en una isla de un pantano junto a muchas otras personas.
'Una granada propulsada por cohete (RPG) cayó en el agua junto a él, pero por suerte no explotó. Nuestro compañero se pasó nueve horas en el agua. Cuando pudo volver a la isla, recuperó del agua los cuerpos de dos niños que no habían tenido la misma suerte que él y se los entregó a sus padres. Una de las mujeres del grupo ha sido secuestrada y su bebé está siendo ahora cuidado por otras personas. Están todos aterrorizados', explica Critchley.
BENTIU Y NHIALDIU
En Bentiu, los combates y la inseguridad de las últimas semanas han forzado a MSF a suspender varias clínicas móviles en los alrededores. En Nhialdiu, MSF proporcionaba consultas médicas gratuitas a cientos de personas cada día. MSF sigue gestionando un hospital dentro del POC en Bentiu, que ha recibido más de 11 mil personas, la mayoría mujeres y niños. Muchas personas han sido testigo de terribles experiencias en los últimos días: pueblos enteros quemados; familias separadas; ataques y asesinatos; heridos que se han quedado atrás y violencia sexual contra mujeres y niños.
Aquellos que consiguen llegar a alguno de los POC de Naciones Unidas tampoco están a salvo de sufrir los efectos de la violencia. Varias personas han sufrido heridas de bala y muchos otros han sufrido el impacto de los proyectiles que caen en los alrededores. Las tensiones entre comunidades también están creciendo dentro de los campos. En el hospital de Bentiu, MSF está tratando el triple de casos por heridas relacionadas con la violencia en comparación al año pasado por estas mismas fechas.
La estación de lluvias está a punto de comenzar y las condiciones de vida en los campos, que se han visto gravemente deterioradas por la masiva afluencia de nuevos desplazados, comienzan a ser también un motivo de preocupación.
ALTO NILO
En el estado del Alto Nilo, MSF proporciona asistencia médica a los heridos tras los duros enfrentamientos ocurridos en Melut durante los últimos días. Sin embargo, la organización no puede hacer llegar suministros médicos ni personal, ya que la falta de seguridad impide que los aviones aterricen. Además, la violencia ha forzado a que cientos de personas se hayan visto obligadas a buscar refugio en el centro de las Naciones Unidas para la Protección a Civiles (POC, por sus siglas en inglés). A menos que se garantice un acceso seguro para el personal y los suministros, la capacidad de MSF para proporcionar cuidados médicos a todos aquellos que lo necesitan puede verse seriamente amenazada.
MALAKAL
A pesar de que, hasta hace unos días, la intensidad de los combates hacía imposible prestar asistencia médica en el POC de Malakal, los equipos de MSF ya han podido comenzar a tratar a los heridos causados por los últimos enfrentamientos. En estas últimas semanas, el POC ha recibido una gran afluencia de nuevos desplazados y actualmente está albergando a unas 30.000 personas. Por otro lado, la inestabilidad está dificultando enormemente que los equipos entren en la ciudad, que es donde se dieron la mayoría de enfrentamientos.
JONGLEI
En el estado de Jonglei, la ciudad de Phom El-Zeraf (New Fangak) ha sufrido particularmente los efectos de los enfrentamientos durante los meses pasados. Un equipo de MSF accedió a la zona el martes 19 y pudo comprobar que la ciudad estaba completamente destrozada. Los árboles y las casas están quemadas y los edificios del colegio arrasados. El hospital, una de las principales estructuras médicas del norte del estado, está destruido. Este hecho supone un gran impacto para la población, ya que apenas existen otras alternativas en la zona para recibir asistencia médica.
UNIDAD
Ante el avance del frente, el pasado 9 de mayo, MSF se vio forzada a evacuar el hospital de la ciudad de Leer, dejando sin asistencia médica a las 200 mil personas que viven en la zona. MSF pudo contactar con uno de los trabajadores sur sudaneses de la organización que aún siguen en la zona, y que se ha visto obligado a refugiarse en una isla de un pantano junto a muchas otras personas.
'Una granada propulsada por cohete (RPG) cayó en el agua junto a él, pero por suerte no explotó. Nuestro compañero se pasó nueve horas en el agua. Cuando pudo volver a la isla, recuperó del agua los cuerpos de dos niños que no habían tenido la misma suerte que él y se los entregó a sus padres. Una de las mujeres del grupo ha sido secuestrada y su bebé está siendo ahora cuidado por otras personas. Están todos aterrorizados', explica Critchley.
BENTIU Y NHIALDIU
En Bentiu, los combates y la inseguridad de las últimas semanas han forzado a MSF a suspender varias clínicas móviles en los alrededores. En Nhialdiu, MSF proporcionaba consultas médicas gratuitas a cientos de personas cada día. MSF sigue gestionando un hospital dentro del POC en Bentiu, que ha recibido más de 11 mil personas, la mayoría mujeres y niños. Muchas personas han sido testigo de terribles experiencias en los últimos días: pueblos enteros quemados; familias separadas; ataques y asesinatos; heridos que se han quedado atrás y violencia sexual contra mujeres y niños.
Aquellos que consiguen llegar a alguno de los POC de Naciones Unidas tampoco están a salvo de sufrir los efectos de la violencia. Varias personas han sufrido heridas de bala y muchos otros han sufrido el impacto de los proyectiles que caen en los alrededores. Las tensiones entre comunidades también están creciendo dentro de los campos. En el hospital de Bentiu, MSF está tratando el triple de casos por heridas relacionadas con la violencia en comparación al año pasado por estas mismas fechas.
La estación de lluvias está a punto de comenzar y las condiciones de vida en los campos, que se han visto gravemente deterioradas por la masiva afluencia de nuevos desplazados, comienzan a ser también un motivo de preocupación.
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