Crisis de refugiados en Europa: cinco puntos clave
En los albores de la guerra civil en Siria, el surgimiento del Estado Islámico (ISIS), la resurgencia islamista...
Algunos de aquellos que dejan atrás zonas de guerra y localidades con problemas son refugiados genuinos, mientras que otros son migrantes económicos que buscan huir de la pobreza y el destierro.
Los siguientes son cinco puntos clave en relación a la recurrente crisis allende el Atlántico.
1. La política del presidente estadounidense Barack Obama de cara al Medio Oriente ha sido un desastre.
La crisis de refugiados en Europa no puede separarse del extendido fallo emanado de la desastrosa aproximación al Medio Oriente de parte de Obama. Cuatro millones de sirios se han visto forzados a abandonar su país tras años de guerra civil, y a la luz del indetenible ascenso de ISIS.
Las absolutas carencias de estrategia de parte de la Administración Obama a la hora de lidiar con el asunto sirio ha allanado el camino para que el brutal régimen de Basher al-Assad permanezca en el poder, mientras que ISIS ha ganado fuerza y empuje, en el ínterim.
Conforme lo expresara el ex Secretario de Defensa británico, Liam Fox, en un discurso ofrecido en la Fundación Heritage (Washington, D.C.) la pasada semana, no habrá fin para la crisis de migrantes en Europa hasta tanto ISIS sea derrotado, y la situación en Siria sea resuelta.
El liderazgo estadounidense en el mundo importa y, en la actualidad, se ve muy poco de aquél.
2. La unidad europea es una ilusión.
La noción de que la Unión Europea está unida representa una ilusión, a la luz de la crisis de refugiados.
En efecto, Europa se encuentra profundamente dividida, entre países como Alemania -que han ofrecido recibir a la totalidad de los refugiados provenientes de Siria- y Hungría, que ha declarado que no los aceptará.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha advertido que el flujo de grandes cantidades de refugiados que llegan amenaza la identidad cristiana de Europa, que ya se muestra en rápida erosión.
Existe una profunda división entre Berlín, París y la Comisión Europea por un lado, y numerosos países de Europa Oriental y Central -que se oponen al hecho de que la Unión Europea dicte los términos del asunto de los refugiados- por otro.
En esencia, la Unión Europea siempre ha sido un mero proyecto político -largamente herido hoy, a la luz de esta crisis.
3. La soberanía en Europa, importa.
A pesar de la retórica impartida desde Bruselas, es probable que la crisis de refugiados en Europa se administre a nivel de los Estados-nación, y no por intermedio de edictos originados en la UE.
A lo largo del tiempo, será inevitable que se registre un regreso a los controles fronterizos en la Europa continental -en donde los gobiernos europeos buscarán reafirmar su autoridad sobre sus propios límites geográficos.
El gobierno británico, por ejemplo, ha acordado recibir a veinte mil refugiados sirios, pero ha dejado en claro que la aceptación de un mayor número de refugiados no representa una solución de largo plazo para el problema, en tanto Londres se opone firmemente a que la Unión Europea le imponga cuotas de refugiados -contra los deseos de naciones individuales en el Viejo Continente.
4. Los sistemas europeos de asistencia social se verán sujetos a una tensión extrema.
Quedan pocas dudas frente a que los vastos y generosos programas de asistencia social y beneficios en Europa constituyen una atracción significativa para muchas personas que buscan huir de la pobreza en Africa, Asia y el Medio Oriente, para residir en la Unión Europea.
El agregado de centenares de miles de migrantes -posiblemente, millones en años por venir- conducirá a una tensión extrema de los recursos en las naciones de Europa.
Alemania, por ejemplo -y siguiendo las directrices de la Canciller Angela Merkel- se verá compelida a proveer vivienda y escolaridad para grandes números de personas que no hablan el idioma alemán.
Alemania ha acordado recibir a un aproximado de 800 mil potenciales asilados desde Siria. Sobrevendrá, incluso, el asunto de integrar a una multitud de nuevos inmigrantes a ciudades europeas que ya enfrentan tremendos desafíos en materia de asimilación sociocultural.
5. Numerosos Estados árabes del Golfo no comparten la carga de los refugiados.
Conforme decenas de miles de refugiados arriban a Europa, es importante señalar que las naciones del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Qatar, Omán y Kuwait) no han abierto sus puertas a los desplazados por los combates en Siria.
Por ejemplo, Jordania ha recibido a más de 630 mil refugiados, pero exhibe un ingreso per capita de solo US$ 11 mil. Qatar, por su parte, exhibe un ingreso per capita de US$ 143 mil, y no ha recibido refugiados sirios. Todo lo cual constituye un reflejo que hace a la actitud de cooperación en el Consejo en relación al combate contra ISIS en Siria e Irak -factor que explica el rechazo a verse involucrados en el tema de los refugiados de una manera significativa.
Artículo original en inglés, en: http://dailysignal.com/2015/09/08/five-key-points-on-europes-refugee-crisis/
Desarrolla artículos relacionados con la relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña, en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Se concentra específicamente en temas de Seguridad y Defensa, incluyendo el rol de la OTAN en la Unión Europea y en materia de seguridad transatlántica. Previo a desempeñarse en Heritage, Coffey sirvió en el ministerio de defensa británico como consejero especial al entonces secretario de Defensa, Liam Fox. Sus trabajos también son publicados en español en el sitio web The Daily Signal.