INTERNACIONALES: LEE EDWARDS

Polonia es importante para una Europa segura -y Putin lo sabe

Por estos días, las buenas noticias son escasas en Europa Oriental...

27 de Septiembre de 2015

Por estos días, las buenas noticias son escasas en Europa Oriental, con el presidente ruso Vladimir Putin oficiando de matón en Ucrania y en todas partes, y las decenas de miles de sirios y otros musulmanes que abandonan sus países para buscar refugio en el Viejo Continente.

Con todo, me es posible informar que una organización de jóvenes conservadores polacos, comprometidos con la libertad económica y una sociedad civil robusta, está trabajando sin descanso para transformar sus ideas en acciones, así como los Lech Walesa y Juan Pablo IIJóvenes Estadounidenses por la Libertad (Young Americans for Freedom) lo hicieran en EE.UU. en los años sesenta y setenta, con su apoyo por un gobierno limitado, la libre empresa, y por líderes como Barry Goldwater y Ronald Reagan.

Estos jóvenes polacos se hacen llamar Estudiantes por la República de Polonia.

Aún contando solo cinco años de existencia, estos estudiantes registran ramas en institutos y universidades de importancia en Polonia, en grandes ciudades como Varsovia, Cracovia y Breslavia. Fundada su organización por Pawel Kurtyka -brillante y joven intelectual-, los estudiantes ya han logrado hacer la diferencia, con su respaldo público por causas como el 'Día en Memoria de los Soldados Condenados', que honra el heroismo y puja por el reconocimiento del anticomunista y antinazi Witold Pilecki.

Los 'Soldados Condenados' remiten a un movimiento clandestino de resistencia que combatió a los comunistas en Polonia hasta 1961, un década y media después de que la cortina de hierro fuera bajada y separara a la Europa Oriental.

Witold Pilecki ganó medallas por valentía en combate en dos guerras mundiales, y en el Levantamiento de Varsovia de 1944. Es más conocido por haber sido enviado a Auschwitz -el campo de la muerte nazi-, así como también por compilar datos de inteligencia sobre los horrendos crímenes que allí tuvieron lugar. Increíblemente, escapó luego de dos años y medio, publicando luego sus hallazgos.

Al unirse a la resistencia clandestina después de la Segunda Guerra Mundial, Pilecki fue capturado y ejecutado por el gobierno comunista polaco en 1948, acusado de 'imperialismo extranjero' -léase, por resistirse al comunismo.

Sus últimas palabras, fueron: 'Larga vida a una Polonia libre!'.

El ejemplo de patriotas polacos como Pilecki inspira a los líderes y miembros de Estudiantes por la República de Polonia, dispuestos a tomar por las astas temas críticos como la necesidad de una política exterior firme hacia Rusia, por el futuro de la seguridad social, y por el rol de los medios masivos de comunicación en la sociedad civil.

Yo me encontraba en Opole, a un aproximado de tres horas de tren desde Varsovia, cuando llevé a cabo una conferencia sobre relaciones entre los Estados Unidos y Europa, con énfasis en Polonia. Creo firmemente que, tal como Alemania es una Witold Pileckinación crítica a nivel político, económico y estratégico en Europa Occidental, de igual modo lo es Polonia en Europa Oriental y Central.

Ello se debe a su tamaño y población (cercana a 38.5 millones de personas), su sólida economía (su PBI ha crecido un 2% en 2014, cuando la economía de el resto de los países europeos era de cero puntos porcentuales), y por su proximidad fronteriza con Rusia y Ucrania hacia el este y con Alemania y los Países Bálticos hacia el oeste; por estas razones, Polonia es el eje de la seguridad en el este de Europa. Polonia necesita del apoyo y la asistencia de los Estados Unidos de América.

Sobre la base del trabajo de mi colega Daniel Kochis en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), sugerí que EE.UU. debería:

 

  • - Garantizar ejercicios frecuentes de la OTAN en la región;
  • - Estacionar tropas estadounidenses en Polonia, de manera permanente;
  • - Exportar equipo militar estadounidense, testeado en batalla, a Polonia;
  • - Permitir que Polonia se una al Visa Waiver Program
    de los EE.UU.

Para mi sorpresa, no hemos extendido a Polonia la misma cortesía que hemos obsequiado a casi toda nación del este de Europa; me refiero a la anulación del visado. Bajo la legislación presente, incluso el presidente polaco Andrzej Duda debe firmar un formulario que pregunta: '¿Alguna vez ha arengado Usted por un golpe de Estado violento contra su gobierno?'. Por cierto, el presidente debería responder afirmativamente, dado que respaldó el derribo del antiguo gobierno comunista. ¿Le negaríamos, entonces, la visa? Uno tiene la esperanza de que no, pero la exclusión de Polonia del Visa Waiver Program americano debería ser rápidamente revocada.

Asimismo, he recomendado que Estados Unidos levante las actuales restricciones de petróleo, de tal suerte que Norteamérica pueda exportar gas natural y petróleo a Polonia, reduciendo significativamente su dependencia energética de Rusia -que, al día de la fecha, proporciona el 60% de gas natural a Polonia.

Recordé a mi joven audiencia de conservadores polacos lo que el Papa Juan Pablo II había dicho en su primer visita como pontífice a Polonia en 1979, visita que allanaría el camino para la creación del movimiento 'Solidaridad', y que pondría en marcha fuerzas que derivaron en el colapso del comunismo en Europa Oriental, una década más tarde.

En aquel entonces, el Papa dijo:

Ustedes, hermanos y hermanas, deben ser fuertes... en la fuerza de la Fe.

Deben ser fuertes, en la fuerza de la esperanza.

Deben ser fuertes en el amor, que es más poderoso que la muerte.

Cuando somos fuertes en el Espíritu de Dios, también somos fuertes en la Fe en el hombre.

Por lo tanto, no hay necesidad de temer.

A los jóvenes hombres y mujeres que estarán llamados a ser líderes en la Polonia del mañana (o incluso antes), deseo reiterarles que vayan hacia adelante, confiando en Dios, y recordando las palabras de Juan Pablo II:

'No temáis'.

 

Sobre Lee Edwards

Reconocido historiador y analista del conservadurismo estadounidense en la Fundación Heritage, Washington, D.C., Edwards es autor de más de veinte libros, incluyendo biografías de Ronald Reagan y Barry Goldwater. También es presidente de la Fundación por la Memoria de Víctimas del Comunismo (Victims of Communism Memorial Foundation) desde 2007, y que lanzaran en modalidad online el Museo Global sobre Comunismo en 2009. Publica en la web estadounidense The Daily Signal.