Putin inicia una campaña relámpago para promocionar bombardeos en Siria
El gobierno ruso ha lanzado una campaña mediática de gran calibre...
El gobierno ruso ha lanzado una campaña mediática de gran calibre, con el objeto de promocionar su involucramiento en Siria, ante el pueblo ruso. En la totalidad de los canales de tevé estatales (que, en esencia, son los únicos que importan en la Federación Rusa), los televidentes son sujetos a una oleada indetenible que refiere a la campaña de bombardeos -todo ello, durante las pasadas dos semanas.
Se observa a bombarderos llevar a cabo misiones sobre objetivos sirios; los objetivos son destruídos con munición de precisión teleguiada, y filmada por cámaras montada en los propios aviones; los ángulos de cámara varían y registran a los cazas mientras surcan los cielos de Siria.
El mensaje dirigido a la teleaudiencia doméstica en Rusia es fuerte y claro: el presidente Vladimir Putin y las poderosas fuerzas armadas rusas se han involucrado en una batalla heroica para salvar la situación y eliminar a los malos -esto es, el Estado Islámico y otros grupos terroristas.
Infortunadamente, este mensaje no se condice con la realidad percibida por analistas occidentales.
Mientras que, en sus propios hogares, los rusos ya están advertidos de la guerra con Ucrania y ya acusan el impacto de la caída en los precios del petróleo, el nuevo involucramiento en Siria ha proporcionado una distracción frente a los padecimientos internos de la Federación.
En un sentido en cierto modo retorcido, la colorida y precisa campaña mediática rusa remite a recuerdos lindantes con la operatoria estadounidense de fusionar periodismo con fuerzas armadas, en ocasión de la Operación Golpe y Sorpresa (Shock and Awe), que condujera a la expulsión del dictador iraquí Saddam Hussein en 2003.
Pero se registra una diferencia crucial en este caso. Los medios estadounidenses -que aprovecharon una ubicación de lujo al tener lugar la Segunda Guerra del Golfo- son independientes del gobierno. Los medios de comunicación occidentales exhiben una postura sólidamente antagónica hacia el Pentágono. El sesgo natural de los reporteros es contrario a Washington, no se orienta a su favor.
Por contraste, los medios rusos -particularmente la televisión- no son otra cosa que una extensión del gobierno ruso, y un brazo de la maquinaria de propaganda del Kremlin. Por lo tanto, el periodismo ruso solo transmite una glorificación orquestada y a todo vapor de los eventos en Siria. No se conoce de otros motivos que pudiere exhibir Putin, como ser el garantizar las instalaciones militares rusas en la zona, la protección de líneas de suministro en Siria, o una avanzada contra el involucramiento estadounidense en territorio sirio.
La considerable habilidad de Vladimir Putin como propagandista ha sido ampliamente documentada. Un interesante caudal de datos en relación a la guerra de información rusa ha sido en su momento proporcionada por el periodista británico Peter Pomerantsev quien, habiéndose desempeñado para el órgano de propaganda ruso Russia Today (RT), escribió un libro de alto valor sobre su experiencia, intitulado 'Nada es Cierto y Todo es Posible' ('Nothing Is True and Everything Is Possible').
Para el Kremlin, ese título es tan adecuado para Siria, como lo fue para Crimea. De momento al menos, la maquinaria de propaganda rusa tiene un objetivo distinto, pero trabaja a destajo -como siempre lo ha hecho.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/10/15/putin-begins-propaganda-blitz-to-sell-his-syrian-bombing-campaign/
Es Analista Senior en estudios de Diplomacia Pública, para la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Desarrolla trabajos relacionados con instituciones y programas del gobierno estadounidense que hacen a la relación con terceros países y diplomacia tradicional, y elementos críticos en la guerra de ideas contra el extremismo violento. Previamente, se desempeñó como Editora en el periódico The Washington Times.