Venezuela versus la realidad
Hace más de un mes —cuando los venezolanos todavía vivían bajo el gobierno ilimitado...
Hace más de un mes —cuando los venezolanos todavía vivían bajo el gobierno ilimitado del Partido Socialista Unido de Nicolás Maduro— Ilya Shapiro y yo tuvimos una reunión muy interesante con las personas detrás de DolarToday. Como el artículo de Wikipedia acerca de este explica, DolarToday es un 'sitio web estadounidense que se enfoca en la política y las finanzas latinoamericanas. La empresa es más conocida por ser una referencia del tipo de cambio del bolívar venezolano, una moneda que no es libremente convertible'.
Mi razón para asistir a la reunión era suficientemente obvia: Venezuela recientemente ha estado padeciendo la tasa de inflación más alta del mundo, haciendo del Banco Central de Venezuela, el banco central estatal de Venezuela, el actual estandarte del abuso por parte del Estado del dinero fiduciario. Ilya, en cambio, estaba allí porque, además de ser un Académico Titular del Cato Supreme Court Review, es un abogado.
Verá, el Banco Central de Venezuela decidió demandar a DolarToday por 'desestabilizar' la moneda venezolana. Esto es, este decía que el sitio web, lejos de simplemente reportar el deterioro del bolívar, era culpable del deterioro y también del declive general de Venezuela.
Pero espere: ¿acaso no denominó Wikipedia a DolarToday como un sitio Web estadounidense? De hecho lo hace, y con razón. El sitio Web está basado en Delaware y es propiedad de ciudadanos estadounidenses, quienes lo iniciaron en 2010. Pero eso no ha detenido a las autoridades venezolanas de intentar cerrarlo, entablando una demanda en la Corte Distrital en Delaware, EE.UU.
La demanda en sí provee un vistazo notable al pervertido razonamiento de los regímenes totalitarios. El prólogo a la descripción que hace el demandante de la carga de las acciones le darán una idea general:
'¿Qué tan lejos irán algunos para enriquecerse así mismos (y a sus amigos) y para recuperar elpoder político que añoran para enriquecerse todavía más? ¿Irán tan lejos como para perjudicar a sus propios compatriotas haciendo de sus ya difíciles vidas algo todavía más tortuoso? Los demandados lo harían. Y lo han hecho'.
La demanda de 32 páginas luego procede a acusar a los propietarios de DolarToday de todo desde asociación delictiva hasta el ciber-terrorismo, hasta de intentar derrocar al gobierno de Venezuela. Realmente tiene que leerla para creerlo. Si no me hubiesen mostrado esto hubiese creído que se trataba de una parodia.
Excepto que no hay nada chistoso acerca de esto. A pesar de lo ridícula que es la demanda, el gobierno venezolano no se está riendo, lo que significa que, aunque las probabilidades de llegar a un juicio (ni hablar de que este acabe con una decisión a favor de los demandantes) son infinitamente inferiores a aquellas de que los Phillies ganen las tres próximas Series Mundiales de béisbol, los acusados tienen que...bueno, defenderse. Eso cuesta dinero. Y, a pesar de lo que la demanda venezolana sostiene, los acusados no son ricos —al menos, no se han enriquecido a costa de los venezolanos, mediante su sitio Web o de otra forma. Pero eso no es todo. La demanda es solo una de varias tácticas agresivas que el gobierno venezolano ha empleado en su esfuerzo de cerrar DolarToday. En julio, el presidente Maduro acusó a los dueños del sitio de ciber-terrorismo en televisión nacional, amenazando con extraditarlos y darles una dosis de la justicia venezolana. El Banco Central también ha intentado aprovecharse del “proceso de descubrimiento” conectado a su demanda para determinar la identidad de los propietarios y patrocinadores venezolanos anónimos de DolarToday, para poder fastidiarlos a ellos y a sus familiares.
Si le faltan abogados que odiar, le encantará escuchar que Squire Patton Boggs, un bufete de abogados estadounidense, está asistiendo al Banco Central en su noble empresa. Hasta ahora ha llevado el caso con gran determinación, incluso llegando a publicar comunicados de prensa repitiendo las acusaciones de ciber-terrorismo junto con las fotografías de los supuestos terroristas. Si eso no es suficiente como para hacer que usted agregue a los socios de este bufete a su lista de tarjetas de San Valentín, considere que el mismo bufete también resulta representar a Campo Flores, hijastro de Maduro, quien ha sido acusado de tráfico de drogas por el Departamento de Justicia de EE.UU.*
¿Qué tanto, me pregunto, cobran estos días los principales bufetes de abogados en EE.UU. por hora cobrable que pasan intimidando a ciudadanos estadounidenses y sus amigos, con el propósito de reprimir la libertad de información? Lo que sea que cobran, estoy seguro de que el Banco Central de Venezuela lo puede pagar. Después de todo, ¿qué significan para este unos cuantos bolívares más?
Lamentablemente, el Centro para Alternativas Monetarias y Financieras no puede imprimir su propio dinero, todavía. Pero eso no significa que estamos quedándonos de brazos cruzados. De hecho, estamos haciendo algo justo llamando la atención a lo que el Banco Central pretende hacer. Pero también nos estamos asegurando de que, si algo le fuese a pasar a DolarToday, no le hará bien a ese banco ni a ningún otro enemigo de la libertad, porque la gente todavía podrá obtener toda la información que deseen acerca del verdadero estado de la moneda venezolana buscándola en nuestro Proyecto de Monedas en Problemas. Allí encontrarán toda la información que DolarToday provee, y mucho más además, todo gracias al Académico Titular de Cato Steve Hanke. De hecho, DolarToday recientemente anunció que ahora depende totalmente de los cálculos de Steve acerca de la tasa de inflación en Venezuela.
De manera que si el Banco Central de Venezuela realmente quiere suprimir información acerca del mal manejo que hace del bolívar, cerrar DolarToday no lo logrará: también nos tendrá que cerrar a nosotros. Así que, ¿qué les parece? ¡Nuestros abogados no pueden esperar!
*Poco después de la publicación de este artículo, Squire Patton Boggs se retiró del caso de Campo Flores.