Por qué es necesaria una estrategia global para hacer frente a ISIS

En su discurso del Estado de la Unión del próximo-pasado martes, el presidente estadounidense Barack Obama intentó minimizar la amenaza que el surgimiento del llamado Estado Islámico (ISIS, EIIL) representa para Estados Unidos.

Pero un informe especial, publicado recientemente por la Fundación Heritage (Washington, D.C.) sobre cómo hacer frente al problema de los combatientes extranjeros de ISIS explica por qué la política exterior de Obama está fracasando, y cómo EE.UU. puede (y debería) perseguir una estrategia más robusta, multipolar y global para derrotar al letal grupo terrorista.

Elevar los hombros ante la amenaza de ISIS pareció mucho más que un intento para distraer la atención del fallo de la Administración Obama a la hora de responder a la amenaza y de evitar ampliar las acciones contra el grupo, en su último año en la Oficina Oval. No es plausible que el pueblo estadounidense (al igual que el resto del mundo) se tranquilice con las palabras del mandatario.

El ataque suicida de esta semana, ejecutado contra turistas de nacionalidad alemana en Estambul -y que funcionarios turcos atribuyen a ISIS- ha subrayado las incongruencias entre el discurso de Obama sobre el Estado de la Unión y los verdaderos peligros encarnados por el crecimiento del grupo a lo largo de los últimos dieciocho meses.

De acuerdo con un informe de la Fundación Heritage, ISIS ha establecido una presencia en al menos diecinueve países, y ha atraído a más de 25 mil combatientes foráneos para que se unan a sus filas en Siria e Irak. Lo que es alarmante, estos combatientes extranjeros contabilizan 4.500 ciudadanos de naciones occidentales.

La manera más efectiva de detener el surgimiento de combatientes extranjeros que se trasladan en masa a esa región es demostrar que ISIS no es invencible, y que Estados Unidos y sus socios pelearán para hacer retroceder al grupo hacia sus cuarteles originarios en Irak y Siria.

Mientras que las fuerzas estadounidenses e iraquíes cosecharon un éxito reciente versus ISIS, al recapturar la ciudad de Ramadi -en la provincia iraquí de Anbar-, la cual los terroristas habían tomado en mayo pasado, los incidentes de orden global con planificación parecen destinados a incrementarse.

Los éxitos militares recurrentes contra ISIS en Irak y Siria son necesarios, pero no suficientes, para derrotar a la amenaza mayor. A criterio de reducir la amenaza de los ataques inspirados por ISIS en todo el globo, EE.UU. y sus socios deberán desarrollar modos más efectivos de contrarrestar la ideología del grupo, que está siendo diseminada en formatos sofisticados a través de redes sociales, el Internet y técnicas de reclutamiento cuidadosamente ingeniadas.

ISIS afirma que el verdadero Islam se practica en el califato que controla, declarado por el líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, en junio de 2014 -poco después de que la organización se hiciera del control de Mosul, la segunda ciudad en importancia de Irak. De acuerdo a la propaganda de ISIS, los musulmanes pueden vivir su fe en una comunidad musulmana comprometida, que ofrece camaradería e identidad.

Mientras que no se conoce explicación para definir qué es lo que motiva a jóvenes musulmanes a acercarse a la visión radicalizada de ISIS, un incentivo importante para los musulmanes en Europa parece ser un sentido de marginación registrado en tales sociedades. Los reclutadores de ISIS toman a estos individuos por objetivo, en general a través de las redes sociales y el Internet, y buscan incrementar su sentido de aislamiento -convenciéndolos para que crean en la visión apocalíptica que ISIS imprime sobre el mundo.

En el sur de Asia, donde grupos afiliados al Talibán y a al-Qaeda ya se encuentran bien asentados, ISIS ha buscado hacerse de más reclutas enfatizando que los textos religiosos islámicos se refieren al rol clave del sur de Asia a la hora de establecer un califato global.

En apariencia, el Hadith (los dichos del Profeta Mahoma) hace referencia a una gran batalla en la India, donde tendrá lugar un duelo final entre musulmanes y no-musulmanes -previo al final de los tiempos.

De momento, en tanto ISIS solo ha registrado éxitos marginales al momento de establecerse en el sur de Asia, su presencia creciente, especialmente en la provincia de Nangarhar (Afganistán), ha elevado las preocupaciones, complicando el panorama militante en un país devastado por la guerra.

Conforme lo subraya el informe especial de referencia, Estados Unidos cuenta con numerosas herramientas a su disposición, para interceptar los planes terroristas de ISIS previo a que sean ejecutados, y a criterio de detener el flujo de combatientes extranjeros. El analista de política exterior y entendido en ciberseguridad en la Fundación Heritage, David Inserra, observó recientemente lo siguiente en un artículo relativo al proceso de revisión de refugiados en Estados Unidos:

La Administración debería continuar mostrándose selectiva a la hora de discernir qué refugiados acepta, poniendo el foco en aquellos postulantes sobre los cuales EE.UU. tiene una cantidad aceptable de inteligencia[.] … Luego del ataque en San Bernardino, el pueblo estadounidense merece detalles -y el congreso debe exigirlos- sobre cómo pueden optimizarse con recurrencia las metodologías de rechazo. El gobierno le debe a sus ciudadanos el emplar la totalidad de herramientas legales a disposición, si de lo que se trata es de impedir la llegada de terroristas.

El informe sobre combatientes extranjeros elaborado por la Fuerza Especial del Comité de Seguridad Interior en la Cámara de Representantes (accesible aquí, en inglés) que fuera hecho público en septiembre pasado, también enumeró una serie de recomendaciones para contrarrestar el arribo de elementos vinculados al terrorismo.

El citado informe apunta que el gobierno de los Estados Unidos deberá hacer más para compartir información relativa a traslados aéreos de terroristas con sus socios en el exterior; impulsar la aplicación de la ley a la hora de lidiar con amenazas domésticas; y elevar la consciencia de las comunidades en relación al problema de la radicalización de jóvenes.

A no ser que Estados Unidos lidere una campaña global para, en simultáneo, negar el acopio de más territorio a ISIS, provocar disrupciones en sus esfuerzos de reclutamiento, y obstaculice la diseminación de su ideología, ISIS continuará incrementando su presencia a lo largo de Oriente Medio, Africa y el sur de Asia -elevando el espectro de ataques terroristas a lo largo del globo.

Infortunadamente, el presidente Barack Obama ha llevado a cabo una lamentable labor, al momento de posicionar y preparar al país para enfrentar este desafío.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/01/15/why-a-global-approach-is-needed-to-defeat-isis/