INTERNACIONALES: LIC. SANTIAGO PEREZ

Brasil, al rojo vivo

Brasil transita jornadas de alto voltaje político.

14 de Marzo de 2016
Brasil transita jornadas de alto voltaje político. En solo nueve días, se sucedieron -con sorprendente cadencia- una serie de acontecimientos que han depositado a la presidente Dilma Rousseff contra las cuerdas.
 
Brasil, marchas contra Dilma y LulaLa serie de hechos dio inicio el viernes 4 de marzo, con la citación compulsiva a declarar a Luiz Inácio Lula da Silva. La escena de los agentes de la Policía Federal presentándose en el domicilio del ex jefe de Estado a las 6:00 AM 'invitándolo' a declarar habla por sí sola. El clima que se respira es de extrema tensión. Brasil es una sólida república, con tres poderes claramente independientes -factor que difícilmente pueda soslayarse. Pero, al igual que sucede en otras latitudes, los poderosos son llevados al banquillo solo cuando su capacidad de ejercer influencia se desvanece
 
El día jueves 10 del corriente estalló la segunda bomba. El Ministerio Público de São Paulo solicitó la prisión preventiva de Lula. El motivo: los fiscales alegan que el ex mandatario podría movilizar a sus seguidores con el objetivo de bloquear la investigación. La justicia deberá aprobar o rechazar el pedido del Ministerio, pronunciamiento que por el momento no tiene fecha confirmada. En conclusión, Lula continuará en libertad. Debilitado políticamente y preocupado por su futuro. 
 
El sábado 12 de marzo arribó el tercer capítulo de la novela, determinantemente relacionado con los dos primeros. El PMDB (Partido do Movimento Democrático Brasileiro) celebró una cumbre nacional. ¿Por que es esto relevante? Sencillamente porque el PMDB es la principal fuerza aliada del Partido de los Trabajadores y el vicepresidente de la nación, Michel Temer, integra sus filas. El resultado de la reunión fue el siguiente: el PMDB no romperá la coalición de gobierno, pero colocará a la misma en el congelador. La directiva fue clara: no se aceptarán nuevos cargos ofrecidos por Dilma Rousseff -provisto que el partido tiene diferencias internas por resolver. En un período de treinta días, se decidirá si se continúa dentro de la Administración, o si se deja al PT librado a su propia suerte. A la postre, noticias poco gratas para Dilma, quien necesita de los votos del PMDB en el parlamento para bloquear un eventual resurgimiento del proceso de impeachment. La alianza que sostiene a la presidente en el Palácio do Planalto pende de un delgado hilo.
 
 


Por último, el domingo 13/03, las calles de las 27 capitales de Brasil escribieron su propio capítulo. 3,1 millones de personas (según las autoridades) o 6,5 (según los organizadores) salieron a manifestarse. Después de días de especulaciones sobre la convocatoria que podrían tener las movilizaciones, los números hablaron por si solos. El éxito fue categórico. En São Paulo, principal centro urbano del país, el número de asistentes alcanzó un récord histórico. Superó al recordado movimiento 'Diretas Já', que a inicios de la década del 80 presionaba por el regreso de las elecciones directas y el fin del gobierno militar. 
 
Las calles llenas presionan al PMDB a bajarle el pulgar a Rousseff y la base de sustentación del gobierno se resquebraja. Visiblemente acorralada, la mandataria afronta serios problemas para lidiar con la severa crisis económica por la que atraviesa el país (recesión, caída del PBI, aumento del desempleo y aceleración de la inflación). Por estas horas, Dilma hace equilibrio para mantenerse en el cargo, difícilmente podrá llevar adelante las poco populares pero necesarias reformas económicas. El 2016 cerrará -una vez más- con una caída del Producto Bruto Interno, llevando hacia fines de año el humor social a un nivel de disconformidad superior. Se trata, en efecto, de una bomba virtualmente imposible de desactivar. 
 
Sabido es que la política es el arte de lo posible. El inconveniente radica en que, en este laberinto, no queda claro si lo posible es suficiente para sobrevivir.

 
Sobre Santiago Pérez

Es Licenciado en Relaciones Internacionales. Observador de la política internacional desde el enfoque realista, es columnista de una decena de medios gráficos y digitales del mundo de habla hispana. Reside en Río de Janeiro, Brasil, y publica regularmente en el sitio web Brasil Economía.