Preocupación por misiles balísticos submarinos de China
Mientras Estados Unidos continúa persiguiendo una financiación...
Mientras Estados Unidos continúa persiguiendo una financiación adecuada para sus fuerzas armadas, otras naciones alrededor del mundo ya desarrollan impresionantes capacidades militares.
Tómese como ejemplo el reciente artículo publicado por el matutino británico The Guardian, en donde se subraya que China ha programado el despliegue de submarinos nucleares portadores de misiles balísticos -conocidos alegremente como 'boomers' por entendidos en la comunidad naval-. Estos vectores están dotados de misiles con ojiva nuclear, capaces de trasladarse miles de millas y, potencialmente, caer sobre territorio estadounidense.
A fuer de ser justos, muchas otras naciones en el globo han desarrollado submarinos de propulsión nuclear armados con misiles balísticos nucleares de largo alcance. De hecho, EE.UU. desarrolló esta tecnología en los años cincuenta, mientras que China ha intentado desarrollar capacidades similares durante décadas.
Así es que, ¿por qué debería el ciudadano estadounidense promedio preocuparse por Pekín desarrollando tecnología que EE.UU. supo iniciar hace décadas?
En efecto, el desarrollo chino de submarinos de propulsión nuclear remite a una tendencia más abarcativa y preocupante: la creación de unas modernas fuerzas armadas que, en muchos aspectos, porta el objetivo de derrotar a las fuerzas armadas estadounidenses en la eventualidad de un conflicto armado.
Pekín está desarrollando una serie de plataformas de armamento que alguna vez fueron pensadas exclusivamente para los Estados Unidos, provisto que tanto China como Rusia tardarían no pocas décadas en investigar. De hecho, Pekín parece acercarse al desarrollo de sistemas de armas de altísima tecnología, que parecen más bien salidas de páginas de historietas de ciencia ficción que de la realidad.
Por ejemplo, China ha comisionado su primer portaviones, confeccionad sobre la base de los sobrantes de una quilla ex soviética, y se encuentra construyendo uno más.
Pekín también está desarrollando múltiples tipos de aviones de combate con tecnología anti-radar que potencialmente podría equiparar las ventajas cosechadas por aeronaves americanas similares. China también desarrolla armas antisatélite para atacar a los sistemas de espionaje electrónico americanos en el campo de batalla -satélites que representan quizás la mayor ventaja militar estadounidense.
Y luego está el caso de aquellas armas que parecen salidas más bien de una película de Hollywood, antes que de las fuerzas armadas actuales. China ha desarrollado dos tipos diferentes de lo que muchos califican como misiles balísticos 'carrier-killer' (para destrucción de portaviones enemigos) -la primera serie que se entrega a fuerza armada alguna en el planeta.
Comprender cómo funciona este tipo de misil en un escenario de combate real es crítico a la hora de comprender su potencial -y qué tan lejos los chinos han llegado.
El sistema es móvil, volviendo difícil su detección. Una vez lanzado, el misil es guiado utilizando distintos tipos de radar, satélites y otras plataformas, para hallar su objetivo.
Numerosos informes indican que exhibe una cabeza avanzada y maniobrable (MaRV), potencialmente capaz de derrotar a los sistemas de defensa estadounidenses y de otras naciones occidentales. Ataca a velocidades de MACH 10 y superiores. Y, lo que resulta más perturbador, una nueva versión de este arma tiene la capacidad de atacar a navíos situados tan lejanamente como a 2.500 millas.
Pero Pekín no se ha detenido allí. China incluso ha testeado exitosamente un arma hipersónica que podría portar, al menos en teoría, una cabeza convencional o una nuclear.
¿Por qué es tan importante un arma semejante? Mientras que faltan algunos años para que Pekín haga de este prototipo parte activa de su arsenal, ataca a cinco veces la velocidad del sonido y exhibe el potencial para derrotar a los sistemas defensivos contra misiles de EE.UU. y otros países de Occidente.
Pero no solo Estados Unidos debiera preocuparse, en lo que tiene que ver con el ascenso del poder militar chino. En efecto, y gracias a la geografía, los aliados de EE.UU. y socios enfrentan un gran desafío potencial.
Tal modernización de armamento -que hoy se lleva a cabo en la totalidad de las ramas de las fuerzas armadas de China- comporta consecuencias para la región Asia-Pacífico, especialmente en lo relacionado con competencia por reclamos territoriales en el Mar del Sur de China y el Mar del Este de China.
Conforme el analista experto Dean Cheng (Fundación Heritage) lo expone en un reciente paper:
Modernización… implica que la PLAN [la armada china] puede tanto buscar establecer control de las aguas desde la primer cadena de islas, e involucrarse en operaciones de negación de tránsito marítimo. La PLAN ya supera a toda armada regional, con la posible excepción de la Fuerza de Autodefensa Marítima del Japón.
Con su amplia flota de submarinos potenciados por fuerza combinada diesel-eléctrica, AIP y nuclear, la PLAN puede entorpecer al tráfico tanto comercial como militar, y potencialmente sobreponerse a cualquier respuesta. La combinación de la PLAAF [fuerza aérea], Segunda Artillería, y activos de Aviación Naval representarían una amenaza adicional para cualquier fuerza de superficie que armadas locales pudieren desplegar.
En el mientras tanto, la fuerza aérea china probablemente podría superar a cualquier fuerza aérea del área, entre la costa china y la primer cadena de islas, en tanto la matriz china de misiles balísticos de corto, medio y largo alcance podría poner en riesgo a objetivos en tierra y en el mar.
Todo esto es apenas el comienzo.
Mientras Pekín continúa construyendo islas artificiales en el Mar del Sur de China y posicionando distintos tipos de equipo militar en lo que ya son efectivamente pequeñas bases militares, China parece dar un salto hacia adelante en sus capacidades militares -empujando las tensiones regionales a magnitudes superiores con cada grano de arena. En el ínterim, el personal militar estadounidense retira refacciones de aeronaves situadas en museos para mantener sus jets de combate en el aire.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/05/26/chinese-ballistic-missile-submarines-should-definitely-cause-concern/