Despliegue de misiles rusos: preocupación para la OTAN en el Báltico
En lo que representa una preocupante novedad para la OTAN...
01 de Noviembre de 2016
En lo que representa una preocupante novedad para la OTAN, a comienzos del pasado mes de octubre, Rusia desplegó numerosos lanzadores de misiles balísticos con capacidad nuclear del tipo Iskander, en la región de Kaliningrado. La locación remite al pequeño enclave ruso sobre el Mar Báltico, entre Polonia y Lituania -en tanto sirve de base a la Flota del Báltico rusa, así como también para numerosas instalaciones militares de importancia.
El despliegue de estas armas es considerado por un amplio espectro de analistas como una contramedida ante el anuncio de la OTAN de que desplegará más tropas y sistemas de defensa misilística en Polonia y las naciones del Báltico, a los que Rusia contempla como una amenaza directa contra su seguridad.
Exhibiendo un alcance de más de 300 millas, los misiles Iskander cuentan con la capacidad de alcanzar Varsovia (Polonia); Vilnius (Lituania); y Riga (Latvia). Variantes más nuevas tienen la capacidad de alcanzar Berlín.
Lo que es aún más preocupante es la 'capacidad dual' del Iskander, lo cual significa que puede disparar una variedad de cargas convencionales y también armas nucleares tácticas. Al ser equipado con cabezas nucleares, su alcance superior a 300 millas lo sitúa en franca violación al Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1987 -distinción que no parece preocupar mayormente a Moscú.
No está claro si acaso estas unidades están equipadas hoy con cabezas nucleares, pero dado el pasado de Rusia y sus amenazas de poner en la mira a naciones que cuentan con sistemas de defensa misilística con armamento atómico, aquella posibilidad no puede descartarse.
Por su parte, Moscú ha declarado que el despliegue de referencia es perentorio, parte de un ejercicio, y de carácter 'no excepcional'. Conforme se ha admitido, no se trata de la primera vez en que Rusia ha desplegado Iskanders a Kaliningrado. Con todo, este nuevo despliegue se muestra como de mayor magnitud que los anteriores, y existe la preocupación de que Rusia eventualmente pueda estacionar estos misiles con formato permanente en el enclave.
El Teniente General Riho Terras, jefe del estado mayor de las Fuerzas de Defensa de Estonia, evalúa a los Iskanders como parte del plan ruso para 'poner al Mar Báltico y a las vías de acceso cercanas cada vez más bajo control de Moscú, de tal suerte de poder controlarlo tal como lo hace con el Mar Negro'.
Difícilmente esta preocupación sea antojadiza. Desde hace tiempo, el enclave de Kaliningrado es crítico para las operaciones de denegación de acceso a la zona por parte de Rusia -conocida como A2/AD- en el Báltico Oriental, y el sistema Iskander es lo suficientemente preciso como para poner en la mira a nutridas formaciones militares, así como también a unidades y ciudades.
Con firmeza, los miembros de OTAN han criticado el despliegue. Aún no queda claro, sin embargo, cómo planea la Alianza Atlántica contrarrestar el efecto de esos misiles -o si acaso puede hacerlo sin continuar inflamando las tensiones en la zona.
El despliegue de estas armas es considerado por un amplio espectro de analistas como una contramedida ante el anuncio de la OTAN de que desplegará más tropas y sistemas de defensa misilística en Polonia y las naciones del Báltico, a los que Rusia contempla como una amenaza directa contra su seguridad.
Exhibiendo un alcance de más de 300 millas, los misiles Iskander cuentan con la capacidad de alcanzar Varsovia (Polonia); Vilnius (Lituania); y Riga (Latvia). Variantes más nuevas tienen la capacidad de alcanzar Berlín.
Lo que es aún más preocupante es la 'capacidad dual' del Iskander, lo cual significa que puede disparar una variedad de cargas convencionales y también armas nucleares tácticas. Al ser equipado con cabezas nucleares, su alcance superior a 300 millas lo sitúa en franca violación al Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio de 1987 -distinción que no parece preocupar mayormente a Moscú.
No está claro si acaso estas unidades están equipadas hoy con cabezas nucleares, pero dado el pasado de Rusia y sus amenazas de poner en la mira a naciones que cuentan con sistemas de defensa misilística con armamento atómico, aquella posibilidad no puede descartarse.
Por su parte, Moscú ha declarado que el despliegue de referencia es perentorio, parte de un ejercicio, y de carácter 'no excepcional'. Conforme se ha admitido, no se trata de la primera vez en que Rusia ha desplegado Iskanders a Kaliningrado. Con todo, este nuevo despliegue se muestra como de mayor magnitud que los anteriores, y existe la preocupación de que Rusia eventualmente pueda estacionar estos misiles con formato permanente en el enclave.
El Teniente General Riho Terras, jefe del estado mayor de las Fuerzas de Defensa de Estonia, evalúa a los Iskanders como parte del plan ruso para 'poner al Mar Báltico y a las vías de acceso cercanas cada vez más bajo control de Moscú, de tal suerte de poder controlarlo tal como lo hace con el Mar Negro'.
Difícilmente esta preocupación sea antojadiza. Desde hace tiempo, el enclave de Kaliningrado es crítico para las operaciones de denegación de acceso a la zona por parte de Rusia -conocida como A2/AD- en el Báltico Oriental, y el sistema Iskander es lo suficientemente preciso como para poner en la mira a nutridas formaciones militares, así como también a unidades y ciudades.
Con firmeza, los miembros de OTAN han criticado el despliegue. Aún no queda claro, sin embargo, cómo planea la Alianza Atlántica contrarrestar el efecto de esos misiles -o si acaso puede hacerlo sin continuar inflamando las tensiones en la zona.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/10/25/russias-missile-deployment-adds-to-natos-worries-in-the-baltic/
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@LukeDCoffey
Sobre Luke Coffey
Desarrolla artículos relacionados con la relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña, en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Se concentra específicamente en temas de Seguridad y Defensa, incluyendo el rol de la OTAN en la Unión Europea y en materia de seguridad transatlántica. Previo a desempeñarse en Heritage, Coffey sirvió en el ministerio de defensa británico como consejero especial al entonces secretario de Defensa, Liam Fox. Sus trabajos también son publicados en español en el sitio web The Daily Signal.