Dakota Access y Keystone XL: la energía de EE.UU. da importante paso al frente

Por años, la Administración Obama ha echado mano de su autoridad ejecutiva para obstruir dos proyectos cruciales en materia de infraestructura: los oleoductos Dakota Access y Keystone XL.

 

Ahora, esa obstrucción ha llegado a término, a partir de las dos órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump. Esta acción reafirma el respeto del presidente estadounidense por el Estado de Derecho, y su respaldo al desarrollo de una infraestructura responsable, de la producción de energía, y la creación de empleos.

 

Una de las órdenes ejecutivas instruye a la totalidad de las agencias federales, incluyendo al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU., a aprobar en formato express la construcción del proyecto de oleoducto Dakota Access.

 

Otra orden ejecutiva invita a la firma TransCanada Corp. a reenviar su aplicación para el gasoducto Keystone XL, y ordena al Departamento de Estado acelerar la revisión de esa aplicación.

 

La construcción de 1.172 millas del oleoducto Dakota Access fue detenida por la Administración Obama en septiembre pasado, luego de que sus desarrolladores completaran todo requisito legal exigido para terminar el proyecto.

 

Ahora, con más del 90% completo, el proyecto privado de US$ 3.7 mil millones entregará un aproximado de 570 mil barriles de crudo diarios desde el estado de Dakota del Norte, a través de Dakota del Sur e Iowa, hacia los ductos existentes en el estado de Illinois.

 

El presidente Barack Obama había detenido la aprobación de un plan para cruzar propiedad del Cuerpo de Ingenieros del Ejército a lo largo del Río Missouri, en Lago Oahe (Condado Morton).

 

El involucramiento de la Administración Obama al intentar obstaculizar este proyecto -de naturaleza legal, y aprobado en toda su extensión- ha alentado la desobediencia civil, ha amenazado la seguridad de los residentes locales, y ha depositado una pesada carga financiera sobre las fuerzas de la ley -sin mediar oferta de reembolso federal por el incremento de tales costos.

 

Desde el pasado verano, manifestantes han venido ocupando territorio federal en forma ilegal en el Condado Morton, en cercanías del sitio de construcción del oleoducto; dañando equipos, caminos, puentes, ganado y propiedad privada.

 

Por mi parte, he exigido a la Administración Trump que pagase por los costos de seguridad en terrenos lindantes con el sitio de construcción, y proporcione asistencia bajo el formato de policía federal, a los efectos de proteger a los trabajadores de la construcción. Los proyectos de infraestructura con permiso legal deben contar con autorización inmediata para proceder, sin temer a la amenaza de interferencia gubernamental impropia.

 

Este conflicto se merece una resolución pacífica, y espero que los ambientalistas de comportamiento extremista que lideran la protesta dejen de ponerse a ellos mismos en peligro, evitando hacer lo propio con los residentes del Condado Morton, con los trabajadores del proyecto, y con las fuerzas del orden.

 

Estos oleoductos traen consigo la promesa de nuevos empleos y de garantías de provisión de energía para Norteamérica. El oleoducto Keystone XL, asimismo, ofrece la oportunidad de hacer negocios con Canada -nuestro aliado desde hace mucho tiempo, y más veterano socio comercial.

 

Gracias a las recientes acciones de la Casa Blanca, la energía de los Estados Unidos de América ha dado un enorme paso hacia adelante.


* El autor, Kevin Cramer, es legislador en la Cámara de Representantes de EE.UU. por el estado de Dakota del Norte

Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/01/24/us-energy-security-takes-a-major-step-forward/