Paritaria docente: algunas reflexiones
En la Provincia de Buenos Aires, la paritaria docente suele convertirse...
07 de Febrero de 2017
En la Provincia de Buenos Aires, la paritaria docente suele convertirse en protagonista obligada, en el inicio de cada ciclo escolar.
En tal sentido, la Gobernadora María Eugenia Vidal tomó la iniciativa, y decidió ofrecer a los maestros un incremento salarial del 18% anual -escalonado en tres cuotas. Detrás de la funcionaria, otros mandatarios planeaban recurrir a idéntica propuesta, en otras provincias. Es que el ofrecimiento opera en sintonía con lo convenido a nivel nacional con empleados estatales. 'Más no podemos pagar', replican desde el oficialismo. Pero la cuestión no es tan sencilla como se la pretende presentar; inclusive en el discurso de comunicadores y periodistas que -imposible es para ellos ocultarlo- simpatizan con el Gobierno Nacional.
En tal sentido, la Gobernadora María Eugenia Vidal tomó la iniciativa, y decidió ofrecer a los maestros un incremento salarial del 18% anual -escalonado en tres cuotas. Detrás de la funcionaria, otros mandatarios planeaban recurrir a idéntica propuesta, en otras provincias. Es que el ofrecimiento opera en sintonía con lo convenido a nivel nacional con empleados estatales. 'Más no podemos pagar', replican desde el oficialismo. Pero la cuestión no es tan sencilla como se la pretende presentar; inclusive en el discurso de comunicadores y periodistas que -imposible es para ellos ocultarlo- simpatizan con el Gobierno Nacional.
Roberto Baradel, líder sindical de S.U.T.E.B.A. -el sindicato docente con mayor cantidad de afiliados en el país- es un dirigente cuya adscripción al kirchnerismo le ha granjeado el desprecio de gran parte de la opinión pública, que lo percibe como nada confiable. Sin embargo, y dicho esto, cierto es que el ofrecimiento hecho al personal educativo es paupérrimo. Un destacado periodista económico afirmó recientemente en Radio Mitre que lo percibido por los docentes es poco, pero que esa cifra es tan escasa como lo que ganan todos en la Argentina. Esta afirmación no es otra cosa que una falacia.
El nivel salarial que, en los últimos diez años, Hugo Moyano ha obtenido para los camioneros es elevadísimo. El salario más pequeño de un trabajador del sindicato de Aguas y Gaseosas (SUTIAGA) orilla los $20.000. Y un empleado municipal del partido de General Pueyrredón gana entre $40 mil y $50 mil. Por citar sólo un ejemplo, se conoce de tres casos de trabajadores de una dependencia de dicha Municipalidad que directamente no concurren a su lugar de trabajo, pero lo mismo perciben ese haber. No se apersonan en tal dependencia porque, sencillamente, no tienen tareas asignadas. Poniendo la lupa en la administración de justicia, una empleada de la Cámara Federal de Mar del Plata, que cumplía horario solamente de 9 a 14 hs, percibía $80.000 mensuales. Lejos de ser aislados, estos casos representan cabalmente lo que paga el Estado en determinados sectores. Por lo que la oferta a los docentes ameritaría un análisis más exhaustivo.
La salud pública es la otra gran problemática nacional. El Dr. Alejandro Loreti, representante de CICOP (asociación sindical que nuclea a todos los profesionales de la salud en la Provincia de Buenos Aires) en el Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata, describió a este medio a fines de 2015 un escenario dantesco, que debería avergonzar a todos los argentinos. Otrora un hospital modelo, hoy el HIGA es un canto a la desidia: constante hacinamiento en las guardias, falta de camas e insumos básicos, condiciones inhumanas de trabajo para los médicos, que llegan a cumplir hasta veinticuatro horas seguidas de guardia, y un largo etcétera. A un año y medio de aquella entrevista, la situación ha cambiado poco y nada. De hecho, los médicos bonaerenses han estado en permanente conflicto con la administración provincial desde la llegada de María E. Vidal. El básico de convenio de un galeno no supera los $18 mil. El desmadre de las cuentas públicas adquiere mayor dramatismo cuando se contrapone dicha situación con lo que gana, por ejemplo, un abogado en la Súperintendencia de Seguros de la Nación: $90 mil. ¿A qué se debe semejante incongruencia? ¿Con qué argumentos podría defenderse?
Quizás sea cierto -como aseguran en la Casa Rosada- que no se cuente con partidas de fondos más nutridas, para hacer frente a la exigencia de aumentos salariales. Pero, en todo caso, será lícito cuestionar -con argumentos- el criterio empleado para orientar y distribuír los recursos públicos. En el caso puntual de los docentes, también cabría analizar en profundidad el Estatuto, sus condiciones de trabajo y cuestiones relacionadas. Y -por qué no- deberían ser los propios interesados (los afiliados) quienes promuevan, de una vez por todas, la remoción del desgastado Baradel al frente de su gremio. En simultáneo, no es defendible la postura de finiquitar debates bajo el eterno eslogan de la falta de fondos. Como tampoco lo es el echar mano de la cuestionable afirmación: 'Todos en la Argentina ganan mal'.
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@PortaluppiPablo
Sobre Pablo Portaluppi
Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Periodismo. Columnista político en El Ojo Digital, reside en la ciudad de Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Su correo electrónico: pabloportaluppi01@gmail.com. Todos los artículos del autor, agrupados en éste link.