Argentina emite 'bono basura' a cien años, pero aún debe solucionar problemas de fondo
Cien años atrás, la Argentina era una de las naciones más ricas del mundo...
Cien años atrás, la Argentina era una de las naciones más ricas del mundo. Hoy día, su PBI per capita es equivalente al de Rusia. Existe, sin embargo, una poco envidiable categoría en la que la Argentina ha sabido destacar: se ubica entre las principales diez naciones que más frecuentemente han cesado los pagos de su deuda soberana.
Aunque parezca desconcertante, el gobierno argentino hoy está pidiendo a los inversores que den otro salto de fe. Les está exigiendo que confíen que, dentro de un siglo, el país habrá abandonado sus malas costumbres, y habrá regresado a la prosperidad y a una gobernancia prudente. En resumidas cuentas, el gobierno argentino está pidiendo a inversionistas que adquieran 'bonos basura' (o 'de alto rendimiento') a cien años.
El presidente argentino Mauricio Macri heredó un verdadero desastre, al arribar al gobierno hacia fines de 2015. El ha intentado poner la casa fiscal y monetaria en orden desde entonces. Sus predecesores, Cristina Fernández de Kirchner y Néstor Kirchner, fueron los últimos en una línea de políticos peronistas que solo buscaban satisfacerse a sí mismos y que veían al gobierno como una herramienta para consolidar su beneficio personal.
Esa dirigencia peronista implementó políticas populistas presupuestariamente insostenibles, y políticas comerciales de igual carácter. Las firmas privadas de sectores clave de la economía fueron nacionalizadas. La corrupción se extendió notablemente. Durante los doce años de los Kirchner en el poder, el ránking de la Argentina en el Indice de Libertad Económica se desmoronó. Su puntaje general cayó en casi diez puntos, posicionando al país en la categoría 'mayormente carente de libertad económica', y llegando luego al último escalafón mundial, descripto por la categoría: 'Economía reprimida'.
Una de las medidas primarias de Macri -igualmente positiva- fue resolver el diferendo del gobierno con los denominados acreedores 'hold-out' de la República Argentina tras el gran default de 2001. Esta resolución allanó el camino para el reingreso de este país al mercado global de capitales. Algunos inversores se han atrevido a aprovechar la oportunidad para adquirir deuda argentina otra vez. Estos exigen una alta tasa de interés premium, sin embargo, y dado el riesgoso historial crediticio del país. Y hacen bien en exigirla.
Con todo, aún queda un largo camino futuro previo a que la Argentina retorne verdaderamente al sendero del libremercado y la gobernancia responsable. Lo que se necesita -antes que conseguir más dinero para el gobierno- es un sustancial cambio cultural e institucional que conduzca hacia la responsabilidad fiscal y a reformas orientadas hacia el libremercado.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/07/05/argentina-issues-100-year-junk-bonds-yet-fix-nations-real-problems/
* Desarrollado con la colaboración de Charles Busch, Programa de Jóvenes Líderes en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, Washington, D.C.
Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití.