INTERNACIONALES : JAMES PHILLIPS

ISIS se diluye, pero continúa siendo una amenaza

Una mujer del estado americano de Wisconsin, Waheba Issa Dais, fue acusada el próximo-pasado 13 de junio...

18 de Julio de 2018

Una mujer del estado americano de Wisconsin, Waheba Issa Dais, fue acusada el próximo-pasado 13 de junio bajo cargos de proporcionar apoyo material al grupo terrorista Estado Islámico, conocido también como ISIS.

Los fiscales federales estadounidenses alegan que Dais, de 45 años de edad y madre de dos hijos, pirateó cuentas en redes sociales a los efectos de reclutar individuos en representación de ISIS. Más aún, se afirmó que Dais proporcionó instrucciones sobre cómo manufacturar explosivos, e incluso sugirió objetivos para eventuales ataques terroristas, como ser festivales callejeros, celebraciones de verano, e iglesias. El arresto subraya el carácter recurrente de la amenaza encarnada por ISIS. Aún cuando el grupo ha sufrido golpes y retrocesos en Irak y Siria, continúa atrayendo la atención de simpatizantes hacia la ideología extremista del núcleo, la cual es diseminada en una amplia miríada de plataformas en el ciberespacio.

ISIS, RaqqaCiertamente, sería un enorme error subestimar la amenaza consignada por el Estado Islámico, el cual continúa extendiéndose en Afganistán, Egipto, Indonesia, Paquistán, las Filipinas y Yemén. Aún en Irak y Siria, el combate contra la organización terrorista está lejos de llegar a término.

El Siria oriental, ISIS aún controla territorio en la periferia de Hajin, localidad situada sobre la margen del río Eufrates, y en Dashisha, área cercana a la frontera entre Irak y Siria. En estos bolsoones, aún combaten espectros de durísimos militantes, bien entrenados, que distan de entregarse. Lo cierto es que ISIS continúa presentándosecomo un oponente duro y resiliente que se adapta rápidamente a las condiciones del combate. Ha regresado a sus raíces en la forma de una red terrorista clandestina, empleando tácticas clásicas de la insurgencia, aspecto que involucra asesinatos, atentados con explosivos, y emboscadas. 

Esta modificación de sus tácticas -y la distracción perentoria que ejercitara sobre elementos kurdos pertenecientes a la milicia de las Fuerzas Democráticas por Siria, con quien Estados Unidos se ha conjuntado para combatir a ISIS a efectos de combatir contra la intervención turca en Afrin, en Siria noroccidental- ha permitido que ISIS siga cosechando logros en el este del territorio sirio.

El regreso de ISIS al sistema de guerra de guerrillas sobreviene como parte de un esfuerzo en pos de reorganizarse y recuperar porciones perdidas de territorio. De acuerdo a los conceptos vertidos por el Coronel del Ejército de los EE.UU., Ryan Dillon, vocero de la Operación Inherent Resolve, esto es, la campaña militar anti-ISIS, el grupo está lejos de asumir una derrota permanente en Irak y Siria. En lo que respecta a Irak, ISIS ha sufrido una serie de derrotas militares en el terreno y ha pasado a la clandestinidad, con la meta de reagruparse. Las Fuerzas de Seguridad Iraquíes, por su parte, tampoco han aceptado esta realidad con complacencia. Aún cuando ISIS continúa representando una amenaza de magnitud en el oeste y el noroeste de Irak.

En lo que tiene que ver con Siria, y a pesar de las pérdidas de territorio asumidas, ISIS se ha concentrado en la ejecución de raíds y emboscadas versus fuerzas pro-régimen, hacia el oeste del Eufrates. Asimismo, el grupo ha lanzado ofensivas para recuperar territorio en todo ámbito posible, incluyendo numerosas áreas al sur de Damasco. Su decisión de retroceder hacia zonas desérticas y rurales -que se suma a la iniciativa de nutrir sus redes clandestinas en centros urbanos- explicita que el núcleo probablemente continuará manteniendo una presencia en la región, motorizando preocupaciones de cara a un futuro reemerger, conforme supo hacerlo en Irak cuando las fuerzas estadounidenses se retiraron.

De igual manera, ISIS ha demostrado contar con la capacidad para cultivar y mantener una red global de simpatizantes y seguidores, a pesar de las ya mencionadas pérdidas de territorio otrora bajo su control. Estados Unidos habrá de adoptar una estratagema para Irak y Siria que promocione el interés estratégico de aniquilar al Estado Islámico, al tiempo que evite llevar a cabo costosas y peligrosas misiones -en lo que respecta al objetivo de máxima, vinculado a la reconstrucción del país. En lo que hace a Siria, EE.UU. deberá evaluar con precisión su presencia militar y orientarla hacia el contraterrorismo, alimentando el objetivo primordial de impedir que tanto ISIS como cualquier otro grupo yijadista consolide su reaparición. Adicionalmente, Estados Unidos deberá presionar a sus aliados en el mundo árabe para que rse hagan cargo de cuotas financieras superiores en la meta de estabilizar la sección oriental de Siria con tropas, asistencia humanitaria y económica.

En Irak, Estados Unidos deberá actuar como contrapeso frente a Irán, y ayudar en la estabilización del frágil gobierno de Bagdad, así como también asistir en la reformulación y optimización de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes.

Deviene en imperativo que Estados Unidos deposite todos los esfuerzos en impedir que ISIS reingrese con mayor fuerza, como el grupo supo hacerlo en el pasado. Un fracaso en este apartado solo significará un mayor caudal de muerte y destrucción en Irak, Siria y otras regiones del globo.



Artículo original, en inglés, en éste link

 

Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.