Al respecto del inusual ataque terrorista en Nueva Zelanda
Entrevista al experto en terrorismo y temáticas de seguridad Robin Simcox (The Heritage Foundation, en Washington, D.C.).
15 de Marzo de 2019
Kate Trinko: Me encuentro junto a Robin Simcox, Margaret Thatcher fellow en el think tank estadounidense The Heritage Foundation. Robin centra su trabajo en investigación referida a terrorismo y seguridad nacional. Muchas gracias por esta presentación, Robin.
Robin Simcox: Gracias por la invitación.
Trinko: Hasta el momento, los medios de comunicación internacionales hablan de que al menos 49 personas han perdido la vida en este horrendo tiroteo que tuvo lugar en Nueva Zelanda, y que otras veinte han resultado heridas. ¿Es éste episodio el que más víctimas ha devuelto como resultado en la historia?
Simcox: Bueno, se trata de un acto verdaderamente horrible. La cifra de muertes es altísima. No es el más elevado que hemos visto en Occidente en años recientes pero, desde luego, en términos de ataques contra mezquitas y ciertamente en Nueva Zelanda, país en donde el terrorismo es extremadamente raro, el dato es en extremo significativo y, naturalmente, trágico.
Trinko: Usted ha mencionado que, para Nueva Zelanda, esto es un acto inusual. ¿Es esta geografía un nuevo escenario para este tipo de acciones? ¿Ha registrado esa nación algún episodio comparable?
Simcox: No, jamás. El perpetrador del ataque era, en rigor, de nacionalidad australiana. Hay un historial más nutrido en Australia en lo que a actividad terrorista respecta pero, en comparación, Nueva Zelanda es un país bastante tranquilo.
Se trata de un evento extraordinariamente perturbador. Creo que, en ocasiones, asociamos estos actos terroristas con localidades de magnitud, como Londres, Nueva York o París y, por cierto, han habido numerosos ataques en esas ciudades. Pero si Usted atiende al detalle sobre los ataques supremacistas que han tenido lugar en años recientes -obviamente, este ataque en Christchurch-, hemos asistido al ataque de Pittsburgh; en Charleston, Carolina del Sur (Dylann Roof); y, naturalmente, en Oslo, protagonizado por Anders Breivik en 2011.
Esos hechos se han dado en locaciones en las que uno normalmente no esperaría que ocurriesen; no han tenido lugar en grandes ciudades. A veces, entiendo que los ataques protagonizados por supremacistas blancos pueden darse en ciudades no esperadas.
Trinko: He tomado nota, a partir de los hechos que comienzan a conocerse -siendo que estamos grabando esta conversación en la tarde de este viernes 15 de marzo-, ¿de que esto podría calificarse como un acto terrorista?
Simcox: En efecto; absolutamente. El tirador compartió su manifiesto, ofreció un enlace al mismo en formato online, el cual hace clarísimas referencias a los musulmanes como invasores, y que ellos intentan ejercitar un genocidio de personas blancas. Claramente, se asiste a una explicitación político-ideológica que el tirador se esmera en subrayar, en tanto estos actos de violencia son un intento de promocionar su causa política, lo cual coincide con la definición estricta de terrorismo.
Trinko: ¿Hemos visto alguna vez este nivel de violencia en ataques contra mezquitas, o algún otro acto similar?
Simcox: Bueno; han tenido lugar actos de violencia contra mezquitas. De tal suerte que, en 2017, por ejemplo, tuvo lugar un ataque con un vehículo en Londres, en la mezquita de Finsbury Park, acción que dejó como resultado a una persona fallecida.
Entiendo, por mi parte, que la gran diferencia entre los episodios es la magnitud. Obviamente, nos referimos a las 49 personas asesinadas y a la cifra de heridos; al mismo tiempo, reflexiono sobre el horror de que el acto haya sido transmitido por streaming en vivo por Facebook, como componente adicional a ello, y que no hemos visto en tiempos pasados.
Comprensiblemente, la totalidad del video no ha sido compartido, pero este individuo ejecutó el ataque porque deseaba que la gente lo viese y se inspirara en el mismo -por más difícil que sea entenderlo-, a partir de los grotescos actos de violencia que perpetraba en tiempo real.
Hay muchos ingredientes en este ataque que lo convierten en único, haciendo de esa jornada la más obscura en la historia de Nueva Zelanda.
Trinko: Así es. Es perturbador el solo hecho de pensar que el video completo existe. En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio compartió en Twitter: 'Mientras que no existen amenazas específicas ni creíbles en este momento, hemos decidido incrementar la presencia de la Policía de Nueva York en mezquitas en toda la ciudad, por motivos de precaución'. ¿Tienen, los musulmanes en todo el mundo, motivos para preocuparse ahora, existiendo la posibilidad de que alguien que se inspire en estos hechos de Nueva Zelanda ejecuten ataques similares?
Simcox: Pondero favorablemente que exista un nivel de precaución ahora mismo, porque existe el temor de que, como he mencionado, este tipo de ataque incentive a terceros. Obviamente, y en general, el terrorismo comporta una ocurrencia escasa, y por fortuna es así. Parece ser más común en estos días de lo que lo era en el pasado pero, sin embargo, no son hechos que tengan lugar tan seguido. No existe un odio generalizado contra los musulmanes. Y no creo que éste sea el caso en Occidente tampoco.
Desde luego, hemos de tener en cuenta que, tal como lo probara el ataque en Nueva Zelanda, existen individuos que están verdaderamente enfermos y que son malvados, y que existe una ideología retorcida que contempla a musulmanes corrientes como enemigos, esto es, como personas que llegan a Occidente para eliminar a la raza blanca y para actuar acorde con estos deleznables episodios de violencia.
Entiendo que es comprensible que, a la luz de este ataque, la seguridad en las mezquitas se haya ampliado. El nivel de amenaza en Nueva Zelanda ha sido elevado de manera acorde -y todas éstas son acciones comprensibles, aunque no creo que estos hechos sirvan como inicio para algo que se verifique con mayor frecuencia.
Trinko: Muy bien; así es que, como señalé previamente, aún estamos tomando nota sobre los hechos. Sin embargo, el matutino The Wall Street Journal y otros canales de comunicación están informando que podría existir una razón para creer que el tirador se vio motivado por perspectivas supremacistas. Usted mencionó, brevemente, que hemos visto ataques similares antes; ¿siguen algún tipo de patrón? ¿Son episodios novedosos? ¿Deberíamos preocuparnos más por los supremacistas, a la luz de estos ataques?
Simcox: Bien; hay algo diferente sobre el particular. Los ataques perpetrados por supremacistas blancos ciertamente no constituyen un fenómeno novedoso. Se ha conocido una infortunada cantidad de ellos en años recientes, específicamente.
Creo que lo que es ligeramente diferente sobre este ataques es que el perpetrador, más que cualquier otro terrorista de extrema derecha de los que pueda yo recordar, se ha visto completamente inmerso en ese obscuro, bizarro y retorcido rincón de la cultura del Internet en donde su manifiesto, junto a las referencias comunes que ilustran sobre la iconografía clásica de los supremacistas, generalmente explicitada en canales del estilo 4chan; me refiero a sitios de posteo en donde los usuarios pueden compartir cosas de manera anónima.
El manifiesto también exhibe sarcasmo, por momentos. El tirador se dirige a individuos que lo han inspirado para su ataque. Su manifiesto da a entender que el lenguaje utilizado tiene sentido, en el contexto de una cultura del Internet en la que él operaba, aunque no se trata de un lenguaje sobre el que conozcamos mucho -fuera de lo que es esa extraña porción de la cultura online.
Trinko: ¿Le sorprende a Usted que este ataque haya sido perpetrado recurriéndose a armas de grueso calibre? A lo largo de los años, hemos visto ataques con vehículos y, obviamente, registrado ataques con aeronaves como en el caso del 11 de septiembre de 2001 y, por cierto, algunos con armas.
Simcox: Creo que el tipo de ataque que fue planificado precisaba de armas porque obviamente el perpetrador así se lo propuso. El se propuso transmitirlo en vivo, de tal suerte que toda persona que hiciera click en el link de Facebook que incluyó en su posteo online habilitaría a esas personas a observarlo mientras llevaba a cabo el acto.
Por la forma en que fue grabado, es casi como si la persona que viera el video estuviese asistiendo a un videogame. A los efectos de generar el impacto buscado por el tirador, no me sorprende que se haya respaldado en armas de fuego en lugar de cuchillos o de un vehículo, porque el efecto deseado pareció ser que la gente viera algo similar al juego 'Call of Duty', o a algún otro juego parecido de Playstation. El video incluso se vuelve irreal en más de un sentido, pero el empleo de armas de fuego creo que tenía sentido para el perpetrador, no solo por el carácter letal de aquéllas, sino por el modo como facilitó que personas pudieran ver la acción mientras se desarrollaba.
Artículo original (incluye audio, en inglés), aquí
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Sobre Katrina Trinko
Ejerce como Editora en el sitio web estadounidense The Daily Signal.