INTERNACIONALES: JUAN DAVID GARCIA RAMIREZ

Estados Unidos versus China: guerra comercial entre pesos 'superpesados'

Las dos principales economías del mundo -que, unidas, suman alrededor de US$ 43 billones de PBI...

10 de May de 2019
Las dos principales economías del mundo -que, unidas, suman alrededor de US$ 43 billones de PBI- verifican hoy una tensión extrema en su intercambio comercial. El G-2 que conforman entre ambas naciones comporta importancia histórica, considerando que la generación de riqueza en la actualidad no halla punto de comparación en los decenios y siglos anteriores. Esto es, nunca antes la humanidad había experimentado tan altos estándares de prosperidad; nos encontramos hoy en una instancia tan positiva como excepcional.

Donald Trump, Xi XinpingSe asiste a la Gran Reconvergencia alcanzando su punto más álgido: en su trabajo del año 2008, Occidente y el Resto en la Economía Mundial: 1000-2030 (The West and the Rest in the World Economy: 1000-2030), el economista británico Angus Maddison ilustra el crecimiento exponencial de la economía estadounidense a partir del año 1820, y el correlativo estancamiento de la economía china, hasta que 1973 consigna el inicio del apalancamiento asiático y la República Popular, gracias al proceso de apertura puesto en práctica por Deng Xiaoping, retorna al club del crecimiento.

Hoy, China y los Estados Unidos de América son productores líderes de bienes de alta sofisticación y tecnología, al tiempo que se ven inmersos en una carrera vertiginosa por consolidarse en el primer lugar. Mientras que la República Popular China crece anualmente a una tasa del 6.9% (y se ha convertido en el mayor exportador de bienes y servicios), e implementa criterios innovadores a los sectores más dinámicos de su industria, como la automotriz, la aeronáutica, la informática y la de telecomunicaciones. Por su parte, Estados Unidos experimenta ahora un boom que coronado contra todo pronóstico, cuando economistas y hasta el propio ex presidente Barack Obama auguraban que los tiempos del crecimiento a un 4% y el pleno empleo eran parte del pasado. La pasada semana, el desempleo en la superpotencia se situó en un magro 3.6%, el menor en cincuenta años.

No obstante ello, y siendo cierto que el comercio entre las naciones tiende a ser un juego de suma positiva (uno en el que todos ganan), lo es también el hecho de que unos se benefician más que otros. Tal es el caso de los dos países bajo mención. Pekín exhibe hoy una balanza comercial positiva que se sitúa por encima de los US$ 400 mil millones frente a EE.UU., representada en la exportación de computadores, teléfonos móviles, componentes electrónicos, maquinaria pesada, textiles, químicos y metales fabricados. Precisamente, ésta es la principial preocupación del presidente estadounidense Donald Trump; desde el inicio de su Administración, el mandatario se ha propuesto disminuir el déficit comercial con China a la mínima expresión y, aunque aún no ha consolidado ese fin -dado que ese déficit se ha ampliado en los últimos meses-, insiste públicamente en que debe alcanzarse.

En los últimos días, Trump anunció un incremento de los aranceles contra un total de 6 mil productos Made in China -elevándolos del 10% al 25%-, por un valor de US$ 200 mil millones. Su objetivo es eliminarlo de cuajo, aunque esa meta no se presente como una aspiración realista en el mediano plazo. En la vereda de enfrente, el gobierno chino prepara una serie de contramedidas para lidiar con los efectos de esos aranceles sobre el comercio bilateral. En este instante, acaso el mayor problema de los Estados Unidos no tenga relación con la balanza comercial negativa que verifica su intercambio con Pekín. De acuerdo al economista Steve Hilton, la amenaza que supone la República Popular China va más allá, dado que su objetivo fundamental se resume en posicionarse como la potencia dominante en el mundo, modificando por completo el panorama geopolítico y estratégico global. Un nuevo orden, en el que EE.UU. y Occidente finalicen la carrera en el segundo lugar.
 

 
Sobre Juan David García Ramírez

Columnista regular en el periódico El Colombiano (Medellín) y en El Quindiano (Armenia, Colombia). También se desempeña como analista político para diversos programas radiales y televisivos en América Latina, compartiendo apuntes y notas sobre temas políticos vinculados a Colombia, y asuntos internacionales.