Paraguay y las medidas contracíclicas: el keynesianismo vigente
La desaceleración de las economías a nivel global es un hecho que podría desembocar en recesión...
02 de Octubre de 2019
La desaceleración de las economías a nivel global es un hecho que podría desembocar en recesión a idéntica escala. Lo que hoy sucede en la República del Paraguay, sin embargo, no ha sido suficiente para cambiar el eje de las ideas. Continúa observándose, en ese país, un círculo vicioso comprendido entre fórmulas que parten de las llamadas políticas anticíclicas, esto es, decisiones políticas que tienen como objetivo superar o minimizar los efectos del presente ciclo económico.
La medidas anticíclicas o contracíclicas -como también se la denomina- se han convertido en la receta preferida de analistas y funcionarios del gobierno paraguayo a lo largo de los últimos meses. Pero está visto que las medidas anticíclicas no han funcionado durante la desaceleración; menos aún surtirán efecto en plena recesión.
Ni las obras públicas, ni la reducción de la tasa de política monetaria por parte del banco central, como tampoco la refinanciación de los créditos para el sector agrícola, podrán revertir la situación actual. Tampoco elevará el producto bruto, entendido como un crecimiento económico sostenible a largo plazo. Por fortuna, parece ser que el banco central no está siendo proclive a la imprudencia y al desatino de monetizar la deuda del Estado a través de una 'regulada' emisión de dinero.
Ese último proscenio, en caso de tener lugar, consignaría una estocada de muerte para la economía paraguaya. La tentación es fuerte, y más lo es en la actual coyuntura. Emitir más dinero sin contraprestación de bienes elevará la inflación y, en corto plazo podría devolver como resultado una reactivación (artificial), pero que luego terminará en el peor de los escenarios.
Las políticas anticíclicas propias del pensamiento keynesiano se fundamentan en la idea de que la medida correcta para salir de la recesión está en el gasto público como efecto dinamizador de la economía. No obstante, fue y sigue siendo un grave error porque, al cierre, termina por elevar el endeudamiento y las tasas de interés, dada la mayor demanda de dinero por el gobierno para financiar sus gastos.
Esto se nota en la estructura en el Presupuesto de Gastos 2020. Si bien puede catalogarse de 'austero' a dicho documento, porque en algo se contuvo su crecimiento en cuanto a gastos corrientes, en realidad replica el mismo modelo de crecimiento vegetativo, por el cual, si el año anterior fue de 100, el siguiente será de 105 o 110, -sin verificarse la contrapartida real en aspectos como la transparencia y calidad del gasto.
Por lo demás, las llamadas políticas anticíclicas son la mejor expresión de un placebo que termina por convertirse en un remedio peor que la enfermedad. Las consecuencias de sus diferentes medidas finalmente recaen en costos que se trasladan sobre el sector privado, el individuo, familias y empresas. Esto afecta, de manera inexorable, la disponibilidad de sus ingresos, salarios y ganancias.
Ocurre que las medidas contracíclicas sobrevaloran el rol del Estado por medio del gobierno en la economía, cuando precisamente el problema radica allí.
El sector estatal se ha vuelto una barrera que frena y desprecia el ahorro y la inversión privada como causas eficientes y únicas del desarrollo de un país, cualquiera sea y en la época que sea. Las políticas anticíclicas son el gatopardismo en la economía, equivale a cambiar para que todo siga igual.
El sector estatal se ha vuelto una barrera que frena y desprecia el ahorro y la inversión privada como causas eficientes y únicas del desarrollo de un país, cualquiera sea y en la época que sea. Las políticas anticíclicas son el gatopardismo en la economía, equivale a cambiar para que todo siga igual.
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@ElCatoEnCorto
Sobre Víctor Pavón
Decano de Currículum UniNorte (Paraguay) y autor de los libros "Gobierno, Justicia y Libremercado" y "Cartas sobre el Liberalismo". Publica periódicamente en el Diario ABC Color, de Asunción.